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ABC MADRID 25-03-2018 página 63
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 25 DE MARZO DE 2018 abc. es cultura CULTURA 63 ...y su personaje Alfonso VIII 1180. Nace la infanta Berenguela, que llegaría a regir el reino, por la muerte prematura de todos los hijos varones. 1195. Derrota de Alarcos. La frontera del Guadiana se derrumba, cae Calatrava la Vieja. Los almohades, contra Castilla. 1200. Incorporación del resto de Álava, Vizcaya y buena parte de Guipúzcoa a la Corona de Castilla. 1212. Batalla y victoria decisiva para la cristiandad en Las Navas de Tolosa. Derrota del Imperio Almohade, que se desintegrará. 1214. Muere Alfonso VIII de fiebres en Gutierre- Muñoz (Ávila) Es enterrado, con su esposa, en el monasterio de las Huelgas (Burgos) La batalla de las Navas de Tolosa óleo de Van Halen expuesto en el Senado solo una veintena de caballeros. Los supervivientes se refugiaron en el castillo al mando de Diego López de Haro, quien pudo negociar con Pedro Fernández de Castro, ahora jefe del enemistado linaje que había combatido del lado musulmán, su retirada. La frontera del Guadiana se derrumbó, cayó Calatrava, y al año siguiente los almohades atacaron por todos los frentes, tomando Trujillo y Plasencia, arrasando las vegas toledanas y en complicidad con los reyes cristianos de León y de Navarra, que también le acosaron. Pero Alfonso consiguió aguantar y firmar treguas. gua, costumbres y se mantendría siempre que pudo a su lado; fue mecenas de artistas y constructores de catedrales, fundó el monasterio de las Huelgas y le dio diez hijos conocidos al menos. La primera, ya cumplidos los 18 años, Berenguela, que llegaría a regir el reino, pues todos los hijos varones fallecieron prematuramente. Los almohades fueron la gran amenaza de su reinado. El poderoso imperio que había desplazado a los fanáticos almorávides en el Magreb, desembarcó en España en 1160, destruyó los nuevos Taifas, y unificó bajo su doctrina y aplicación fanática de la sharía, incluida la violenta persecución de judíos y mozárabes, todo Al- Ándalus. Fundados por el mahdi Utmar, al leer sus proclamas para documentar El rey pequeño me estremecí. Eran las mismas, calcadas, idénticas, que ahora oía, 800 años después a los terroristas del Daesh incitando a sus bestiales atentados. Alfonso no solo no se arredró ante ellos sino que les arrebató la inexpug- nable Cuenca. En aquel cerco, en una salida desesperada de los musulmanes, pereció defendiendo la tienda del rey, don Nuño Pérez de Lara, su antiguo tutor y lo más parecido a un padre que Alfonso había conocido. Siguieron años de victorias, de hacer avanzar la frontera, de consolidarla con las recién creadas órdenes militares de Calatrava y de Santiago y de repoblarla con campesinos libres a los que otorgaba fueros al igual que a las villas marineras cantábricas, como Laredo o Castro Urdiales, para construir en ellas la poderosa armada castellana que iba luego a dominar los mares durante más de tres siglos. Sin embargo, la peor de las derrotas le acechaba. Un nuevo califa almohade, Abu Yusf Almansur, le desafió en Alarcos. El rey, envalentonado y temerario, no quiso esperar el refuerzo del rey de León, y cargó sin dejar reserva alguna en retaguardia. Frenado su ataque, su ejército fue rodeado y destrozado por la caballería ligera de los agarenos. El rey logró salvarse con tan do de efectivos y bloqueado, habría de dar la confusamente vuelta y sería aplastado. Pero la famosa historia del guíapastor, milagrosamente, logró abrirse paso y se plantó ante su tienda roja. Su victoria fue la más crucial de toda la Reconquista, tanto por número de combatientes como por sus consecuencias. Pero no sería Alfonso quien lo aprovechara. Los años siguientes la sequía se ensañó con Castilla provocando una espantosa hambruna. Su salud no iba a resistir más. A punto de cumplir los 59 años, y 56 de reinado, las fiebres acabaron con él mientras viaja al encuentro de una de sus hijas, casada con el rey Vengar la derrota Alfonso II de Portugal en Gutierre- MuDesde entonces su objetivo fue vengar ñoz (Ávila) En breve, Leonor y su hereaquella derrota y recuperar las tierras dero, Enrique I, le siguieron a la tumba. arrebatadas por sus primos, pues todos Berenguela, separada por orden papal los reyes peninsulares lo eran, incluido de Alfonso IX de León, se convirtió en el de Portugal. Un verdaregente y el hijo de ambos, dero y real Juego de Trosu nieto Fernando III, culUn gran rey nos. Con el cambio de siminaría su obra reunifiFue un rey glo consiguió que Vizcacando para siempre los trascendental ya y Guipúzcoa se unieran dos reinos, conquistando en la historia a Castilla. Los hijos de los Córdoba y Sevilla y dejanmuertos en Alarcos, a los do reducido el poder mude Castilla, que protegió, serían su sulmán a Granada. de España mejor arma y al mando de Alfonso VIII fue un rey y de Europa sus tropas puso a López trascendental en la histode Haro, señor de Vizcaria de Castilla, de España ya, que habría sufrido en y de Europa. Artífice de la Una patraña propias carnes la afrenta. victoria más determinanLa presunta En 1212, con una bula te a la que pareciera que historia de la papal de Cruzada, Alfonahora no se quiere otorJudía de Toledo so se puso en marcha, con gar ese rango. No solo eso, con la que el leal Pedro II de Aragón una pertinaz patraña pesa el rey estuvo al lado. El rey leonés no sobre su imagen. La preen adulterio acudió, aunque permitió sunta historia de la Judía hacerlo a sus caballeros y de Toledo con la que el rey Alfonso II de Portugal apeestuvo en adulterio y ennas pudo mandar tropas, pues estaba cerrado, ¡durante siete años! desatensiendo atacado. El navarro Sancho se diendo sus obligaciones y perdiendo negaba a acudir a la cita. Los cruzados por ello en Alarcos, que en absoluto se francos sí vinieron. Y comenzaron a cau- compadece con la cercanía continua y sar problemas en Toledo cuando inten- los embarazos de la reina. Nada hay de taron asaltar la judería. Caballeros cas- ello en los manuscritos medievales de tellanos y aragoneses se armaron ante la Primera Crónica General de Alfonso sus puertas y lo impidieron. Como lue- X el Sabio, rigurosamente editados por go impedirían masacrar a los prisione- Menéndez Pidal, sino un algo añadido, ros tras la toma de Calatrava la Vieja y casi cuatro siglos después, en una coMalagón. Descontentos y quejosos de pia impresa a mediados del XVI, profula comida y el calor, desertaron. samente extendido luego por el romanQuien si acudió, al cabo, fue el gigan- ticismo literario y escénico. Un rey que tón Sancho VII, y con él llegaron al paso bien al contrario, y como concluía el de La Losa, taponado por los almoha- gran historiador Gonzalo Martínez Díaz des. Quizás la deserción de los francos en su biografía, hizo brillar la paz, la fue clave, pues hizo salir al nuevo cali- justicia y el respeto a la autoridad del fa, Abu Abd Allah, el Miramamolin de monarca, sin que las crónicas y la dolos cristianos, de su guarida. Suponía cumentación nos registren un acto desque el ejército cristiano, muy merma- pótico, cruel y arbitrario

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