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ABC MADRID 03-11-2017 página 32
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  • EdiciónABC, MADRID
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32 INTERNACIONAL MONNET CO. VIERNES, 3 DE NOVIEMBRE DE 2017 abc. es internacional ABC JOSÉ M. DE AREILZA May nombra ministro de Defensa a un amigo incondicional La designación de Williamson suscita la polémica por su inexperiencia militar IVÁN ALONSO CORRESPONSAL EN LONDRES UN BREXIT VOLÁTIL El calendario corre en contra de los negociadores de Londres. Pero el desafío principal es otro, la falta de consensos claros L a salida del Reino Unido de la UE se está revelando como una operación de una complejidad mayúscula y plagada de incertidumbres. Basta con desgranar los retos de las sucesivas negociaciones para minimizar los daños de una decisión histórica que desgarra el alma de Europa. En estos meses se está abordando la primera tarea: pactar los términos del divorcio entre los británicos y las instituciones de Bruselas. La factura pendiente al marcharse, los derechos de los ciudadanos respectivos o el caso especial de la frontera con Irlanda del Norte son asuntos centrales. Una vez cerrada esta etapa se puede abrir la negociación sobre un período transitorio, para seguir aplicando en suelo británico las normas europeas al menos un par de años más desde final de marzo de 2019, la fecha oficial de la salida, sin que los británicos estén ya representados en el gobierno de Bruselas. Con este arreglo a la noruega, el Reino Unido evitaría perder el acceso al mercado interior y esquivaría una crisis económica. Llegados a este punto, se podría por fin negociar un acuerdo permanente sobre sus relaciones con la UE, que abarcaría desde comercio hasta seguridad y defensa, una tarea política y diplomática de gran envergadura, que exigiría años. El calendario corre en contra de los negociadores de Londres. Pero el desafío principal es otro, la falta de consensos claros dentro del Gobierno de Theresa May y entre los principales partidos en el Parlamento. La más importante negociación del Brexit tiene lugar a diario en el gabinete así como en las bancadas conservadoras y laboristas, con opiniones para todos los gustos. A pesar de que concierne a políticos de todos los partidos, el escándalo por la revelación de abusos sexuales está afectando especialmente al gobierno de May por su debilidad y podría quedarse en cuadro. La política inglesa se ha vuelto extremadamente volátil. La opinión pública empieza a ser crítica con la idea de marcharse de la UE sin volver a votar una vez se conozcan las consecuencias. Cuando se dibujen los términos iniciales de los pactos de salida puede suceder cualquier cosa. En plena crisis de Gobierno, otra más, Theresa May no ha querido dejar vacante por mucho tiempo el cargo de ministro de Defensa, ocupado hasta ahora por Michael Fallon, quien dimitió tras conocerse su implicación en el escándalo sexual que afecta a decenas de parlamentarios británicos y a miembros del Ejecutivo. Para asumir esta cartera la primera ministra opta por otro hombre de su máxima confianza. Gavin Williamson, hasta ahora jefe de disciplina del grupo parlamentario conservador y con un gran peso dentro del partido en los últimos años. Diputado por la circunscripción de South Staffordshire desde 2010, de 41 años, ascendió a ese puesto el año pasado, justo cuando May tomó las riendas del Ejecutivo británico tras la dimisión de David Cameron. Conocido por tener como mascota una tarántula en su despacho llamada Cronus Williamson estuvo involucrado directamente en las negociaciones con el Partido Unionista de Irlanda del Norte, con el que los conservadores se aseguraron la mayoría absoluta en el Parlamento tras su fiasco electoral en las elecciones del pasado mes de junio. Además, ha sido una de las personas en las que May ha dejado la responsabilidad para lidiar con este turbio asunto que ha zarandeado la política británica en los últimos días. Conocido como el Jefe entre los tories el nuevo titular de Defensa no tiene experiencia en asuntos militares y nunca ha tenido puestos ejecutivos, aunque es una estrella en ascenso y cuenta con el apoyo de la propia May. Tras el nombramiento, expresó en un comunicado lo emocionado que se siente al asumir este cargo y aseguró que está completamente decidido a garantizar que las Fuerzas Armadas reciban el reconocimiento que merecen por el gran trabajo que realizan Williamson, con traje azul, llega ayer al Ministerio de Defensa REUTERS GAVIN WILLIAMSON MINISTRO DE DEFENSA Estrella emergente de los tories Perfil Pocos apostaban por él tras la dimisión de Fallon. Pero Gavin Williamson, de 41 años y padre de dos hijos, ha tenido en los últimos años una carrera meteórica en el partido conservador. Diputado desde 2010 por la circunscripción de South Staffordshire, ha sabido buscar un sitio privilegiado entre los tories y es uno de los hombres de más confianza de Theresa May. Comenzó trabajando en el equipo del ex primer ministro David Cameron, hasta que este dimitió. Fue nombrado entonces gestor de la campaña de la propia May para sucederle en el cargo. Con May como premier ostentaba hasta ahora el cargo de jefe de disciplina de los conservadores en el Parlamento, convirtiéndose en el azote de los diputados rebeldes. Joven e inexperto en materia de Defensa, cosa que muchos critican, apoyó la permanencia del Reino Unido en la UE y es conocido en Westminster por su apodo el Jefe y por tener como mascota una tarántula llamada Cronus Para justificar la presencia del insecto dijo hace un año: Hay que tener otras maneras de persuadir a la gente y es estupendo poder contar con Cronus como parte del equipo Desafíos Su primer desafío como titular de esta cartera será tratar de evitar más recortes en su ministerio. La Oficina del Gabinete está llevando a cabo una revisión de las prioridades en defensa y seguridad que se debe presentar antes de fin de año. Se pide a los diferentes ejércitos que presenten opciones para reducir gastos a pesar de haber recibido el año pasado un modesto aumento en su presupuesto. Otro de los asuntos clave que tendrá que asumir Williamson es su política contra los terroristas de Daesh después de que Fallon se mostrase muy implicado en este asunto. Para eso tendrá que comenzar a hacerse un nombre pronto ya que seguro que pocos dentro del Ejército o del Ministerio de Defensa sabrán mucho sobre él, además de ser poco conocido en el escenario internacional. Aunque no todos en el propio partido conservador han visto con buenos ojos este nombramiento. Muchos di- putados tories sorprendidos por la rápida promoción de Williamson sin experiencia al más alto nivel, se preguntan el porqué de la decisión de May. Los medios de comunicación británicos recogen algunas de las reacciones de estos parlamentarios críticos. Algunos lo consideran ridículo y asombroso y otros dudan de si el nuevo ministro de Defensa habría pactado con la premier la posibilidad de cederle el testigo como líder del partido en un futuro una vez se hayan completado las negociaciones del Brexit.

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