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ABC MADRID 10-04-2018 página 15
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ABC MADRID 10-04-2018 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 10 DE ABRIL DE 2018 abc. es opinion OPINIÓN 15 VIDAS EJEMPLARES TRIBUNA ABIERTA EL PSOE Y LA MEMORIA HISTÓRICA POR JOSÉ RAMÓN RODRÍGUEZ- SABUGO LUIS VENTOSO C omo decían Max Weber y Carlos Seco, tras una guerra civil la reconciliación no puede consistir en quitar la razón a la parte victoriosa para dársela a la derrotada, ya que no hay vencedores ni vencidos La guerra civil, en la que se perpetraron crímenes por ambos lados, debe dejarse en manos de ensayistas e historiadores como un acontecimiento histórico, y tenerlo presente para que no vuelva a ocurrir. Y hay que tener en cuenta el hecho de que la guerra civil la ganó Franco, que superó un cerco internacional al terminar la II Guerra Mundial, y dado el tiempo que perduró la dictadura, a la muerte de Franco sociológicamente estaba superada totalmente la contienda. La Ley de la Memoria Histórica 52 2007 es contraria a lo que se denominó transición de la dictadura a la democracia que comenzó por la aprobación de las Cortes franquistas de su propia disolución, y es contraria a la actual Constitución cuando proclama, en su preámbulo, la voluntad de garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes La Ley de la Memoria Histórica parte de una exposición de motivos que invoca el espíritu de la transición de convivencia más fecundo que hayamos disfrutado nunca. Sobre los que perdieron la vida o sufrieron persecución debía entenderse que abarcaba a todos los que habían luchado en alguna otra parte en la guerra civil y, en cambio, en el texto posterior se refería a los que habían luchado en una de las partes contendientes, la republicana. La Ley de la Memoria Histórica volvió a recordar y a revivir los hechos de la guerra civil cuando ya estaba consolidada la transición. Fue durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, nefasta en muchos aspectos, como reconoce el PSOE. Durante los catorce años en que el PSOE estuvo en el poder, desde 1982 hasta el año 1996, no se preocupó del tema, una muestra de aplicación práctica del espíritu de la transición y de la convivencia. El socialista Joaquín Leguina, expresidente de la Comunidad de Madrid, manifestó (ABC, 16 IX 2017) que la transición supuso el perdón mutuo y el mismo Leguina (ABC, 5 IV 2017) escribía, después de un repaso de los crímenes por ambas partes en la guerra civil, que la única posición política y moralmente sostenible hoy es la de la reconciliación nacional. Una reconciliación que se ha de sostener bajo una promesa muy sencilla: ¡Nunca más! Actualmente el PSOE anuncia una ampliación de la Ley de la Memoria Histórica consistente en un principio de indemnizaciones a los familiares que fallecieron en defensa y reivindicación de las libertades y derechos democráticos; la reparación por incautación de bienes o prisión y modificación de las pensiones de orfandad; la creación de una comisión de la Verdad, con la finalidad de conocer la verdad de lo ocurrido; la inserción en los diferentes niveles de enseñanza del estudio de una verdad de la guerra civil oficial, y un manual de estilo para el tratamiento de la información; así como contribuir al esclarecimiento de violaciones de los derechos humanos e infracciones cometidas y al reconocimiento de las responsabilidades de quienes participaron en la comisión de crímenes; proceder de oficio a la búsqueda, exhumación e identificación de personas desaparecidas; decretar el carácter radicalmen- te nulo de todas las condenas y sanciones, y cualquier forma de violencia personal, producidas por razones políticas, ideológicas o de tendencia religiosa durante la guerra civil y durante la dictadura, y castigar con la cárcel a toda autoridad o funcionario que resuelva en contra de las medidas que se pretenden, o se nieguen directamente a aplicarla. El presente artículo va dirigido al Partido Socialista Obrero Español para que sea un partido de Estado y no llegue a aprobar la indicada ampliación de la Ley de la Memoria Histórica, ya que las persecuciones, muertes, etcétera, no fueron solo de un bando, sino de ambos. Después de 69 no se puede vivir en un enfrentamiento guerracivilista; eso, partiendo del sentido común y sin ninguna otra consideración. Si el PSOE piensa sacar rendimiento electoral de la ampliación de la Ley de la Memoria Histórica, nada más lejos de la realidad. El PP, que recogía en su programa la derogación de la Ley de la Memoria Histórica, en sus cuatro años de mayoría absoluta, a partir del año 2012, no derogó la Ley, incumplien- UY