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ABC MADRID 26-05-2018 página 3
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ABC SÁBADO, 26 DE MAYO DE 2018 abc. es opinion LA TERCERA 3 F U N DA D O E N 1 9 0 3 P O R D O N T O R C UAT O LU C A D E T E NA HISTORIADOR DESCOLLANTE: J. L. COMELLAS POR JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO Educado en la liberalidad brotada del mensaje evangélico más genuino, dicho espíritu le ha permitido mantener unas hondas convicciones trascendentes desde el respeto acrisolado a creencias y personajes de la más variada ascendencia intelectual con los que conviviera en su dilatada trayectoria universitaria y académica un reinado (Barcelona, 1999) y, en especial, Cánovas (Madrid, 1965) y la dirigida a un público más especializado, Cánovas del Castillo (Barcelona, 1997) entrañan un aporte de singular significado por la admirable simbiosis de amenidad y densidad, situadas así como ejemplo encomiable de un género que en manera alguna ha de ser preterido o menospreciado por el profesional de Clío, obligado, además, por imperativas razones de oficio a no dejarlo en las manos estragadoras de cultivadores mercenarios o diletantti. M UY probablemente, el ferrolano José Luis Comellas es uno de los más grandes historiadores españoles de la última media centuria, así como uno de los universitarios de corpus intelectual más denso y trabado del mismo periodo: musicólogo, geógrafo, astrónomo... Cursando ya la difícil asignatura de los noventa años en la Sevilla de la más profunda y recatada querencia, en ella se encuentra a pie de obra, con libros encetados o camino de la imprenta del más subido interés científico y, a menudo, también humanístico. Siempre resulta así oportuno y obligado... tributarle el aplauso más sincero por su permanente contribución al acervo cultural hispano, de sólito en forma bibliográfica, entre todas, tal vez la más sólida y ardua. Educado en la liberalidad brotada del mensaje evangélico más genuino, tanto en su hogar familiar como en el principal colegio religioso de su localidad natal, dicho espíritu le ha permitido mantener unas hondas convicciones trascendentes desde el respeto acrisolado a creencias y personajes de la más variada ascendencia intelectual con los que conviviera en su dilatada trayectoria universitaria y académica. Clasificado por plumas intonsas a la cabeza del sector conservador de la historiografía contemporaneísta, su conducta ética y talante personal distaron siempre de cualquier sectarismo o unilateralidad doctrinal, con gozo ostensible a la hora de ponderar el valor de las aportaciones y trabajos de colegas y estudiosos situados en los antípodas de su pensamiento. En el campo de las disciplinas sociales más batido en todos los hemisferios culturales por los extremismos radicales, su ancha publicística no ha acrecido en ningún momento la fecunda cosecha de ataques o descalificaciones. Actitud en extremo elogiable al reparar que sus investigaciones iniciales se focalizaron en el análisis de la crisis del antiguo régimen, terreno por antonomasia, junto con el de la Guerra Civil de 1936, de la controversia historiográfica en torno a la contemporaneidad nacional y una de las más remecidas igualmente a escala europea. En pos de la huella de su maestro en Santiago, el eximio catedrático valenciano F. Suárez Verdeguer (1917- 2005) pero con axiología y planteamientos propios, Comellas consagró el primer estadio de su rica obra a la etapa en que arrancase el proceso de la construcción de la España contemporánea con el más polémico de los reinados de esa edad, el de Fernando VII. Como rampa de entrenamiento para cursar el aprendizaje en la objetividad más alquitarada, es evidente que ningún tramo de nuestro pasado puede ri- ítulos que, como se decía, están lejos de completar la enumeración de su vasta producción. A la vista de su profuso elenco bibliográfico, podría sospecharse que hablamos de un autor imbuido por la cupido sciendi del uomo universalis del Renacimiento y no de un estudioso de la bárbara especialización dorsiana. Pero nos hallamos desde luego ante el historiador de mayor formación y conocimiento en el área de las ciencias experimentales del Novecientos hispano. Pocos contemporaneístas han estado en tan permanente búsqueda de la interdisciplinariedad, a la husma en todo instante de la potenciación de las relaciones e interconexiones entre los saberes duros y blandos PoNIETO cos, en fin, como él han dado a su quehacer unos fundamentos epistemológicos más firmes y permanentes. Todo ello sin menoscabo valizar con aquel. Superada tal prueba, todo con- ni obstáculo para la expresión ágil y a la par vitemporaneísta mujer u hombre se adentrará vaz y sobria, flexible y un tanto neologista. Puesto fin, burocráticamente, a una vida unisin mayor temor en los muchos otros campos flanqueados por la controversia que descubre el versitaria del mejor cuño silenciosa, desprendirecorrido más apresurado por la geografía histó- da, austera, cerrada a los silbos de la demagogia rica española. El autor de Los primeros Pronun- y la mendaz curiosidad Comellas entroja acciamientos en España. 1814- 1820. (Madrid, 1958) tualmente el fruto serondo de un largo trabajo en superó con elevada nota ese examen, comienzo los campos de Clío. Ni vendavales desencuaderde una trayectoria en la que cada uno de sus nu- namiento de la vieja Alma Mater hispalense ni merosos jalones serían abordados con semejan- vaivenes del ostracismo de los círculos historiote acribia, en todo tracto sine ira et studio, con- gráficos oficiales al parcial redescubrimiento forme aconsejara acaso el más egregio historia- de su obra alteraron un empeño intelectual endor clásico, Publio Cornelio Tácito. nortado hacia el acendramiento de la Historia de Pues, como cabía esperar de una sensibilidad siempre, perpetuamente fermentada por la insatan receptiva y mente tan inquieta como la del tisfacción y la procura de perfeccionamiento. antiguo profesor de los claustros iruñeses e his... Y una personalidad de tan altos quilates en el palenses en días de plenitud del Alma Mater en mundo del espíritu, honra y prez de la cultura eslas extensas áreas de las Letras y el Derecho es- pañola contemporánea no es Doctor Honoris Caupañoles, su esteva ha labrado zonas ignotas o ape- sa por ninguna Universidad peninsular ni insunas conocidas de los últimos doscientos años de lar, ni tampoco miembro numerario de alguna historia hispana, con incursiones, escasas pero, Academia de ámbito nacional, como aconteciera de ordinario, muy buidas en la del mundo occi- igualmente con su maestro, Suárez Verdeguer, en dental. La fase isabelina, tan crucial para los des- una Valencia democrática pródiga en reconocitinos de la modernidad de nuestras estructuras mientos y distinciones. Extrañamente marginasocio- económicas, y la de no menor importancia do por su oriunda Galicia, Sevilla, cuna de sus cinpara la convivencia político- ideológica contem- co hijas y solar arraigado de sus trabajos y días, poránea como fuese la de la Restauración, atra- tal vez pudiera reparar en vida tan ominoso silenjeron de igual modo su incesable pluma en cifra cio con un acto de gratitud colectiva encabezado de varios guarismos, con dos biografías, por con- por un Ayuntamiento tan abierto de miras como tera, de muy alto coturno. En un género tan tran- el que, a la fecha, rige la capital de Andalucía. sitado hodierno en España por la publicística y JOSÉ MANUEL CUENCA TORIBIO ES MIEMBRO DE atendido por las editoriales de la más diversa ínLA REAL ACADEMIA DE DOCTORES DE ESPAÑA dole como el mencionado, Isabel II. Una reina y T

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