Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 24-11-2017 página 13
ABC MADRID 24-11-2017 página 13
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 24-11-2017 página 13

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página13
Más información

Descripción

ABC VIERNES, 24 DE NOVIEMBRE DE 2017 abc. es opinion OPINIÓN 13 UNA RAYA EN EL AGUA EL BURLADERO CARLOS HERRERA LAS NANCYS BEATAS Se escudan en la Religión para disculpar sus comportamientos ENOS mal que el lider de los encarcelados se declara católico apostólico. Posiblemente no romano: antes montserratino, que ya sabemos que es un universo paralelo que exige un anclaje mucho mas comprometido pero menos universal. Si eres montserratino en el estricto sentido que la comunidad monacal le ha dado al hecho religioso sabes que el diálogo del Hombre con Dios está algo mediatizado por el servicio del rezo a la proliferación del hecho independentista. Independentista de lo que sea, pero preferiblemente de esa España que lleva exhibiendo razones imperialistas desde... pongamos que Ordoño II, que es una de las figuras de la Plaza de Oriente de Madrid en la que más reparan los paseantes de las mañanas de domingo. Cuando Oriol el Santo se plantó ante la juez le explicó que su Fe católica le impedía actuar con violencia y que toda esa acusación no tenía sentido alguno; cosa que no sé si acabó de creer la juez. Estas Nancys Beatas que se escudan en la Religión para disculpar sus comportamientos invitan, de momento, a un cierto interés antropológico por la cuestión. Junqueras no considera violencia que se malcríe a los chavales de su comunidad con consignas indecentes y xenófobas; muchos sí. Junqueras no considera violencia que se acose vecinalmente a quienes exhiben símbolos no relacionados con el independentismo, sean banderas españolas o señeras catalanas sin la estrellita dichosa; muchos sí. Junqueras no considera violen- M cia que se amenace a jueces y fiscales de manera que un buen número de ellos pida su traslado fuera de Cataluña; muchos sí. Junqueras no considera violencia que se apalice a dos señoritas con la camiseta de la selección española o que se acose a los guardias civiles que van a recolectar documentos por orden de un juez a la Consejería que dirigía o que se le diga a una candidata opositora que se vaya a su ciudad natal. Y así hasta la nausea. Es evidente que no se trata de terrorismo al estilo vasco, pero muchos sí que consideran que no pocas cabras locas del independentismo están a un paso de convertir su creencia en una forma de lucha callejera. La aplicación sorprendentemente balsámica del 155 ha servido para instaurar una suerte de tregua sorda en la que los gudaris montserrratinos se están mordiendo el labio sin disimular demasiado su rabia contenida. Están a la espera de una señal, pero conociendo a las Beatas, la señal no llegará antes de las elecciones, ya que hay que demostrar que el ejército civil y religioso de Cataluña sabe moderar sus acometidas de rabia. Añado algo más: las beatas no mienten. Y estos le mienten hasta el médico. Andan disimulando, abjurando y diciendo que se lo han pensado mejor, y conteniendo una furia que apenas pueden sujetar bajo su birrete. Harán lo posible para concurrir en campaña electoral y se desdirán de todas las barbaridades que hicieron y dijeron. Mentirán y los suyos entenderán sigilosamente que lo hacen para librarse del yugo carcelario con tal de que todo vuelva a ser como era en su día, cuando campaban por medios y enteros expandiendo la palabra indepe y dando a entender que no habría fuerza divina ni humana que parase a aquél pueblo arrollador decidido a cumplir con su destino y a llegar a la Tierra Prometida. Las beatas de rezo diario y carcelario no saben qué hacer para volver a los días del becerrro de oro independentista. El tiempo que ellos consumen en el monte carcelario tiene desalentados a quienes esperan al pie de las prisiones sin saber por donde tirar. El Supremo puede que los libere en breve o no y los deje a los pies de las urnas de verdad. Será el momento de la Verdad tan deseada, vistan de novicio o de corista. IGNACIO CAMACHO CRIMEN Y CASTIGO La tardía condena de Mladic no basta para lavar la mala conciencia europea por la responsabilidad pasiva en sus masacres L exgeneral Ratko Mladic, responsable del cerco de Sarajevo y de la masacre de Sbrenica, es un grandísimo hijo de puta, tan malvado que su condena a cadena perpetua por el Tribunal de la Antigua Yugoslavia sólo constituye una vaga reparación de sus matanzas. No por la pena, que no la hay mayor, sino por el tiempo en que vivió, bajo la protección de Serbia, fuera del alcance de la Corte de La Haya. Esa década y media, en la que se veía al réprobo llevando una vida acomodada, fue un escarnio a sus víctimas, a la UE y a la Humanidad entera, impotente para obtener una justicia decente y rápida. Bien está lo que bien acaba pero hay reflexiones pendientes tras esta sentencia tan largamente esperada. La primera, de consumo interno, es que ese veredicto contundente resultaría imposible en España, donde la más benévola prisión permanente revisable está pendiente de derogación en cuanto la oposición parlamentaria, Cs incluido, encuentre un momento para organizarse. El TPIY es un tribunal garantista, quizá demasiado, pero aquí somos más buenistas y permisivos que nadie; en eso debe de consistir el Estado autoritario que denuncian los independentistas catalanes. La segunda, que el tardío castigo no basta para lavar el remordimiento europeo por la responsabilidad indirecta de aquellas masacres. No sólo porque fueran las potencias de la UE y hasta el Vaticano- -las que con el precipitado reconocimiento de Croacia precipitaron la cruel guerra de los Balcanes; es que concretamente en Srebrenica, las fuerzas de interposición se interpusieron poco, mal y tarde. Tras la vergonzante promesa del general Morillon a sus habitantes no os abandonaremos jamás los cascos azules holandeses de Karremans dejaron paso libre a los hombres de Mladic y hasta confraternizaron con ellos días antes de la barbarie. Europa tiene la conciencia manchada de sangre y ese baldón no se borrará jamás por mucho que el carnicero serbobosnio muera en la cárcel. La tercera reflexión tiene que ver con el carácter de la contienda yugoslava, la apoteosis criminal del nacionalismo. El fondo de odio étnico y de agravios históricos de ese conflicto no lo explica por completo sin la colaboración necesaria del designio político. Nacionalistas contra nacionalistas se enfrentaron en un atroz ajuste de cuentas al que los serbios añadieron la voluntad de exterminio. Sucedió en territorio europeo sin que la experiencia del holocausto cumpliese siquiera medio siglo; no hubo manera de vacunarse contra la furia destructiva de ese germen maldito. Cuando Mitterrand, espantado por las consecuencias de sus errores, dijo que el nacionalismo es la guerra se estaba exorcizando a sí mismo; hoy lo repite para quien quiera oírlo Manuel Valls ante la evidencia de una UE amenazada por nuevos brotes de desvarío. Y lo peor es que Mladic, como Karadzic, como Milosevic, ni siquiera está arrepentido. E JM NIETO Fe de ratas

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.