Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 26-04-2018 página 22
ABC MADRID 26-04-2018 página 22
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 26-04-2018 página 22

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página22
Más información

Descripción

22 PRIMER PLANO La dimisión de Cifuentes JUEVES, 26 DE ABRIL DE 2018 abc. es ABC La trastienda del escándalo Fuego amigo Los expresidentes Cifuentes y González colaboraron hasta que ella se distanció al sospechar de irregularidades en el Canal de Isabel II Un empresario afín a sus enemigos ofreció un dosier a varios medios A cambio del vídeo, pedía silenciar noticias sobre negocios que comprometían a Ignacio González CARLOS HIDALGO MADRID He sido espiada y se han ofrecido dosieres contra mi persona. Las grabaciones ya se conocían en algunos medios de comunicación Así comenzaba ayer Cristina Cifuentes su comparecencia ante la prensa en la que presentaría su dimisión, a causa de las imágenes en las que se la ve retenida por el personal de seguridad de un centro comercial tras robar unas cremas. No le faltaba razón. Madrid. Invierno de 2017. Un empresario con intereses en la Comunidad llama a la puerta de algunas redacciones de cabeceras nacionales. Ofrece a sus máximos responsables documentación sobre la vida privada de Cristina Cifuentes, que la dejarían mal parada. O, al menos, esa era la intención del entorno hostil de la presidenta, que pretendía así hacer un cambalache con cabeceras críticas hacia su antecesor: Te paso esta información a cambio de que dejes de publicar cosas sobre el asunto del ático de Estepona de Ignacio González Entre el material, hay pantallazos de un vídeo en el que se ve a Cifuentes, entonces adalid de la lucha de los populares contra la corrupción, pillada in fraganti robando en un centro comercial. El empresario no consigue llegar a ningún acuerdo. González sería arrestado e ingresaría en prisión provisional tres meses después por sus supuestas corruptelas en el Canal de Isabel II. Hasta que ayer, quince meses más tarde y ya en libertad con cargos, el digital Okdiario hace pública la filmación. Los enemigos internos de Cifuen- ABC Pillada por las cámaras El 4 de mayo a las 11.30 de la mañana, Cifuentes fue pillada hurtando dos cremas faciales de 43 euros en total. Ella lo niega. Pero las cámaras grabaron cómo las portaba en el bolso y las abonó para evitar la denuncia. El misterio de las cámaras de Eroski Eroski, que entonces ocupaba el centro comercial Madrid Sur, informó ayer de que destruye las imágenes captadas en sus hipermercados en menos de un mes. La empresa vasca afirma que no dispone de documentación alguna sobre el incidente. Fuentes del caso indicaron que el borrado se solía hacer en ese súper a los quince días. Pero que un exempleado de seguridad, al enterarse de que era Cifuentes, se quedó con una copia, para cubrirse las espaldas. La Agencia de Protección de Datos ha abierto una investigación. tes, con un perfil político más limitado y menos carismático que la presidenta, quieren quitarla de enmedio. Políticamente, claro. Y ya los tenía a pares. El más reciente, Ignacio González, al que ella arrebató la candidatura a la Comunidad en 2015 y del que fue colaboradora estrecha hasta que se produjo el choque de trenes. El expresidente no asimila la afrenta de que su sucesora haya llevado ante la Fiscalía las supuestas irregularidades perpetradas en el Canal de Isabel II en sus negocios en Latinoamérica. Es la operación Lezo. Rumores de cleptomanía Cristina Cifuentes es consciente de que su legislatura va a ser muy dura a nivel de gestión (por primera vez en 20 años el PP no tiene mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid y está sometido a los votos de Cs) que lo va a tener crudo (como así ha sido) para sacar adelante sus propias leyes, y tira de la lucha contra el latrocinio institucional (aunque sea el de los suyos) para ganarse los afectos propios y ajenos. Y lo ha terminado pagando muy caro. Pero las cloacas de la política comenzaron a ser removidas mucho tiempo antes. Ya en 2003, había rumores de todo tipo, desde asuntos privados sin base alguna al de una supuesta cleptomanía que explicaría que desaparecieran pendientes, perfumes y prendas de ropa de algunas alumnas del Colegio Mayor Antonio Caro, que dirigió Cifuentes entre 1995 y 1999. Incluso se habla de las denuncias policiales de dos de las afectadas, que habrían sido retiradas posteriormente. En 1999, una asamblea de estudiantes acusó en público a la política, en su cara, de estos hechos. Cuando en enero de 2012 Esperanza Aguirre propuso al Gobierno central que nombrara a Cifuentes delegada del Gobierno, lo hizo por su capacidad para llevarse bien con las distintas sensibi- ANÁLISIS MANUEL MARÍN PUTREFACCIÓN POLÍTICA Había que triturarla para demostrar que no era ese adalid infalible contra la corrupción que presumía encarnar criterio una sola decisión. Hasta ayer, que al fin acertó. Su renuncia era una exigencia ética desde el mismo instante en que no supo aclarar ni una sola duda sobre su falso máster... pero tanto se aferró sin razón a su burbuja de omnipotencia que ha sido otra sinrazón, la de la putrefacción de la política, la que ha consumado una venganza cruel y humillante. Las mentiras C ristina Cifuentes ha caído víctima de sí misma, de sus errores y de una desorbitada pulsión de poder que le ha impedido calcular con (muy burdas en el último mes) no pesaron lo suficiente para doblegarla, y ha sido necesaria la consumación de una destrucción personal retransmitida en vídeo, cuya espúrea conservación parece haber sobrevivido inexplicablemente al Código Penal. Cualquier mínimo rastro de orgullo y amor propio que le quedase a Cifuentes para sustentar la falsa esperanza de sobrevivir en política quedó desintegrado ayer con las imágenes del hurto. Cuarenta euros en crema facial. Era inapelable. No ha sido la simple y lógica eliminación de una política que, como tantos otros, mintió sobre su currículum con sonrisas fingidas, contradicciones absurdas y una torpe exhibición de autoridad. Ha sido la laminación de la dignidad, por pisoteada que ya estuviese, a través de una fría extorsión a manos de gestapos delatoras y vengativas. Demasiado como para no asustarse con el demoledor efecto que genera el odio cainita en la escombrera de la política. Cifuentes conocía bien las líneas rojas que se han superado para aniquilarla. Había que desnudarla y exhibirla del modo más vergonzante para que nadie pueda borrar nunca el retrato de la traidora. Había que triturarla para demostrar que no era ese adalid infalible contra la corrupción que presumía encarnar. Había que enterrarla en vida pese a que era de so-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.