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ABC MADRID 03-12-2017 página 39
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ABC MADRID 03-12-2017 página 39

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 3 DE DICIEMBRE DE 2017 abc. es espana ESPAÑA 37 ABC ha tenido acceso a las conclusiones de la investigación de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga abierta tras la muerte, en julio pasado, de la niña de tres años Lucía Vivar. Los padres de la pequeña ven aún agujeros en esa versión Principales vestigios analizados Vestido de Lucía 1. Mancha de grasa compatible con el rozamiento de un objeto saliente del tren. Su tamaño dirección y proyección coincide con el traumatismo craneal 2. Manchas en la parte inferior del vestido provocadas por impregnación al sentarse la niña en las vías LA JUEZ PIDE NUEVOS DATOS Una reconstrucción gráfica apuntala las pesquisas P. M. C. M. MADRID 1 2 San Sandalias ias Desgaste en las suelas compatible con los rozamientos provocados por las piedras. Hay también manchas de grasa de las vías Engrasadores de vía Un engrasador como los cuatro que hay en el trayecto recorrido por la pequeña 1 3 2 1. Depósito 2. Tuberías mangueras 3. Raíl 06: 35 h 06: 47 h 6. Entre estas dos horas, el tren que realizaba La Guardia Civil está a punto de entregar al juez un nuevo informe, en este caso una reconstrucción gráfica de los hechos, que avala la tesis de que la muerte de la niña Lucía Vivar fue accidental, según las fuentes consultadas por ABC. En cualquier caso, ante las dudas planteadas por los padres de la niña, que de forma legítima quieren acabar con su incertidumbre, la jueza que investiga el caso ha solicitado información a Adif y a la Guardia Civil para aclarar por qué no se interrumpió el tráfico ferroviario tras la desaparición de la pequeña. La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga dictó una providencia en la que responde a la veintena de diligencias pedidas por los padres de la menor, que querían aclarar varios extremos del atestado policial y añadir algunas prue- bas complementarias para esclarecer los hechos. Antes, los padres presentaron un escrito en el juzgado en el que, entre otras diligencias, se solicitaba a la jueza que tomara declaración al guardia civil al mando del dispositivo de búsqueda para que determine quién dejó salir el primer tren de la mañana cuando aún no había aparecido la menor A nuestra hija nos la quitaron, no se fue por voluntad propia insisten una y otra vez los padres de la pequeña, que aseguran que la investigación de la Guardia Civil tiene muchos agujeros. Incluso, han presentado un informe realizado por dos forenses que sostiene que la niña tenía dos lesiones en la cabeza, no solo una compatible con el golpe de los bajos de un tren, como determinó la autopsia. El primero de ellos, según esta versión de los hechos, fue el que habría causado la muerte. el trayecto de la línea C 2 Pizarra- Álora, ve un bulto en la vía. No tiene tiempo de reaccionar y piensa que es un animal muerto. Todo apunta a que es en ese momento cuando la niña es golpeada en la cabeza mortalmente Infografía: PEDRO SÁNCHEZ ABC zado y la propia autopsia aportan claves interesantes. En la parte inferior del vestido hay también manchas de grasa, de aplastamiento, compatibles con las numerosas veces que la pequeña tuvo que sentarse en la vía, afectada por el cansancio. Además, se mezclan con suciedad, contaminación y óxidos que hay en los raíles. En la ropa interior se reproducen manchas grasientas de las mismas características, lo que confirma los descansos y que se sentó en las vías varias veces. Las sandalias de Lucía aportan, asimismo, información. Tienen manchas negras sobre todo en talones y suelas, y el resto se reparte por toda la superficie sin un patrón determinado. Eso sí, todas en zonas exteriores. Además, la palma de las manos de la niña estaban sucias y tenían grasa, mientras que el dorso no. También los dedos estaban impregnados, en este caso incluidos los dorsos. De ello se deduce que la niña se apoyó varias veces en las vías, bien de forma instintiva, por caída o tropiezo, o bien simplemente para descansar. Además, las