ABC MADRID 31-03-2018 página 35
- EdiciónABC, MADRID
- Página35
- Fecha de publicación31/03/2018
- ID0006764291
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ABC SÁBADO, 31 DE MARZO DE 2018 abc. es conocer SOCIEDAD 35 ¡Tened la valentía de ir contracorriente! En los oficios del Viernes Santo el Papa no predica, sino que se postra por tierra en la Basílica de San Pedro, escucha al predicador y medita con los demás fieles la Pasión y muerte de Jesús. Ayer lo hizo como ejemplo a los jóvenes que habían realizado las lecturas iniciales y son los protagonistas en Roma desde hace diez días. Y es que 300 chicos y chicas de todo el mundo vinieron a preparar el Sínodo de los Jóvenes del próximo mes de octubre. Por ese motivo, el predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, se dirigió especialmente a ellos, invitándoles a meditar tres versos de un gran poeta creyente del siglo pasado, T. S. Eliot, que dicen más que libros enteros Son breves, directos y retadores: En un mundo de fugitivos la persona que va en dirección contraria parecerá un desertor Con gran energía, el anciano y carismático capuchino exhortó a los jóvenes: ¡Sed de los que toman la dirección contraria! ¡Tened la valentía de ir contra corriente! La dirección contraria es una persona; es Jesús, nuestro amigo y redentor SANTIAGO MARTIN TRES DÍAS, SIETE DONES La despedida de Jesús en su paso por la tierra fue a lo grande L Nínive, como otros ciento veinte mil cristianos, por la irrupción asesina del Estado Islámico el 6 y 7 de agosto de 2014. A su vez, dos franciscanos de la Custodia de Tierra Santa llevaron la cruz en la decimotercera estación. Son los expertos en aguantar tiempos duros desde el siglo XIII, siguiendo el ejemplo de mansedumbre y valentía de Francisco de Asís. Las críticas pueden ayudar AFP bía amado. Vuestros ojos se cruzan por un instante, el rostro de uno en el rostro de otro Sofía Russo entraba en la escena de la octava estación: Ahora hablas con las mujeres de Jerusalén, que te ven y lloran. También yo soy una de esas mujeres... Hoy estamos acostumbrados a un mundo de palabras ambiguas, una fina hipocresía... En cambio tú, Jesús, hablas a las mujeres como un padre, también cuando las reprendes: tus palabras son palabras de verdad, con el único propósito de corregir, no de juz- gar Aunque las decenas de millares de participantes en el Viacrucis no lo sabían, entre las personas que llevaban la cruz tomando el relevo de una estación a otra había auténticos héroes y casi mártires. Como una familia de Siria (Riad y Rouba con sus tres hijos) testigos del drama de la destrucción planificada de su país y la crueldad infligida a los cristianos. Tres estaciones después, en la décima, la cruz pasaba a las manos de la hermana Genevieve Al Haday, una religiosa iraquí forzada a huir de la llanura de Como hace cada año, también este Jueves Santo el Papa fue a almorzar con diez sacerdotes de su diócesis de Roma en el apartamento de Ángelo Becciu, número tres del Vaticano. Uno de ellos, le preguntó si las críticas le hacían sufrir. Según relata Pietro Sigurani, párroco de San Eustaquio, nos dijo con mucha serenidad que las críticas provienen del puesto que ocupa, y que sería extraño que no las hubiese. Pero que, si uno confía en el Señor, incluso las críticas pueden ser una ayuda en ciertos momentos El Papa celebra este Sábado Santo a las 20.30 horas la vigilia de la Resurrección en la Basílica de San Pedro. a despedida de Jesús en su paso por la tierra fue a lo grande. El amor de Dios por los hombres se derramó con una generosidad infinita. Los últimos tres días dieron fe de aquellas palabras del evangelista Juan: Habiendo amado a los suyos los amó hasta el extremo Los regalos del Jueves fueron de lecciones y alimentos. La gran lección, la que culminaba toda su enseñanza ética: Amaos unos a otros como yo os he amado, y ahí el acento está en el como yo que habla claramente de su autoconciencia divina, pues nadie salvo Dios puede ponerse a sí mismo como modelo sin pecar de soberbia al hacerlo. El alimento fue la Eucaristía, su Cuerpo y su Sangre, presencia real y sagrada, solemne y sencilla, fuerza y misterio. Y el tercer regalo de esa maravillosa tarde fue el sacerdocio, como pieza imprescindible del sacrificio eucarístico. El Viernes también fue pródigo en regalos, aunque el contexto era trágico. En la Cruz nos regaló a su Madre como madre nuestra y jamás, jamás, jamás podremos agradecérselo lo suficiente. Nos dejó ver lo íntimo de su alma desgarrada cuando gritó en voz alta, para que todos lo oyéramos, aquel Dios mío, por qué me has abandonado y para que, oyéndolo, entendiéramos que ante el dolor Dios admite la duda y que la noche oscura no es un paseo dulce por un campo de flores. Y para terminar de mostrarnos que era uno de los nuestros, pero que se entregaba como uno distinto, un Dios- hombre que muere como hombre y salva como Dios, derramó su sangre para envolvernos en el abrazo salvador de su divina misericordia. Y luego llega la madrugada del domingo, cuando culmina la entrega de regalos de aquel triduo maravilloso. Con la resurrección dio justificación a la esperanza. Sus tres promesas se cumplían en esa hora: estaré a tu lado cuando sufras, te perdonaré cada vez que pidas perdón y, por mi sangre derramada, te abriré las puertas del cielo. Tres días, siete regalos. Los últimos, no los únicos. Los definitivos. Suficientes para decir, con el poeta: Muéveme, en fin, tu amor y en tal manera, que aunque no hubiera cielo yo te amara Agradecer tanto amor no es una opción, es un deber de bien nacido.