ABC MADRID 28-05-2018 página 40

40 SOCIEDAD LUNES, 28 DE MAYO DE 2018 abc. es conocer ABC Sin inversión La investigación en España está moribunda a pesar de que nos quieran engañar con lo contrario Irresponsabilidad política Ciudadanos y PNV exigen el aumento de las pensiones, pero nadie abre la boca para pedir un aumento de la I+ D Nuevos avances El CNIO está en manos políticas y estamos pagando las consecuencias El precio de los fármacos No veo a la industria farmacéutica como la mala de la película. Sin ella, no habría investigación El investigador posa para ABC durante el curso sobre Genómica y Cáncer, celebrado en Madrid GUILLERMO NAVARRO La clase política ha abandonado a la investigación Entrevista Si los científicos nos echáramos a la calle no pararíamos ni el tráfico ¿Volvería hoy a España? -Nooo, ni se me ocurriría. El máximo de ayuda del Gobierno en proyectos de investigación está en menos de 400.000 para cuatro años. Y lo han dividido de tal manera que este año a la directora del CNIO le han dado 35.000 euros. Eso es un insulto, es como darle un euro a un pobre y decirle que se vaya a comer. Estamos en un momento de desesperación. La gente joven se va y los mayores abandonan. -Los pensionistas se han echado a la calle, quizá los científicos deberían hacer más ruido- -Mire, creo que si los científicos nos echáramos a la calle no pararíamos ni el tráfico (risas) Somos muy poco corporativistas, cada uno va a un sálvese quien pueda. Mariano Barbacid Exdirector del CNIO Cuando regresó a España tras una brillante carrera en Estados Unidos le dieron casi todo lo que pidió. Ahora le duele la ciencia española NURIA RAMÍREZ DE CASTRO MADRID Desde que abandonó en 2011 la dirección del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) Mariano Barbacid se deja ver lo justo. Pero en la calle su nombre aún suena como el científico de élite que es. Probablemente sea el investigador más popular en un país donde la ciencia rara vez sale del anonimato. Barbacid se convirtió en una estrella en Estados Unidos al descubrir en 1982 el primer oncogén humano, un gen mutado que provoca cáncer. Su regreso a España marcó una nueva época. Se recuperaban cerebros huidos, se construían grandes centros de investigación y la inversión en I+ D +i crecía. Ahora la ciencia española está moribunda se duele. Barbacid habla con ABC en un descanso del curso sobre Genómica y Cáncer que la Clínica de la Uni- versidad de Navarra ha organizado en Madrid. La excusa es charlar sobre los últimos avances oncológicos y cómo los medicamentos más novedosos permiten tratamientos personalizados. Pero a sus 68 años Barbacid aún es ese enfant terrible que no se calla ni se resigna, salvo cuando se le pregunta por la situación en el CNIO. Prefiero no entrar en ello públicamente ¿Cómo está cambiando la genómica la forma de tratar el cáncer? -El órgano donde se origina el cáncer ya no es el tema central de la oncología. Para escoger el mejor tratamiento y entender los tumores debemos conocer su DNI molecular, las mutaciones genéticas presentes en el tumor. En estos momentos conocemos los errores que conducen a la formación de un tumor aunque no cómo pararlos. Como el cáncer son más de cien enfermedades diferentes, el progreso no llega de la mis- ma manera para todos los tumores. Habrá hallazgos que mejoren la supervivencia e incluso podremos curar algunos tumores, pero en otros casos será imposible. Lo estamos viendo con la inmunoterapia, es una herramienta fantástica que no funciona con todos los pacientes. -De la inmunoterapia, decimos que es la última esperanza contra el cáncer. ¿Somos demasiados triunfalistas? -Tengo amigos oncólogos que me cuen- tan la satisfacción de ver cómo responden a la inmunoterapia enfermos que iban a morir. Luego están las cifras: solo un 20 por ciento de los pacientes de cáncer de pulmón sobreviven a largo plazo. Hay un 80 que, o no puede recibir el tratamiento o, cuando lo recibe, no responde. Uno de los grandes problemas de la inmunoterapia es que no se sabe quién va a responder. Esto crea un gasto inútil. -Al paciente al que se le ofrece un fármaco para una mutación concreta, ¿está de enhorabuena? -Sin duda, porque la alternativa serían los citotóxicos de toda la vida. ¿Esa quimioterapia clásica tiene los días contados? ¡Ojalá! pero desgraciadamente yo no veo la quimioterapia desapareciendo en los próximos años. -La medicina personalizada de la que se beneficiarán los enfermos de cáncer está dando sus primeros pasos, pero falta una estrategia nacional- -El problema es que es muy cara. El tratamiento de inmunoterapia está alrededor de 60.000 euros. Si el paciente no responde, la Sanidad pública habrá tirado ese dinero a la basura, pero si funciona serán 60.000, más 60.000, más 60.000... Si pensamos en la cantidad de pacientes con cáncer de pulmón que hay en España no hay que ser economista para imaginar el coste que puede tener para las arcas públicas. -El precio de los medicamentos contra el cáncer se ha duplicado en diez años. ¿Debería alcanzarse un pacto con la industria para que sean asumibles? -Yo, en esto, voy a contracorriente y defiendo a la industria. Nadie le pide a El Corte Inglés que abarate las camisas. Es un tema de mercado. Tenemos que en-