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ABC MADRID 13-03-2018 página 31
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ABC MARTES, 13 DE MARZO DE 2018 abc. es internacional INTERNACIONAL 31 DE LEJOS Demandas Respuesta creíble May reclama al embajador ruso en el Reino Unido una respuesta creíble que si no satisface a las autoridades británicas tomarán este ataque como una acción equivalente al uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso contra el Reino Unido PEDRO RODRÍGUEZ ¿PUTIN CON EL CANDELABRO EN LA BIBLIOTECA? Con armas de destrucción o distracción masiva, cada vez es más difícil creerse la inocencia del Kremlin Dos opciones La primera de ellas es que se trate de un ataque directo de Rusia; la segunda, que las autoridades rusas hayan perdido el control de la sustancia utilizada y que esta haya caído en manos inapropiadas. P Represalias Entre las opciones que baraja el Ejecutivo de May están la expulsión del embajador ruso, la revocación de visados de personas que tengan algún tipo de vínculo con el Kremlin e, incluso, posibles sanciones financieras. El veneno Se trata de un arma química de naturaleza militar fabricada en los años setenta y ochenta por los laboratorios militares de la antigua Unión Soviética. Según la primera ministra, Rusia puede tener todavía capacidad para producirla, aunque está prohibida por los tratados internacionales. REUTERS xico contra Skripal tuvo que hacerse sin duda siguiendo órdenes de Moscú, ya que nadie más podría estar interesado. En el FSB es tradición castigar a los traidores para mantener la disciplina en sus filas Y tiene lógica que Putin pudiese estar al corriente de lo que se tramaba contra semejante enemigo del Estado El actual presidente ruso procede del KGB, en donde llegó a alcanzar el rango de coronel. Se valió de sus compañeros espías mientras tejía intrigas con las mafias en el San Petersburgo de los años 90 para obtener negocios con los que mantener a flote el Ayuntamiento de la ciudad, tarea que le encomendó el entonces alcalde Anatoli Sobchak. Todo aquel círculo de agentes leales formaron más tarde el núcleo duro del poder de Putin cuando se convirtió en presidente. El exagente exiliado en el Reino Unido, Alexánder Litvinenko, precisamente denunció desde Londres los métodos del FSB y contó en un libro que fueron miembros destacados de su cúpula, empezando por Nikolái Pátrushev, quienes dinamitaron Rusia en el otoño de 1999. Se refería a los sangrientos atentados llevados a cabo en varias ciudades rusas contra edificios de viviendas que fueron derribados con explosivos. De aquellas brutales acciones se culpó a los separatistas chechenos, pese a que nunca lo reivindicaron. Litvinenko también informó al CNI sobre los posibles vínculos entre personas próximas a Putin y las mafias rusas en España. ¡Qué casualidad! su encuentro en el Hotel Millennium de Londres con los agentes del FSB, Andréi Lugovói y Dmitri Kovtún, acabó en envenenamiento. Uno de los dos le echó polonio- 210 en el té y Litvi- nenko murió días después, el 23 de noviembre de 2006. La Justicia británica concluyó que detrás del asesinato estaba probablemente Moscú y pidió a Lugovói viajar a Londres para prestar declaración, algo que nunca hizo. Hoy es diputado de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) Gracias a las informaciones facilitadas por traidores como Litvinenko o el antiguo general del KGB Oleg Kaluguin, también en el exilio, se supo de la existencia del Laboratorio- 12 conocido también con el nombre de la Cámara creado por orden de Stalin durante los años 30 con el objetivo de sintetizar potentes venenos que mataran con rapidez y, a ser posible, sin dejar huella alguna en el organismo que pudiera ser detectada. utin lo ha conseguido. Rusia es otra vez una superpotencia pero del cinismo. Cuando el Kremlin hace periódicamente limpieza de sus tránsfugas y disidentes con polonio 210, dioxina, gas nervioso o la clásica sobredosis de plomo y pólvora llaman la atención sus reiterados esfuerzos por justificar lo injustificable y negar cualquier responsabilidad. Por supuesto, el requiebro más recurrente utilizado por los sicofantes apologistas del putinismo es que el régimen de Moscú es víctima de una histérica e injusta rusofobia obsesionada en atribuir las más siniestras y aviesas intenciones a esta ejemplar democracia liberal. Se puede decir que la estrategia rusa de marca país para jugar al despiste está basada en la consigna de que nada es verdad y todo es posible. Una estrategia que se apalanca en un cuidadoso esfuerzo por difuminar responsabilidades, acompañado por el temor de muchos gobiernos a la hora de ser los primeros en llamar a las cosas por su nombre. Ya sean armas de destrucción o distracción masiva. Ante el ataque con gas nervioso perpetrado en territorio inglés contra el exespía Sergéi Skripal y su hija Yulia, el gobierno británico ha llegado a la conclusión de que es altamente probable la responsabilidad del Kremlin. Según la primera ministra, Theresa May: Solo hay dos explicaciones posibles para lo que pasó en Salisbury el 4 de marzo. O bien fue una acción directa del Estado ruso contra nuestro país. O el Gobierno ruso ha perdido el control de este agente nervioso de efectos potencialmente catastróficos y ha permitido que llegue a manos de otros Para toda persona con un cociente intelectual por encima de la temperatura ambiente resulta difícil creer en la inocencia y bonhomía de Putin, desde el Consejo de Seguridad a Ucrania o Siria pasando por el trágico destino reservado a todo el que se atreva a cuestionar a un régimen que se comporta en la arena internacional lo más parecido a un gánster. Como decía el historiador Edward Gibbon, Roma terminó conquistando el mundo en defensa propia.

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