ABC MADRID 10-06-2018 página 10

10 ENFOQUE DOMINGO, 10 DE JUNIO DE 2018 abc. es ABC Las Ventas otorga el primer rabo desde 1972 La Plaza Monumental de Las Ventas vivió ayer una jornada histórica. La corrida de rejones, un mano a mano entre Diego Ventura y Andy Cartagena, tardará en borrarse de las retinas del respetable. Ventura cortó un rabo a su segundo, Maestranzo sin ni una sola protesta desde el público. No se daba este trofeo máximo desde 1972, cuando lo cortó Sebastián Palomo Linares a Cigarrón Diego Ventura saldó su triunfo con el rabo y cinco orejas, abriendo la Puerta Grande de par en par. Sin duda, la tarde de ayer le consagra como número uno y es promesa de que verá su sueño cumplido: encerrarse con seis toros en la próxima Feria de Otoño EFE Balance de San Isidro Lo que hay que tener ANDRÉS CALAMARO Tengo amistad y respeto por los ganaderos de las modélicas fincas (ganaderas) bravas. Soy argentino y tengo cierta conciencia agropecuaria Visitar el campo ganadero de bravas reses de lidia ha supuesto un conocimiento agregado del trayecto del toro entre el campo y la espada. Es frecuente el desánimo en San Isidro con el ganado. Es bien sabido por todos que hay sectores de críticos seriales que lo protestan todo. Y no es que les falte razón, pero el coso deviene así en una ruidosa asamblea donde el silencio es un bien escaso. Dos o tres imponderables amenazan la construcción de una buena tarde de toros: el viento, la lluvia... y que no salga un toro Un toro con suficientes embestidas y humildad, que permita las series de lances con el capote y acudir al caballo por dos veces, que colabore en la suerte de banderillas, que posea fuerza suficiente (recorrido) para llegar al tercio del acero y asociarse con el torero en el cénit de una lidia completa, profunda, emotiva. Los últimos festejos fueron de aquello que conocemos como corridas duras Toros complicados o imposibles de torear, que no meten la cabeza en el engaño, que miran, que buscan a la persona con instinto asesino (animal) que salen del paño con un derrote, que no repiten, que no van ni vienen. Resultan toros que no pueden torearse según la estética y la propuesta artística actual. Merecen especialistas capaces de romper estos toros peligrosos y anárquicos, maestros como Ruiz Miguel o Padilla, con recursos para embroques improbables y muy peligrosos. Sean duras o menos duras las corridas, se hace demasiado frecuente escuchar no hubo suerte porque de todas las suertes, la primera es que salga un toro un hecho menos frecuente de lo que advenedizos y detractores de la cultura taurina suponen (si es que suponen algo más que la enciclopedia de falacias del nuevo moralismo puritano) A esos temidos animales, los que no presentan condiciones intactas para la consecución del encuentro con el torero de capa y espada, no se les puede negar mérito genético. Son toros bravos, pero curiosos, como si tantas generaciones de pureza les hubiesen enseñado a distinguir el engaño del matador. Es imposible torearlos, porque no humillan. Se trata de humildad (no de humillación) y de enfoque en la embestida con un objetivo. Algunos toros son buenos soldados y otros son guerreros que no distinguen el bando amigo del enemigo. El destino general de las reses es el matadero. En cambio, a estos animales especiales se les pide veinte minutos de trapío, bondad y resistencia. Bravura. De la buena. El toro que esperamos tiene un destino cultural, previo a la cadena alimentaria, que no distingue toros buenos. TOROS