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ABC MADRID 04-03-2018 página 71
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ABC MADRID 04-03-2018 página 71

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 4 DE MARZO DE 2018 abc. es deportes DEPORTES 71 Adiós a un icono Fútbol el Real Madrid a El Molinón o él venía aquí con el Sporting. Es muy importante destacar que toda España le ha rendido homenaje. Eso dice muchas cosas. Es muy bonito Se nos muere Quini En sus últimos años estableció con los muchachos de las generaciones siguientes una hermosa relación cariñosa y tutelar que se potenciará con su eterna presencia labrada en mármol en la fachada del estadio DAVID GISTAU Adelardo Era extrovertido, siempre de broma, no había penas con él El jugador con más partidos disputados en el Atlético se vio las caras con Enrique Castro en los años setenta: Era un gran delantero y no le vi como un rival. Jugabas contra él y siempre tenía una sonrisa para ti. Era muy extrovertido, siempre estaba de broma Adelardo subraya su ejemplo: No había penas con él, era muy llano, cálido, a Quini no le considerabas un adversario D José Emilio Santamaría Era un gran rematador, le vi progresar desde joven Santamaría le vio creer como futbolista. Fue su entrenador en la selección española amateur: Era un buen chaval, humilde, con mucha ilusión, trabajador, con mucho futuro, veías como progresaba año a año. Un gran rematador con las dos piernas y con la cabeza. En 1970 ganamos el Europeo frente a Italia, en Forti di Marmi, con cuatro goles de Enrique. Vimos que iba a ser un gran delantero. Y lo fue. Pero su calidad humana ha sido aún más importante. Todo el mundo habla bien de él e mi tiempo de infancia en Gijón recuerdo el descubrimiento del fútbol de marea baja. Es decir, las pachangas sucesivas sobre la arena dura que en invierno llenaban entera la playa de San Lorenzo y en las que era fácil entrar siempre que se trajera a otro para no desparejar los equipos. Más allá del río Piles, estaba El Molinón como irradiando encanto, porque otra cosa que aprendí en Gijón fue cuán fuerte es la identidad de un equipo alrededor del cual, enamorada, se aprieta entera una ciudad futbolera y además norteña, para mayor gloria. A veces, en las pachangas playeras entraba algún jugador o exjugador del Sporting: siempre he presumido de haber sido conminado por Uría, a los catorce años, a abstenerme de entrar por su zona. Otras veces circulaba el rumor de que entre los espectadores acodados en la baranda había ojeadores de Mareo y entonces los chavales de la playa empezaban a entrar fuerte, a jugar en serio. Una vez alguien dijo que ahí arriba estaba Quini y lo que sucedió entonces fue que los partidos se detuvieron para otearlo. En mi primera vez en El Molinón no habría sido posible ver a Quini, aunque ya había regresado del Barcelona para postergar en casa una retirada anunciada y sellada con un partido homenaje junto a la Diagonal. Venía el Real Madrid pero justo se estaba cumpliendo una sonada huelga de futbolistas, por lo que tuvieron que salir a jugar juveniles: 0- 1 para el Real Madrid, si la memoria no me falla. Aquel Gijón y aquel Sporting míos son exactamente los que salen en Volver a empezar la película de Garci. Reconozco en ella hasta evocaciones de las grisuras, así como de la mole industrial de Ensidesa, en cuyo equipo Quini jugó, que de noche, afilada como un esqueleto y llena de luces dispersas, ofrecía en la carretera una visión como de Blade Runner Mis recuerdos del Quini anterior no son tan concretos. A mi alma madridista tampoco tuvo que resultarle simpático que migrara al Barsa de Maradona y Schuster del cual se me quedó fijada la imagen tes una hermosa relación cariñode Perico Alonso corriendo con los sa y tutelar que ahora no terminapulgares arriba. Recuerdo un gol rá, sino que se potenciará con la oportunista en una final de Reco- eterna presencia intangible de un pa contra el Standard de Lieja que nueve cuyo nombre queda labraresume su listeza de nueve preda- do como en mármol en la fachada dor que en Gijón fundó una espe- del estadio. cie cuyo último ejemEl otro día, cuanplar conocido es Dado Quini desfalleció Desgarro vid Villa. Recuerdo el volante de su Imagino el grito sobre el dos policías desasosiego nacional coche, por su secuestro que, del primer policía acudieron y trataron que le atendió. de forma indirecta, de salvarlo con maImagino ese grito niobras de reanimacontribuyó al advenimiento de aquella ción. Se les iba y uno acongojando a Real Sociedad que la ciudad entera de ellos gritó: ¡Que también compuso en venga la ambulancia gran parte la selecque se nos muere Quición mundialista del 82. Con Espa- ni! Se nos muere Quini. Imagino ña no recuerdo muchas grandes ese grito transmitiéndose por la noches de Quini, pero sí sé de una ciudad, ganándola entera, acongolesión grave que le infligió con un jándola entera. Imagino ese grito codazo en el pómulo nadie menos que, al dejar de resonar, sacó todo que George Best. Gijón para acudir en peregrinación El Quini de los últide despedida al estadio, más allá mos años, incluido del río Piles, no tan lejos de aquel que dudonde aparecían balones rante mucho y se podía entrar a jugar tiempo llevó en cuanto bajaba la impresas en marea. el rostro las devastaciones de un cáncer, es el que me resulta conmovedor pese a que ya no sea posible hablar de su humanidad y de su bondad sin rozar un cliché. El delegado en la banda, metido junto a los demás en el autobús de un equipo al que a menudo se le hizo demasiado larga la estancia en Segunda. El paseante por el cual los vecinos de Gijón seguían deteniendo el paso junto a la Escalerona. La leyenda que, en lugar de resultar abrumadora, establece con los muchachos de las generaciones siguien- IVÁN MATA ABC

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