piernas y la cara de la chiquilla también estaban sucias de grasa y óxidos, manchas de las que se fue impregnando a lo largo de bastante tiempo, probablemente durante su recorrido por las vías. Análisis de la grasa La grasa manchó el vestido por contacto, y el tipo de grasa es compatible con la utilizada por el tren y con la que se puede localizar sobre las vías, según los análisis de los laboratorios de la Guardia Civil. Hay cuatro engrasadores de raíles desde la estación de Pizarra hasta el lugar donde fue encontrado el cadáver. Solo si la menor recorrió ese trayecto siguiéndolos se pueden explicar el número, las características y la morfología de las manchas en la ropa. Hay otros datos objetivos que avalan la tesis de la investigación: no hay indicios de agresión ni abuso sexual, ni rastro de sustancias químicas que se pudieran haber suministrado a la niña, ni ninguna otro indicio que apunte a un acto violento; la data de la muerte se sitúa entre las cinco y las siete de la mañana, compatible con la hipótesis policial, si bien otros datos la acotan entre las 6.35 y 6.47; se aprecian lesiones provocadas por caídas o rozaduras, lógicas por el itinerario que siguió Lucía; no hay un solo testigo que apunte a la intervención de un tercero y los análisis de los laboratorios abonan las pesquisas de la Guardia Civil. A partir de ahí, los padres de Lucía siguen sin creerse esta versión. La juez ha ordenado nuevas diligencias. Pero la conclusión, a día de hoy, es clara: Lucía falleció de forma accidental, tras toda una noche sin dormir que la llevó a tumbarse, agotada, entre las vías. Allí fue golpeada brutalmente en la cabeza por un tren. Murió en el acto. oscuro e inmóvil entre las vías del tren, en un tramo ligeramente curvo a izquierda. En un primer momento el responsable del convoy atribuye el episodio a que es un animal muerto, algo frecuente por otra parte. Pasa por encima de él, sin arrollarlo, y no le da más importancia al asunto. Freno de emergencia En el trayecto de retorno a Pizarra, que comienza a las 6: 51, vuelve a ver el mismo bulto, pero al tener mejor visibilidad distingue lo que le pareció un vestido de colores. De inmediato acciona el freno de emergencia, baja del tren y descubre, con horror, el cadáver de Lucía, aún acurrucado entre los raíles. Por supuesto, sin perder tiempo alerta de lo ocurrido. ¿Cómo es posible que el cuerpo no hubiera cambiado de posición pese a haber pasado dos veces el tren sobre él? Los datos de la investigacion lo corroboran. A la niña le salía un reguero de sangre del oído que le llegaba hasta la mejilla. No hay bifurcaciones, ni otras manchas de ese tipo en el cuerpo, pero sí una grande debajo de la cabeza, precisamente en la zona en la que recibe el fortísimo impacto. Tampoco hay rastros de sangre en zonas próximas a donde estaba la niña, ni en las vías de acceso a esa zona. La conclusión, para los investigadores, es Almudena Hidalgo y Antonio Vivar, padres de la pequeña Lucía ABC obvia. Lucía muere en el mismo lugar donde la encuentran, por el fuerte traumatismo. Nadie trasladó allí el cadáver. No hay una tercera persona. Lo confirma además otro detalle que se omite por su crudeza. Relajada La postura del cuerpo abona la misma idea. La niña estaba acurrucada, en una posición relajada, como si durmiera. En esa postura la sorprendió la llegada del tren. La distancia entre el cuerpo y los bajos del convoy era suficiente para que éste no la arrollara. Pero Lucía se despertó, se incorporó levemente y uno de los salientes de un vagón la golpeó en la cabeza. Murió en el acto. Esa escena, según la reconstrucción de los investigadores de la Guardia Civil, tuvo que producirse en el trayecto de ida de Pizarra a Álora. Hay otro dato relevante. El vestido de la niña estaba desplazado hacia arriba y vuelto. En esa cara posterior de la ropa había una mancha de grasa, muy probablemente impregnada durante el rozamiento con algún saliente de los bajos del tren y con un tamaño y dirección compatible con el golpe en la cabeza. Resuelta la pregunta de dónde murió Lucía, queda dilucidar cómo llegó hasta allí. El estudio de la ropa, del cal-

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