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ABC MADRID 20-12-2017 página 15
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ABC MADRID 20-12-2017 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MIÉRCOLES, 20 DE DICIEMBRE DE 2017 abc. es opinion OPINIÓN 15 VIDAS EJEMPLARES TRIBUNA ABIERTA LA PERTINAZ SEQUÍA POR JUAN A. SANTAMERA El 80 por ciento del gasto de agua va al regadío, cuya productividad es realmente baja en grandes zonas Ha de tenerse en cuenta que cuatro de cada cinco gotas de agua que utilizamos proviene de uno de los embalses que regulan los caudales de los ríos. Los que de forma irresponsable anuncian el fin de la era de Joaquín Costa en referencia al agotamiento del modelo basado en las presas, cometen un ejercicio doble de irresponsabilidad, ya que las presas no sólo están ayudando a mitigar los efectos de la sequía, sino que también ayudarán de forma decisiva a paliar los daños de las avenidas cuando estas se presenten. Que también lo harán, por cierto, de forma creciente, si son ciertos los presagios de los climatólogos. La magnitud del reto obliga asimismo a que se superen las rivalidades autonómicas y que se aborde una adecuada gestión integrada del agua a escala estatal, con intercomunicación de cuencas, que integre las desaladoras ya construidas. Ello requiere además revitalizar las confederaciones hidrográficas, que si están bien dotadas son capaces de resolver la mayoría de los problemas asociados al agua en España. En el capítulo de la demanda, también es preciso racionalizar el consumo. Es sin duda necesario pero poco útil cuantitativamente estimular el ahorro doméstico cuando el 80 por ciento del gasto total de agua va al regadío, cuya productividad es realmente baja en grandes zonas de nuestro país, y apenas el 14 por ciento se destina a abastecer las necesidades de los núcleos urbanos (el otro 6 va a la industria) Asimismo, la existencia de fugas en los sistemas de abastecimiento malgasta una parte importante de la disponibilidad total (según el INE, el 15,9 por ciento) Por otro lado, el reciclado y la reutilización del agua, ambos en ascenso, pueden contribuir a paliar la escasez en las zonas urbanas de manera creciente. Hoy estaría siendo reutilizado cerca del 10 por ciento del agua depurada, unos cuatrocientos hectómetros cúbicos al año. Habrá que avanzar en el ahorro, pero, no nos engañemos, las grandes decisiones han de adoptarse en otros terrenos Como puede verse, el problema del agua es complejo y su solución requiere la colaboración de todos. Una correcta planificación, el logro de un consenso amplio sobre las actuaciones necesarias y la habilitación de los recursos precisos más allá de los periodos problemáticos de sequía son los elementos de unas políticas adecuadas que paliarán el problema. Los profesionales a cargo de esta gestión estamos dispuestos a asumir nuestras responsabilidades en la materia y a prestar como siempre nuestra leal colaboración técnica a quienes decidan abordar de una vez este secular problema, que ya los ilustrados del siglo XVIII entendieron como esencial para hacer posible la modernización de la patria. JUAN A. SANTAMERA ES PRESIDENTE DEL COLEGIO DE INGENIEROS DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS LUIS VENTOSO ADAM SMITH Y LA TELE La calidad de las series es el enésimo ejemplo de las bondades del libre mercado A RRECIAN los temores cada vez más fundados de un cambio climático que agudice los fenómenos adversos y acentúe los periodos de sequía que desde los albores de la historia padece nuestro país con cíclica y pertinaz alevosía. El año hidrológico 2016- 2017, finalizado el pasado 30 de septiembre, ha sido muy seco en general. Los datos oficiales muestran que estamos en el cuarto año consecutivo en el que los valores globales de precipitaciones han estado por debajo de la media histórica. A finales de noviembre, los embalses para uso consuntivo tenían almacenada una reserva de 20.575 hectómetros cúbicos, lo que supone un 36,7 por ciento de su capacidad máxima. Esta cifra está claramente por debajo de las medias de los últimos cinco y diez años (58,5 y 55,1 por ciento, respectivamente) Hay sistemas de explotación en emergencia en ocho cuencas hidrográficas intercomunitarias. Hay una España húmeda y una España seca, y en ambas irrumpe cada cierto tiempo una fatal ausencia de precipitaciones. La irregularidad en el espacio y en el tiempo de los recursos hídricos es una de las características peculiares de nuestro país. Por eso, resulta obligado actuar para que esta peculiaridad no coarte nuestro desarrollo socioeconómico ni ponga en peligro nuestros ricos ecosistemas asociados al agua. Una obligación que requiere actuaciones de dos clases. Por un lado, es preciso mejorar la gestión del agua mediante planes hidrológicos más resolutivos y audaces. Si hoy en día podemos afrontar las sequías sin que constituyan un auténtico drama generalizado es gracias al Sistema Español de Gobernanza