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ABC MADRID 18-02-2018 página 37
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 18 DE FEBRERO DE 2018 abc. es internacional INTERNACIONAL 37 Preparativos de la feria de armas de Florida el pasado viernes pueda usarla para defenderme de tipos como Cruz El puesto de James es de los menos visitados. Él solo vende camisetas, machetes y otros útiles de caza. Y la estrella de esta fiesta son las pistolas, revólveres, rifles y fusiles que se ofrecen en otros tenderetes. AFP Cómo Rusia creó su maquinaria de desinformación La Fiscalía de EE. UU. describe una operación que se inició hace tres años J. ANSORENA NUEVA YORK La estrella del evento El AR- 15, el arma homicida de Cruz, es uno de los más solicitados. La versión más básica cuesta poco más de 600 dólares, pero, como sucede con otros muchos productos en la era digital, hay ofertas más ventajosas en internet. Uno de los competidores del AR- 15 es el Smith Wesson 5.56. Los dependientes de Shoot Straight Florida, una cadena de armerías que presume de arraigo fue fundada en 1979 explican sus bondades y destacan lo competitivo de su precio. Por 544,99 dólares te llevas uno. Armas de menor calibre, como los revólveres que también fabrica Smith Wesson, se venden a partir de los 119 dólares. La hora punta es el mediodía. Las cajas registradoras operan a buen ritmo, como ocurre en casi todos los sectores de la desbocada economía estadounidense. Para entonces, Francisco espera a la salida. ¿Y en España la gente tiene armas? pregunta. No, amigo. Allí está muy controlado. Hay unos tipos que se ocupan de eso. La Guardia Civil los llaman con Rusia, algo en lo que no ha entrado Mueller en este momento de su investigación. Ayer, volvía insistir en la red social que los rusos no influyeron en el resultado de las elecciones, que no hubo confabulación entre Moscú y su campaña y, citando un artículo de The New York Post que Hillary Clinton perdió al estilo de la vieja escuela, por ser una candidata pésima. Caso cerrado Pero insiste en guardar silencio sobre lo que confirma la imputación: que Rusia interfirió en las elecciones en favor de su candidatura, algo que él ha calificado de engaño durante meses. Un ataque al proceso democrático por parte de su principal enemigo en el concierto internacional contra el que no actúa para que la legitimidad de su victoria presidencial no muestre ningún grieta. H. R. McMaster, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, aseguró ayer desde Alemania que las pruebas de la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de Rusia son ahora innegables Algo que su superior, Donald Trump, todavía se niega a reconocer, a pesar del escrito de imputación del investigador especial de la trama rusa, Robert Mueller, en el que se detalla la campaña de desinformación ejecutada desde una organización vinculada al Gobierno de Vladímir Putin desde San Petersburgo. La reacción del presidente el viernes, tras el anuncio de la imputación, se limitó a decir en Twitter que no hay complot Crear desconfianza La Fiscalía describe una operación iniciada hace tres años con el objetivo de crear desconfianza hacia los candidatos y hacia el sistema políti- co en general Se articuló desde una entidad llamada Internet Research Agency, con sede en San Petersburgo, montada por Yevgeni Prigozhin, un multimillonario cercano a Putin. En su momento de máxima actividad, en la recta final de las presidenciales del año 2016, tenía a 80 personas dedicadas a lo que llamaron guerra de información Antes de eso, habían enviado operativos a territorio estadounidense durante semanas para preparar el terreno. Crearon cientos de identidades falsas de ciudadanos estadounidenses, con cuentas de correo electrónico y bancarias. También robaron información de ciudadanos reales, como sus datos fiscales, para poder operar. La guerra fue sobre todo en redes sociales, pero también en la calle. Centrados en los llamados estados bisagra que deciden las elecciones, organizaron decenas de mítines, contactaron y contrataron ciudadanos estadounidenses para que realizaron actos electorales y diseminaron eslóganes agresivos. Seguían la línea ideológica de la campaña de Trump, pero con una marcha más. Si la gente coreaba ¡Enciérrala! en referencia a Hillary Clinton, en los mítines de Trump, ellos creaban etiquetas como HillaryForPrison Hillary a la cárcel que difundían en miles de cuentas fraudulentas en Facebook, Twitter o Instagram.

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