Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 13-05-2018 página 51
ABC MADRID 13-05-2018 página 51
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 13-05-2018 página 51

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página51
Más información

Descripción

ABC DOMINGO, 13 DE MAYO DE 2018 abc. es conocer SOCIEDAD 51 tor agrícola, taxistas, trabajadores de grandes comercios y de la construcción son algunos de los sectores englobados en ese estado de opresión. El panorama en España es, por sectores, no menos desolador. El yugo cotemporáneo de la precarización afecta a estratos bajos y medios de la sociedad. Jornadas de trabajo maratonianas y sueldos pírricos, por un lado; o la obligación de estar disponibles (o conectados a través de las tecnologías) 24 horas al día y a tiempo completo por otro, son denuncias que vociferan quienes padecen en carne propia estas situaciones. Así, según los datos reflejados en un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el 25 de las personas que se encuentran en paro han recibido una oferta salarial de una media de 650 euros y, en una de cada cinco entrevistas de trabajo, no se les ofreció un contrato laboral. El estudio afirma que la precariedad se ha instalado con fuerza entre quienes han perdido su empleo o nunca lo han tenido La temporalidad es otro drama. La inestabilidad no solo afecta a los desempleados. El informe facilitado a ABC por la OCU señala que el 27 de los trabajadores españoles han visto, en los últimos cinco años, cómo decrecía su salario, al tiempo que sí subían los precios. Más de la mitad de los empleados trabaja más horas de las estipuladas en sus contratos y, de ellos, dos de cada tres no llegan a recibir una compensación por las horas extra. Según The Guardian el sector que se encuentra en un mayor peligro de caer en uno de estos empleos son las mujeres y las jóvenes y los grupos excluidos de la sociedad, sin visos de salir de su situación. En paralelo afloran cada vez más empleos que acaparan todas las horas del día. Por obligación, tienen que estar disponibles. Abogados, empresarios o médicos trabajan largas jornadas y siempre están disponibles en sus móviles sea la hora y el día que sea. Pseudoesclavitud en el siglo XXI. Información elaborada por: María Alcaraz, Érika Montañés, Jorge Aguilar, Elena Calvo M. Barros M. M. Carrasco Limpiadoras María Moya Abogada Contratos por semana y sin cobrar en bajas o vacaciones El nombre de kelly me encanta porque ha empoderado a la camarera de piso Myriam Barros, uruguaya de 39 años, es la presidenta de la Asociación Nacional de Kellys. Se siente una privilegiada por ser de las pocas a las que su hotel de Lanzarote ha expedido un contrato fijo discontinuo y llega a 1.200 euros al mes. Me sale a unos 3 euros por habitación comenta. Lo peor de su trabajo no está en la clientela, que viene a divertirse y a la que no puede reprochar nada; sino en la sobreexplotación. De hecho, es conocedora de hoteles que las usan como chicas para todo Muchas relatan cómo el trago más indigesto es encontrarse a un cadáver cuanto entras a hacer una habitación. Y esto no es raro dice. Al margen de las imágenes dantescas con que pueda toparse una kelly señala la desprotección absoluta en la que se halla el sector: Si libro, me voy de vacaciones o me pongo enferma, no cobro y los contratos son por obra, de semana en semana, de mes a mes. Mercedes lleva un año trabajando en el sector de la limpieza y tiene dos trabajos, uno por la mañana y otro por la tarde. Sus dos puestos se deben a la imposibilidad de realizar jornadas más largas en el sector. Es lo que te dan, no hay turnos de más horas explica y añade: Tengo que ir a dos sitios diferentes porque necesito el dinero para poder sacar a mi familia adelante Cuando empecé a trabajar tenía la mano llena de ampollas afirma. Y es que, el trabajo de limpieza requiere un gran esfuerzo físico. En la primera tienda en la que estuvo trabajando, de sus seis compañeras, cuatro estaban operadas. Mercedes no es la excepción. Tiene dos hernias discales y asegura que, desde que empezó el trabajo su salud se ha resentido. Lleva un mes de baja debido al dolor, que le impide acudir a sus puestos de trabajo. Normalmente me tengo que tomar una pastilla para ir a trabajar, pero ahora ni con ésas se duele. Trabajar sin hora de salida y por objetivos de facturación Vivía para trabajar en vez de al revés Con estas palabras resume su experiencia la abogada María Moya, nombre ficticio para preservar su identidad, en el departamento jurídico de una consultora multinacional. Después de varios años trabajando en ella, donde cobraba un buen sueldo, decidió marcharse a un despacho de abogados de menos de diez personas, a pesar de que el cambio conllevara una bajada considerable de sus ingresos laborales. Me fui porque en este tipo de empresas no te sientes valorado. El trabajo que sacas no se corresponde a los ingresos que recibes explica. Ella es consciente de que su profesión lleva de por sí mucha carga de trabajo, pero en su puesto en la multinacional esta se e xc e d í a Exprimen a las personas hasta que explotan Además, admite que era un tipo de trabajo que admites según tus circunstancias personales. Cuando dependía de mis padres, lo podía soportar, pero cuando me independicé empecé a valorar mucho más el tiempo Su día a día se simplificaba en trabajar y dormir. En un día normal sabes la hora que entras pero no a la que sales. Yo jamás podía hacer planes con antelación Esa rutina llegaba a afectar a sus seres más queridos: Trabajaba tantas horas que me olvidaba de cuidar mis relaciones personales. Aunque vas ganando en condiciones debes sacrificar el 90 de tu vida para ello. Ganaba dinero pero no tenía tiempo para disfrutarlo. Eso es algo que no tiene sentido. Para mí es mejor disfrutar de las cosas sencillas de la vida Ahora, en su nueva empresa, todo ha cambiado y, aunque de vez en cuando debe hacer horas extras para acabar un proyecto, su vida ha mejorado mucho más. Antes me obligaban a trabajar a marchas forzadas hasta lograr x facturación porque, si no, estabas fuera. Ahora no tengo esa presión sentencia. Mil euros Barros tiene suerte: cobra 1.200. Otras deben coger dos trabajos Dos mil euros No hay horarios, solo objetivos. El día se resume en trabajar y dormir se ausentan, hasta el punto de poder ser despedido. Aunque haya una urgencia, te penalizan. Tienes que avisar 48 horas antes explica. Además, deben costear los gastos del vehículo, del seguro laboral e incluso por usar el sistema informático. Pones todo y no te dan nada. Se aprovechan de la necesidad de las personas, ya que la mayoría somos estudiantes 800 euros No cobran ni mil euros y deben pagar autónomos y seguros L. García Becaria En prácticas sin sueldo y sin nadie de quien aprender Un buen currículum y un nivel de inglés prácticamente excelente no son suficientes para que L. García, una joven de 25 años, encuentre un empleo que le dé estabilidad. Estudió en Reino Unido un grado en Comunicación Audiovisual y un máster en marketing, para más adelante poder regresar a España y ponerse a trabajar. Pero pese a haber superado varias etapas de prácticas, las ofertas que recibe continúan siendo precarias. La última, hace una semana, cuando una compañía le ofreció un puesto en su departamento de marketing como be- caria. Iba a trabajar sola, no había nadie más de marketing, por lo que, pese a ser becaria, no tendría a nadie de quien aprender. Y además, sin cobrar relata. También ha probado suerte en Reino Unido. Hace un mes estuve dos semanas de prácticas en Londres y tampoco me pagaron cuenta esta joven. Su situación, aseSincobrar gura, es angustiosa puesPese a ser becaria, to que no puede dejar de deiba a encargarse sola del marketing pender de su familia trabajando de lo que le gusta.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.