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ABC MADRID 01-05-2018 página 44
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44 CULTURA MARTES, 1 DE MAYO DE 2018 abc. es cultura ABC Damien Hirst confiesa su cleptomanía artística: Todas mis ideas las he robado En una entrevista con el artista pop británico Peter Blake reconoce sus sonados plagios FERNANDO CASTRO FLÓREZ Abril es el mes más cruel. Alguien, parece ser que T. S. Eliot, lo dijo y basta. Tal vez abrumado por tantas sensaciones Damien Hirst ha reconocido sus tendencias cleptómanas. En el Times el 26 abril, se publicó un artículo de David Sanderson que da cuenta de los numerosos hurtos perpetrados por el principal agitador de esos Young British Artists que, inevitablemente, ya son viejunos. Pasaron los años del escándalo y, evidentemente, del marketing. Hasta Charles Saatchi, el artoholic puso distancia de por medio, incendio de almacenes incluido, con respecto a estos provocadores de pacotilla, prefiriendo sacar partido de un retorno apoteósico de la pintura que, lamento decirlo, quedó en agua de borrajas. Hirst ha sido, desde sus orígenes como brillante curator un oportunista que sabía sacar partido de las crisis. El fin del siglo XX necesitaba un poco de sangre con sabor a kétchup y su tiburón conservado en la estructura paraminimalista era un emblema oportuno para una época en la que el posmodernismo ya era un animal disecado y aún no habíamos sufrido el efecto demoledor del atentado del World Trade Center. La época de la globalización necesitaba, para superar el pánico viral, de un arte que tuviera el efecto de un chiste chusco. Consumado el hastío del reality show Hirst Cia podían lo mismo presentar, como hiciera Tracey Emin, una cama deshecha rodeada por rastros deprimentes o unas mariposas tan bellas como siniestras. La imposibilidad física de la muerte en la mente de algo vivo El tiburón en formol de Hirst (derecha) es muy parecido a uno que tenía Eddie Saunders en el escaparate de su tienda en Londres (izquierda) ons, Takashi Murakami o Damien Hirst, había aprendido en el manual de estilo warholiano todas las estrategias para ser buenos en los negocios La muestra de Hirst que se instaló en la Aduana y el Palazzo Grassi de Venecia, en paralelo a la última Bienal de Venecia, fue comentada como una mezcla de megalomanía, horterismo hiperbólico y voluntad gigantomáquica. Algunas piezas de Treasures from the Wreck of the Unbelievable guardan parecidos sospechosos con esculturas de Jason deCaires. El artista canadiense Colleen Wolstenholme denunció a Hirst por copiarle descaradamente las obras de su Medicine Cabinet aquellas elegantes estanterías de píldoras que alegorizaban el destino de nuestra sociedad hipermedicamentada. Tesoros del naufragio del Increíble A la izquierda, figura creada por Hirst expuesta en Venecia. A la derecha, esculturas submarinas de Jason deCaires con las que guarda un parecido sospechoso El torso plagiado Hace unos años, el diseñador Norman Emms acusó a Damien Hirst de haber plagiado una pieza suya (el torso de la derecha) en Hymn (Himno) una enorme escultura de bronce de seis metros (imagen de la izquierda) que fue comprada por Charles Saatchi Duchampitis aguda El discurso posestructuralista era como una capa que todo lo tapa; lo mismo permitía soltar el rollo sobre la muerte del autor que encogerse de hombros, en plan nietzscheano, para encarnar el nihilismo y desinteresarse sobre quién habla. El final de los grandes relatos degeneró en storytelling y el anacronismo deliberado de Pierre Menard, autor del Quijote, lo mismo servía para justificar una reapropiación de una fotografía de Walker Evans que para la enésima manifestación de la duchampitis enfermedad para la que no se conoce cura. Todas mis ideas las he robado en alguna parte confiesa Hirst ante el octogenario Peter Blake. Sostener que nada es original por otra parte, no tiene nada de original. El plagiarismo ha sido justificado planetariamente desde el tono irónico o paródico del epigonismo posmoderno. Pero, si navegamos más allá de la movidas ochenteras, comprobaremos que hasta Picasso tenía claro que los buenos artistas copian, los grandes roban y Eugenio d Ors advirtió que lo que no es tradición, es plagio Nuestra inercia postradicionalista nos ofrece toda clase de platos reca- Consejos de Craig- Martin Damien Hirst tiene el descaro académico habitual para atribuir sus robos sistemáticos de ideas ajenas a una enseñanza que recibió en sus años universitarios del artista Michael CraigMartin que, según parece, le dijo algo que no ha olvidado: No tomes prestadas ideas, róbalas En una entrevista con Peter Blake, el artista pop británico que es recordado por haber hecho la mítica portada del Sgt. Pepper s de los Beatles, ha reconocido que sus pinturas de puntos no son otra cosa que una copia de las que hiciera años antes Larry Poons. Era algo bastante evidente, aunque la mezcla de esnobismo y desmemoria que afecta a nuestra época hace que no fuera algo ni sugerido: Hirst fusilaba planteamientos estéticos ajenos, convirtiéndolos en productos repetidos hasta la saciedad. Sin duda, artistas turbo- propulsados por la economía del arte, como Jeff Ko-

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