SI FUESE AQUÍ... Dos mil policías galos contra 250 okupas. Nadie lo afeará N REUTERS do su programa electoral, más preocupado por el control del déficit público. Fue perdiendo el apoyo de sus votantes en las sucesivas elecciones: municipales, europeas, autonómicas, y nacionales... En relación al PSOE, las actuales generaciones de votantes ya no recuerdan ni conocen lo que pasó en la guerra civil. Por ese lado, no conseguiría ampliar el número de electores, a los que preocupan otras cuestiones, como el desempleo juvenil. Desde 1982 a 1993, el PSOE no necesitó una Ley de la Memoria Histórica para ganar las elecciones. El presidente del Gobierno de Portugal, el socialista Antonio Costa, en unas declaraciones a ABC (11 II 2017) refiriéndose al paso del tiempo, decía: No voy a abrir una pelea sobre el pasado. El pasado, pasado está Una muestra de sentido común. Las propuestas a las que me refiero parecen una incitación al odio, la hostilidad, y la discriminación de un grupo de españoles por razón de su pertenencia a referentes ideológicos y creencias políticas, algo que, como digo, por la lejanía del tiempo, no tiene sentido y hay que dejar en manos de ensayistas e historiadores. El PSOE será estudiado como perpetuador de la Guerra Civil. Si, al contrario, impulsa la derogación de la Ley de la Memoria Histórica, llevaría a cabo un acto político trascendental, histórico, responsable, necesario, imprescindible y digno de alabanza. JOSÉ RAMÓN RODRÍGUEZ- SABUGO ES ABOGADO ANTES Atlantique era y es el mayor aeropuerto del Oeste de Francia, pero se quedó chico. La proximidad de la ciudad hacía que no pudiese crecer, así que desde hace décadas se venía proyectando otro. En 2008, el Gobierno galo aprobó por fin la construcción de un flamante aeródromo internacional a 30 kilómetros del actual, en un área boscosa y de humedales llamada Notre- Dame- des- Landes. De inmediato arreciaron protestas ante el valor natural de esos parajes. En 2008, un grupo de anarquistas y ecoguerrilleros fundó una comuna okupa en los terrenos donde el Gobierno pretendía ubicar el aeropuerto. Levantaron un centenar de chabolas de chapa de madera, talleres una suerte de carpa de circo... Lo clásico en una utopía autogestionaria, sueño que de manera indefectible acaba en poca gestión, mucha roña y niños maltratados por la obcecación antisistema de sus padres. Durante diez años, la comuna norteña se convirtió en Francia en un símbolo de resistencia anarquista. El pasado enero, Macron descartó por fin un aeropuerto allí. Pero también tomó otra decisión: acabar con la okupación ilegal de aquellas tierras. Dicho y hecho. A las cuatro de la madrugada del domingo al lunes, 25 escuadrones de la Gendarmería Móvil se presentaron en Notre- Dame- des- Landes. En total eran 2.500 agentes antidisturbios, subidos a imponentes vehículos y fuertemente armados, para enfrentarse a tan solo 250 okupas que todavía resistían allí. Los anarquistas cortaron las carreteras con barricadas de ruedas en llamas, como han hecho en semanas pasadas los radicales separatistas en Cataluña. Pero la caravana policial, que incluía hasta máquinas excavadoras, apartó los obstáculos y continuó avanzando hasta el corazón de la comuna. Allí fueron recibidos con cócteles molotov. Los agentes no se anduvieron con melindres, simplemente redujeron a sus oponentes con una lluvia de gases lacrimógenos. Luego trincaron a los okupas y se los llevaron. La operación concluyó al alba con los bulldozer derribando las casetas del Shangrilá autogestionario. El exprimer ministro Valls, socialista, no puso pegas a lo que nuestra izquierda antipatriota llamaría violencia policial Era necesario zanjó. Un portavoz del Gobierno explicó claramente a los ciudadanos los principios de la República francesa: Pase lo que pase, la fuerza del Estado de derecho y las reglas deben de prevalecer A Macron le importa un bledo lo que pueda decir la prensa biempensante de otros países europeos. Sabe que Francia es una respetable democracia, que el Estado ostenta el legítimo monopolio de la fuerza a fin de defender los derechos y libertades de todos y que no se puede tolerar el desorden, pues supone un agravio para el resto de los ciudadanos y una burla a la ley. Aquí, que somos más modernos, creemos que si unos sediciosos separatistas cortan las autopistas, impiden la salida de los AVE en Sans y perjudican a miles y miles de catalanes en su vida cotidiana, lo guay es mandar a los mossos a confraternizar con ellos. España no tendrá mayor problema el día en que PP, PSOE y Ciudadanos asuman de verdad cómo funciona una gran democracia, que no es precisamente agachando la testuz.

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