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ABC MADRID 13-11-2017 página 39
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC LUNES, 13 DE NOVIEMBRE DE 2017 abc. es conocer SOCIEDAD 39 edad, sino de cultura. En la misma macroencuesta de la UE se refleja que, mientras en España un 18 de mujeres denuncian haber sido acosadas alguna vez, en Noruega se triplica el dato. En el mundo latino, piropear ha tenido cierto marco de aceptación si se lo disemina del abuso de poder, reconoce el profesor Jiménez, mientras que la sociedad escandinava es menos permisiva. En ámbitos como el mundo anglosajón, por ejemplo, las situaciones de acoso se llevan de manera mucho más escondida afirma Jimé- nez. Han tenido que pasar varias décadas para que llegara el efecto río que se está produciendo ahora en Reino Unido, que además ha generado una gran credibiAceptación lidad social según el exEn el mundo perto. latino las En un lapso de solo dos mujeres son años, la diferencia respecmás permeables to a cómo se desarrolló el a los piropos que escándalo protagonizado en la sociedad por el actor Bill Cosby es abismal. Pese al medio cenescandinava tenar de testimonios que se entonces por los Credibilidad publicaronabusos del actor, presuntos La diferencia no fue repudiado por la inentre los casos dustria hasta que se filtró de Bill Cosby una confesión antigua del y Harvey propio Cosby, reconociendo que drogaba a las mujeWeinstein en res para tener sexo con ellas. solo dos años Sin duda se está dando ha sido abismal más credibilidad al testimonio de las mujeres explica la abogada especialista en violencia de género Consuelo Abril. ¿Cómo probar un acto que suele darse entre cuatro paredes y sin testigos? El Tribunal Supremo ya dice que una mujer que manifiesta estos tratos no es I NH GONSA por motivos espúreos. Hay credibilidad jurídica de que dice la verdad En España, las denuncias por delitos contra la libertad e indemnidad seSevilla, 1931. Un cicerone xual no dejan de crecer. Sin contar los piropeando a una joven casos de agresión con penetración, en en una calle de la capital hispalense tan solo cinco años las denuncias por abuso, acoso o agresiones sin penetración se han incrementado de 6.881 en Mayor riesgo de 2012 hasta las 8.606 en 2016. Sin emEl 32 de las veces, exposición el acosador pertenecía bargo, este aumento no se está tradual acoso se da entre los al entorno laboral ciendo en más sentencias en los tribu 18 y los 29 años nales. He visto cómo en denuncias por acoso se argumentaba que la mujer iba pidiendo guerra defiende El acoso es más Abril. Solo el 2 de las denuncias por frecuente en mujeres acoso en el ámbito laboral acaba en con titulación universitaria condena en España, según datos de la y en los grupos profesionales UGT. Por mucho que avance la ley, es de más alto nivel más importante quién la aplica sostiene la letrada. Fuente: Agencia de los derechos fundamentales de la Unión Europea Grietas en el muro ANÁLISIS BEATRIZ BECERRA El 35 no informó a nadie. Solo el 4 denunció a la policía, y otro 4 a un superior del trabajo ABC Efecto globalización En la era actual hay un nuevo ingrediente sin el cual la repercusión no hubiera sido igual: las redes sociales. Así lo asegura Josep Lluís Micó, catedrático de Periodismo de la Universidad Ramon Llull de Barcelona. En un contexto distinto, el caso Weinstein no habría alcanzado la dimensión masiva que ha ostentado Al final, la solidaridad virtual animó a otras damnificadas a alzar su voz Salir del círculo vicioso del acoso necesita de un estímulo social y una fuerza individual extraordinaria, asegura, por su parte, Jiménez. En términos legales, poner la mano en una rodilla no es delito. En términos sociales, significa, para los expertos, calibrar mal una situación. Ocurre también con el piropo incómodo. Y sucede, en toda su extensión, en la forma de tratar a una mujer, e incluso en la forma de mirar: puede ser normal o repugnante discierne Jiménez. Hay que enseñar al mundo a mirar. La grieta apareció a más de 9.000 kilómetros de distancia. En Hollywood, decenas de mujeres denunciaron en voz alta el acoso y los abusos de un poderoso productor. Actrices jóvenes y grandes estrellas alzaron la voz: MeToo. La grieta fue extendiéndose y llegó a Bruselas. Aparecieron informaciones que hablaban de acoso sexual en el Parlamento Europeo, mi institución. Que se haga la luz puede ser doloroso e indignante, pero nunca es malo. Lo malo, lo dañino es el muro de silencio que protege a los acosadores. Ese es el muro que se ha resquebrajado, y por sus grietas se filtra una realidad inaceptable que debemos cambiar. El acoso es un acto de violencia de un poderoso sobre alguien vulnerable. No necesitan armas físicas, su arma más poderosa es el miedo que inspiran. Las víctimas temen perder su trabajo, ver arruinadas sus carreras, no ser creídas o incluso ser señaladas: La culpa es suya, por vestir como viste, por ir provocando, por ser actriz, por ser mujer. ¿A quién van a creer? ¿A ti que no eres nadie o a mí que muevo los hilos? Esta era la pregunta que Harvey Weinstein dejaba en el aire, la formulara o no. Esta es la amenaza de los acosadores. Más de la mitad de las mujeres de la UE manifiestan haber sufrido acoso sexual alguna vez. Entre las directivas son tres de cada cuatro. Y todavía hay quien dice que ya existe igualdad efectiva en el ámbito profesional. ¿Cuántas mujeres renuncian a una carrera por no pasar por el trago ni la humillación del acoso? Si el acoso es una realidad en el Parlamento Europeo, ¿cómo no va a serlo en cualquier otra organización? Aprovechemos las grietas para derribar el muro de silencio y hacer que sea el acosador el que tenga miedo, y no la víctima. BEATRIZ BECERRA ES VICEPRESIDENTA DE LA SUBCOMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS EN EL PARLAMENTO EUROPEO

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