del Agua, gestado durante siglos y en el que nuestro gran patrimonio de obras hidráulicas y la gestión participativa del agua son pilares fundamentales. Pero no todo está hecho ni resuelto. Al hilo de la crisis, estamos asistiendo a una desafortunada evolución de la situación, que por responsabilidad los ingenieros de Caminos hemos de denunciar. Por una parte, muchas de las medidas contempladas en los planes hidrológicos no terminan de arrancar. Por otra, no se disponen los recursos humanos y materiales necesarios para una correcta gestión y conservación de nuestro patrimonio hidráulico. Todo un desatino, que podemos llegar a pagar muy caro, especialmente en lo que se refiere a presas y embalses, cada vez más envejecidos, cada vez más necesitados de actuaciones. D licencias sobrantes por parte del Ayuntamiento. El inconveniente: el coste económico que supondría dicha retirada de licencias al Consistorio. Por lo tanto solo queda el remedio de la regulación horaria: ajusta y limita los excesos, adapta la oferta y la demanda, hace el trabajo más rentable, se gana calidad de vida y, tanto para el usuario como para el taxista, en seguridad. Pues bien, no nos engañemos, para el alcalde de Valladolid y su matrimonio de conveniencia (PSOE y sus dos socios) el verdadero conflicto y la verdadera cuestión es la elevada renta que políticamente le generarían los supuestos despidos Para el Ayuntamiento de la ciudad la solución es no hacer nada de nada, para no variar su forma de gestionar y gobernar Valladolid. MARÍA JESÚS SALVADOR GALLEGO VALLADOLID Pueden dirigir sus cartas y preguntas al Director por correo: C Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid, por fax: 91 320 33 56 o por correo electrónico: cartas abc. es. ABC se reserva el derecho de extractar o reducir los textos de las cartas cuyas dimensiones sobrepasen el espacio destinado a ellas. ISCULPEN que arranque con una frase algo petarda y muy en boga: Hoy el mejor cine está en las series de televisión En parte comparto ese topicazo, siempre que se añada el mejor cine... comercial. Las dos películas que más me han calado en el último lustro, la polaca Ida una desoladora historia en blanco y negro, y la italiana La gran belleza un alarde manierista, eran cine puro y con ampulosa ambición de autor. Pero es cierto que las mejores series actuales constituyen mecanismos de entretenimiento imbatibles, con guiones tan perfectos que te agarran a la tele como una lapa a una roca del Atlántico. Series, buenas y malas, hubo siempre, como recordamos los que nos amamantamos con el trabuco de Curro Jiménez, la salita de estar del hoy turbio Bill Cosby y el coche horteroide de Starsky y Hutch. Pero ahora han dado un salto de calidad increíble. En las series de antaño se abusaba de los interiores por falta de parné (hoy revisamos la soberbia Arriba y abajo y percibimos que en realidad aquello era teatro filmado) Los grandes divos de la escena tampoco se rebajaban a la tele, que disponía de sus propios elencos de serie B y servía también de cementerio de elefantes. Hoy, en un fin de semana de resfriado o de resaquilla, te soplas todos los capítulos de Band of brothers de una tacada y en realidad estás disfrutando una excelente y onerosa película de diez horas sobre la Segunda Guerra Mundial. No se escatima un dólar y el reparto es de lujo. ¿Por qué se han vuelto tan buenas las series? Pues porque sirven al libre mercado. Necesitan por definición enganchar al espectador. Los estudios que las pagan no tolerarían plúmbeos ejercicios de estilo huero, o catecismos progresistas muy correctos, pero que te cosen a bostezos. Las cadenas demandan buenas historias, exigen presentarlas del modo más atractivo y reclutan equipazos de guionistas. Ese modelo se sitúa en las antípodas del que nos está llevando a pinchar indefectiblemente con las películas que enviamos a los Oscar, medianías que reposan sobre la subvención y bendecidas por la camarilla del gremio, pero que no interesan a un espectador imparcial y desprejuiciado. Adam Smith, el libre mercado, es la razón última de la calidad de las series. Nada nuevo: la era dorada de Hollywood no fue otra que la de los grandes estudios, que eran también colosales productoras pendientes de la taquilla. La revolución de las series ofrece también una segunda lectura capitalista: está cambiando el negocio de la televisión y en breve pondrá en jaque a los canales generalistas. Murdoch, el inteligente y astuto magnate mediático, se ha desprendido de parte de su negocio televisivo explicando que en tiempo real ya solo se verán noticias o competiciones deportivas El resto lo consumimos cada uno cuando nos place a través de plataformas vía internet. Y ahí, cuando estamos solos en la libertad absoluta de nuestro sofá, resulta que no elegimos plomadas doctrinarias. Nos vamos a la impecable diversión de las grandes series. Comerciales, sí. A Dios gracias.

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