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ABC MADRID 13-10-2017 página 18
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  • EdiciónABC, MADRID
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18 ESPAÑA Día de la Fiesta Nacional La recepción VIERNES, 13 DE OCTUBRE DE 2017 abc. es espana ABC Sánchez ve a Puigdemont y Rivera como los únicos que quieren el 155 El PSOE admite que fue difícil pactar con Rajoy y se necesitó mucho tiempo M. C. MADRID Pedro Sánchez acaparó buena parte de las miradas en la masiva recepción de Palacio Real, con motivo de la Fiesta Nacional. Un año antes, su partido le había defenestrado, y una gestora presidida por Javier Fernández preparaba un acuerdo con Rajoy para su in- vestidura. Ahora, el secretario general socialista se presentó arropado por la vieja guardia de su partido, tras sellar un pacto histórico con el Gobierno para defender la democracia frente a los golpistas separatistas. Todos elogiaron ese acuerdo, aunque fuentes del partido reconocían que había sido muy difícil pactar con Rajoy, y se necesitó mucho tiempo porque el presidente, señalaron, no había estado informando a Sánchez como debía. En un corrillo con periodistas, el líder del PSOE comentó que realmente nadie desea aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, salvo el propio Carles Puigdemont y el pre- sidente de Cs, Albert Rivera. A su juicio, tendría un alto coste para Puigdemont tener que asumir que no ha declarado la independencia, y por eso será complicado que lo haga. Quien ha suspendido la autonomía en Cataluña ha sido Puigdemont aseguró. Respuesta ambigua Según Sánchez, el presidente de la Generalitat tiene difícil no contestar al requerimiento del presidente del Gobierno, cuyo plazo de respuesta concluye el lunes a las 10 horas. El líder socialista sospecha que la respuesta podría ser ambigua más en la línea de que no ha habido declaración uni- lateral de independencia. De momento, remarcó, lo mejor es esperar, quien tiene que aclarar si hubo declaración de independencia es Puigdemont y no anticipar cuáles serían los siguientes pasos que podría dar el Gobierno. El secretario general del PSOE celebró la presencia ayer de un número importante de exministros y cargos de su partido. Una de las imágenes más comentadas fue la del saludo de Felipe González a Josep Borrell: fuerte y largo apretón de manos, seguido de una charla de 15 minutos. González defendió la aplicación del 155 para defender la Constitución, el Estatuto y los españoles, también los catalanes Otro expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se teme que será un conflicto largo para el que habrá que estar preparado. Tras elogiar el paso dado por el Gobierno, aseguró que lo más deseable sería no llegar a consumar el artículo 155. ERNESTO AGUDO Pedro Sánchez, entre González y Zapatero El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, hizo cola para el besamanos de los Reyes junto a Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Cuando le llegó el turno tras González, Zapatero cedió el paso al líder de su partido ANÁLISIS JUAN FERNÁNDEZMIRANDA LA CONJURA DE LA ESPAÑA PACIENTE E l intenso apretón de manos entre Felipe González y Josep Borrell tras el besamanos tuvo múltiples significados. Amén de un pelillos a la mar sobre su enfrentamiento tras la caída del felipismo, lo cierto es que Borrell representa hoy a la perfec- ción la posición del viejo PSOE ante el desafío independentista. La conjura de históricos socialistas para arropar al Rey en el día de la Fiesta Nacional es un mensaje a Pedro Sánchez y a quienes coquetean hoy con conceptos equidistantes y plurinacionales que no reflejan la España real. Le pregunté a Sánchez qué le parecía tanto histórico y su respuesta fue escueta: Estupendo También se le preguntó por Cataluña y el líder del PSOE no dudó en poner toda la carga de la prueba sobre Carles Puigdemont, sin equidistancias ni matices. Si mantiene esa línea, subirá en las encuestas a costa de un Pablo Iglesias que no quiere otra España, sino acabar con ésta. Es un antisistema. Lo que ayer sucedió en el interior del Palacio Real fue la escenificación de la unidad alcanzada en el Congreso en el cuarto movimiento de la impecable sinfonía que España está dedicando a Puigdemont: el discurso del Rey, la salida de La Caixa, la manifestación de Barcelona y la unidad del bloque constitucional. Se admiten apuestas sobre cuál de estas respuestas ha sido más inesperada y más dañina para los secesionistas. El final de la sinfonía aún está por escribir, y aún habrá sobresaltos, pero el director de orquesta, Mariano Rajoy, ha conseguido reunir un magnífico apoyo institucional, político y social. Al Ejecutivo le toca ahora el jaque mate. En el Palacio Real ayer se respira- ba optimismo. El jefe del Estado, que no puede ser neutral ante el incumplimiento de la Ley, habría incumplido sus funciones si hubiera permanecido impasible al desafío secesionista. Y ayer, por los salones del Palacio Real transitaron la concordia, la lealtad y el orgullo. La concordia nacional, la lealtad institucional y el orgullo de ser español. También acudió a la cita el entusiasmo por formar parte de este gran país llamado España, un país plural e imperfecto, pero sin duda mucho mejor que la alternativa que el independentismo cimenta sobre el odio. Quién nos iba a decir que la principal virtud del pueblo español durante los últimos años iba a ser la paciencia. Cosas veredes.

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