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ABC MADRID 09-06-2018 página 26
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26 ESPAÑA SÁBADO, 9 DE JUNIO DE 2018 abc. es espana ABC El segundo narco Castaña se oculta entre Gibraltar y La Línea Isco Tejón lleva casi dos años huido; los hermanos son el blanco de otras mafias C. MORCILLO P. MUÑOZ E. DELGADO MADRID desde el Juzgado instructor. Y de esa libertad ha disfrutado otros diecinueve meses. Ahora, además de cumplir parte de una condena pendiente, se le acusa de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y organización criminal. Antonio Tejón Carrasco, uno de los dos hermanos jefes del clan de los Castaña, los reyes del hachís en el Campo de Gibraltar, ya está en la prisión algecireña de Botafuegos. Llevaba 19 meses huido, dando esquinazo a la Policía, que seguía sus pasos por una maraña de viviendas en La Línea a través de las que había logrado escapar varias veces en los últimos meses saltando de azotea en azotea, encaramándose a tejados y vallas, y protegido por un miniejército de guardaespaldas. Ahora los investigadores tienen la mirada puesta en su hermano Francisco, Isco Tejón, la otra pata de la organización criminal familiar que ha introducido toneladas de hachís en La Línea y que maneja una fortuna de entre 20 y 30 millones de euros, según la Policía. Isco se fugó, igual que Antonio, en octubre de 2016 cuando les avisaron de que los investigadores del Greco Costa del Sol y de La Línea les pisaban los talones. Huyeron a Marruecos y se refugiaron en Tetuán donde Antonio Tejón cayó junto a otros nueve miembros de su organización el 5 de diciembre gracias a una cita amorosa. Una de sus mujeres (tiene hijos con al menos dos) Zaraida fue a reunirse con él y eso le costó la libertad. La misma razón por la que ha sido detenido ahora. El miércoles por la noche había quedado con Patricia, madre de dos de sus siete hijos, ajeno a que en el amor se interponían casi cien policías armados. Su hermano Isco no acudió a la cita de Tetuán y desde entonces está en busca y captura. Los investigadores sospechan que tiene sus guaridas entre Gibraltar y La Línea, su territorio natural, pero hasta ahora ha sido más escurridizo aún que Antonio. Cuando los dos huyeron a Marruecos se averiguó que alguien les había alertado y colaboraba estrechamente con el clan de traficantes. El 30 de octubre de ese 2016 los agentes les ponían los grilletes a tres compañeros suyos: dos policías nacionales de La Línea y un funcionario de la Policía Local. Desde 2013 cuando comenzaron a investigar a Los Castaña (que han ido creciendo en número e influencia) los especialistas en el tráfico de drogas han detectado en varias ocasiones cómo los narcos contaban con información privilegiada de miembros devarios Cuerpos policiales que no siempre han podido culminar en arrestos. Y no ha sido el único escollo: los judiciales también han sido constantes. Como informó ABC, Antonio quedó en libertad porque el Ministerio de Asuntos Exteriores no solicitó a tiempo la extradición que se había reclamado Temen por su vida Francisco Tejón se esconde de la Policía, pero no solo. Los Castaña se han convertido en un blanco perfecto para las diferentes mafias que actúan en España, debido a que la fortuna de los hermanos ha trascendido. Temen su detención, pero también tienen miedo por su vida. Les han llegado recados de algunos grupos que se dedican a extorsiones y secuestros explican fuentes del caso. Sus expectativas están puestas en que no quede en libertad en breve, como ha ocurrido con otros miembros de su clan. Algunos pactaron entregas y también siguen libres y alijando hachís. Como Abdelah El Haj, alias el Messi Policías detenidos En octubre de 2016 se detuvo a dos policías nacionales y uno local que trabajaban para los narcos Antonio Tejón, uno de los hermanos Castaña, en el momento de su detención ABC Los señores del hachís Vigilantes para el Armas de guerra y control de la Policía órdenes de matar Las Fuerzas de Seguridad son vigiladas por individuos del clan. Se llaman puntos más de cincuenta personas desplegadas para impedir que la Policía actúe. Su papel es alertar a los pilotos de las narcolanchas de cuando pueden acceder a la playa. Se sitúan también en la zona alta de Gibraltar, cerca de las bases de helicópteros y de las patrulleras. El clan ha actuado cada vez con más violencia: desembarcaban hachís en la playa provistos de armas de guerra para evitar que les robaran la mercancía; rescataban detenidos como el narco que se llevaron en volandas del hospital de Algeciras y dieron la orden a los conductores de los todoterreno de arrollar a quien se interpusiera. Seis toneladas de hachís al día Durante la investigación se averiguó cómo organizaban habitualmente transportes de hachís usando dos narcolanchas en cada viaje con capacidad para tres toneladas de droga cada una. No fue posible interceptar ninguno de estos alijos debido a las medidas de seguridad de los narcos y a veces a los chivatazos que recibieron. Una fortuna oculta y una vida de lujo Las escuchas telefónicas y las vigilancias evidencian el altísimo nivel de vida que llevan desde hace años con sus familias y amantes: resort de lujo en el Caribe, coches de alta gama, dinero a espuertas gastado en noches de jarana. Casi nada está a su nombre. La Policía calcula la fortuna de los Castaña entre 20 y 30 millones, ocultos en zulos.

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