ABC MADRID 25-03-2018 página 25

ABC DOMINGO, 25 DE MARZO DE 2018 abc. es PRIMER PLANO 25 El poder empresarial La disrupción tecnológica ¿QUIÉN DEFIENDE NUESTRA LIBERTAD? POR CÉSAR ANTONIO MOLINA Los ciudadanos cada vez se sienten más huérfanos y desamparados frente a estos gigantes sin rostro. Se encuentran cada vez más inquietos ante este creciente totalitarismo silencioso que se superpone a los sistemas políticos legales y legítimamente conformados Estas empresas que, a diferencia de los ciudadanos de cada país no pagan sus impuestos, los evaden, los ocultan o amenazan, cuando son descubiertos, a las autoridades locales y tienen sus fondos en paraísos fiscales, etc. Resumiendo: estas empresas se han quedado con las noticias, la publicidad, los impuestos, las ideas, los gustos, los sentimientos, los datos y un sinfín larguísimo de más cosas. La democracia es el sistema de gobierno más justo, equitativo y benefactor dentro de lo posible. La democracia es la forma de gobierno que busca enaltecer a los seres humanos, permitirles pensar y ser libres. ¿Hoy nuestras democracias cumplen con estos preceptos? Los ciudadanos cada vez se sienten más huérfanos y desamparados frente a estos gigantes sin rostro. Los ciudadanos se sienten cada vez más inquietos ante este creciente totalitarismo silencioso que se está superponiendo a los sistemas políticos legales y legítimamente conformados a través de las urnas. Si un país no controla su información, si un país no puede luchar contra la manipulación de sus ciudadanos, si un país no puede controlar su economía y su libertad frente a otras potencias extranjeras, qué le queda. Desde hace años, intelectuales de todo el mundo vienen denunciando a través de los medios de comunicación y de una abundante bibliografía, este peligroso descontrol en el que se intenta, en el fondo, modificar el actual modelo de la democracia auténtica por otro denominado democracia de masas en el cual todo esté bajo el control de aquello que pueda hechizarlas. La inventiva tecnológica muy importante si se utiliza bien- no puede ocultar el vacío intelectual y la pobreza espiritual si los estados no son capaces de ordenar y supervisar todo esto. Caso de que no sea así la manipulación de las masas como en otras épocas no demasiado lejanas, provocarán muchos males. La civilización es precisamente la capacidad humana de decir ¡no! ¡No! A lo que está sucediendo en contra de nuestra libertad. ¡No! al ser humano como moneda de cambio para seguir haciendo ricos a unos cuantos. ¿T iene la democracia occidental todo el poder en sus manos o, desde hace décadas, ha ido perdiendo autoridad en favor de las empresas supranacionales que, cada vez más, están controlando nuestras vidas en contra de nuestra libertad? ¿Tenemos control sobre las empresas tecnológicas que campan a sus anchas sin ningún tipo de límites? ¿Podemos asumir que en nuestras democracias occidentales las personas, los ciudadanos libres y amparados por sus constituciones y sus leyes tienen al cien por cien el control de sus vidas y haciendas? En ninguna época como en la que estamos viviendo unas empresas privadas, en apariencia únicamente dedicadas al normal ánimo de lucro, han llegado a adquirir un poder tan grande no solo económico sino también político- social. Empresas multinacionales que controlan sin permiso nuestros datos, empresas ajenas que se han apropiado de los contenidos artísticos y audiovisuales, empresas que han protegido o favorecido la piratería, empresas que han monopolizado la publicidad e intentan influir en el mundo cotidiano y de consumo de los individuos, empresas que venden o como, en el reciente caso de Facebook, se dejan robar los datos de millones de personas que siguen sin el amparo legal de su país nacional o supranacional como sucede en nuestro caso y en la Comunidad Europea.