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ABC MADRID 25-02-2018 página 43
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ABC MADRID 25-02-2018 página 43

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 25 DE FEBRERO DE 2018 abc. es internacional INTERNACIONAL 43 una prueba de tiro fue suficiente para que entrase a formar parte del grupo de combate. Lógico, porque es tirador olímpico. La vida en el campamento, explica, es austera aunque la comida no falta y la carencia de pescados y carnes se suple con las vitaminas que les recetan los médicos que los acompañan. También cuentan con tarjetas de prepago para comunicarse con su país y, sobre todo, con mucha munición. En los ocho meses que luchó contra los yihadistas, nunca supo de dónde llegaba todo ese cargamento, pero no faltó jamás. La procedencia de las armas está más clara: son esencialmente AK 47 heredados de la guerra de Bosnia o incluso procedentes de Rusia. Deshechos resume. Esa es la realidad de un conflicto desigual en el que las milicias kurdas se encomiendan a fusiles obsoletos y se mueven en caballo. Los grupos de Daesh lo hacen a golpe de dron y con la última tecnología armamentística. Lo irracional de batallar por una causa tan ajena a su realidad tiene una explicación, no digerida, que Manuel relata sin entrar en detalles. Es la fotografía grabada en su retina de las cabezas de niños muertos con las que los radicales yihadistas obstaculizaron su entrada a un poblado. Nada más que añadir. El horror que discurrió ante los ojos de este curtido exagente del Instituto Armado se lo guarda para él, aunque confiesa que los kurdos enganchan y que por eso volvió al campo de batalla después de que una granada le reventase cerca de la cabeza. La suerte evitó que Manuel fuese el primero de esa negra lista de españoles fallecidos, pero las secuelas siguen ahí. Heridas de guerra En España, los médicos le aconsejaron que no regresase porque presentaba una conmoción cerebral y pérdida de visión en un ojo. Pero hizo caso omiso y volvió a subirse a ese avión con destino Erbil. El problema fue que dia civil se reunió con dos militares, un occidental llama demasiado la atenuno sueco y uno kurdo, que le dieron ción y los propios kurdos- -en su facun plazo de dos días para ción más europeizada- -preparar su llegada al lo detuvieron a él y a dos El horror campamento. Le pidieextranjeros más. Entre Manuel nunca ron que se deshiciese de este momento y el día en olvidará las lo poco que llevaba y se que un amigo español llecabezas de niños gó a recogerlo en misión quedase con un mínimo muertos con las humanitaria (embajada imprescindible, que no debía incluir móviles. Con que los yihadistas mediante) pasaron 41 larellos, en una vieja furgo- obstaculizaron su gos días compartiendo neta, Manuel pasó dos celda con un centenar de entrada a un días hasta que pudieron presos más. La persona poblado franquear las fronteras que lo devolvió a casa repara llegar al punto de ensume a ABC su estado Españoles cuentro. Su historia se escomo el de los prisioneen la guerra cribe sola y, aunque sueros de los campos de Se calcula que na a ficción, todo en ella concentración que acahabría unos 25 es de carne y hueso. En ban de ser liberados españoles, aquel campamento proManuel salió del infierbablemente similar al luincluidas varias no con vida y ahora se regar donde Samuel recicupera en su Galicia namujeres bió entrenamiento los tal. A la familia de Samilicianos ofrecen un muel Prada le queda mes de formación a los recién llega- esperar a su repatriación, capítulo fidos. Pero Manuel no necesitó ni una nal de una historia que se escribió con mañana. Según explicó a este diario, el lenguaje de la guerra. Siria para plantear batalla al yihadismo. Pero, pese a lo llamativo de esta decisión, Samuel es solo uno de muchos. Aunque no hay datos oficiales, se baraja que son medio millar los extranjeros que se han sumado a las fuerzas kurdas en Siria e Irak. Entre ellos podría haber alrededor de 25 españoles, incluidas varias mujeres dedicadas a la asistencia médica. Las bajas de voluntarios internacionales ascienden, según los últimos recuentos, a unas 40, contando la del gallego. Él se convirtió en un mártir para los kurdos mientras su cuerpo sigue a la espera de ser repatriado. Otros tuvieron más fortuna y salvaron, de milagro, su vida. Manuel, con más suerte Porque si Samuel es la cruz de este relato bélico en el que la metralla te atraviesa y las bombas ensordecen, Manuel es la cara. Orensano de 50 años, su perfil dista mucho del de su paisano y eso le permitió escalar pronto en la jerarquía del grupo de combate del que entró a formar parte por pura con- vicción. En el expediente de este guardia civil retirado tras un grave accidente de tráfico en el que su compañero perdió la vida y él se ganó el apodo de El Cojo figura una hoja de servicios intachable, labrada en los años de plomo del conflicto vasco. En San Sebastián, y al abrigo de las unidades antiterroristas, Manuel se convirtió en conductor de alto riesgo y adquirió unos conocimiento militares que en la frontera siria le ayudaron a esquivar la muerte. Internet fue el canal a través del que este gallego buscó una puerta de entrada al Kurdistán. Lo intentó a través de varias vías incluido un voluntariado con la Iglesia pero el camino se lo allanó una asociación formada por soldados profesionales de todos los puntos de Europa. Tras su primer contacto con ellos, Manuel, mochila al hombro y casi sin mirar atrás, se montó a un avión que él mismo se costeó. En Erbil (Irak) capital de la Región Autónoma Kurda y sede del gobierno regional, el ex guar-

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