ABC MADRID 11-10-2017 página 24

24 ESPAÑA El desafío soberanista MIÉRCOLES, 11 DE OCTUBRE DE 2017 abc. es espana ABC La política nacional Iglesias no ve intento de secesión y Rivera pide 155 y elecciones Podemos alaba a Puigdemont y exige a Rajoy que dialogue; Cs reclama actuar ya V. R. ALMIRÓN A. ROMERO I. REYERO MADRID Las reacciones PABLO IGLESIAS SEC. GENERAL DE PODEMOS El discurso ambiguo de Carles Puigdemont ayer en el Parlament obligó a los partidos políticos a un ejercicio de interpretación que dejó conclusiones contrapuestas. El presidente catalán se lo puso especialmente difícil a Podemos, que aseguró que de sus palabras ante el Pleno no podía deducirse que se hubiera producido una declaración de independencia y, por tanto, el Gobierno no debía actuar. Pablo Iglesias fue el primero en salir a la palestra del Congreso y se apresuró a alabar el papel de Puigdemont por dirigirse ayer con sensatez, a pesar de que su decisión provocará decepción en algunos de sus partidarios al haber aparcado la proclamación de la República. Es evidente que el presidente de la Generalitat no ha declarado la independencia reiteró en varias ocasiones Iglesias, que restó así toda credibilidad al separatismo. Iglesias se dirigió al presidente del Ejecutivo para pedirle que no aplique el artículo 155 de la Constitución. Es muy importante decirle al Gobierno que no escuche las voces extremistas que en su partido y en Ciudadanos le piden que aplique el 155 o el 116, y que suspenda las libertades en Cataluña. Si lo aplica, estaría cometiendo un error histórico gravísimo Todo lo contrario que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que llevaba varias semanas exigiendo a Rajoy una reacción proactiva y ayer insistió en Es evidente que el president no ha declarado la independencia. Rajoy cometería un error histórico gravísimo si actúa con mano dura ALBERT RIVERA PRESIDENTE DE CIUDADANOS Ha llegado el momento de actuar ante un golpe minimizado. Sin excusas, atajos, complejos y sin mediaciones ADA COLAU ALCALDESA DE BARCELONA Pablo Iglesias, ayer, en el Congreso la necesidad de dar respuesta al golpe al Estado, aunque fuera minimizado Ha llegado el momento de actuar, sin excusas, atajos, complejos y sin mediaciones señaló Rivera, que habló por teléfono con Rajoy durante la tarde, requirió al Gobierno que active los mecanismos constitucionales que permitan convocar elecciones en Cataluña y evitar así el chantaje y el ultimátum lanzado por Puigdemont. En declaraciones en el Congreso, Rivera afirmó que el golpe de Estado quedó debilitado por la acción conjunta de la mayoría silenciosa en Cataluña, las empresas y la comunidad internacional. También rechazó de plano la apertura de cualquier negociación con el Gobierno catalán. EFE Gracias Carles Puigdemont por apostar claramente por el diálogo y la mediación. Ahora Rajoy se tiene que mover ANDONI ORTUZAR PRESIDENTE DEL PNV No es tiempo del artículo 155, sino de kilómetro 0. Dialogar, negociar y acordar Puigdemont no puede seguir siendo el presidente de los catalanes dijo. Iglesias, por su parte, se mostró preocupado por que la crisis catalana ha quebrado el principio de convivencia y ha provocado, a su juicio, el resurgimiento del fascismo en España. Nuestra patria no se merece que el fascismo resurja disfrazado de nacionalismo español. La unidad de España solo se podrá construir desde el respeto al derecho a decidir defendió. El líder de Podemos volvió a reiterar que la solución pasa por un referendum pactado y con garantías aunque matizó que ahora toca dialogar Hoy tenemos una buena oportunidad para ponernos a hablar de política zanjó tras escuchar a Puigdemont. CHISPAS CURRI VALENZUELA RAJOY TIENE LA PELOTA M entiras envueltas en victimismo. El discurso de Puigdemont deja la pelota de su juego, que ahora consiste en conseguir la republica catalana por las buenas en vez de por las malas, a los pies de Mariano Rajoy. El presidente y su Gobierno ya solo tienen horas de margen para parar de una vez por todas el golpe de Estado que el máximo responsable de la Generalitat acabó de asestar delante de su Parlamento al proclamar que su objetivo es independizarse de España, aunque ahora lo quiere hacer como la canción, despacito, para ver si de esa forma evita que le destituyan y que le detengan. El discurso de Puigdemont fue de los que cualquier demócrata europeo debe guardar por si en algún momento siente dudas de que los secesionistas podrían, después de todo, ser unos demócratas oprimidos por el Estado español. Pero como en el resto del país no cuela que se les esté oprimiendo, impidiendo que hablen en su idioma o robándoles, los representantes de la Ley no tienen ya más salida que la de obligarle a él a que la cumpla. Su intervención estuvo claramente dedicada a convencer a los medios de comunicación europeos de que sigue apostando por el diálogo. Pero su futuro, desgraciadamente para él, no depende de lo que cuente la BBC, sino de las decisiones que tomen el Gobierno, el Tribunal Constitucional y la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Sin margen de maniobra, atado de pies y manos por la CUP y las masas que el mismo echó a la calle, Puigdemont no ha podido evitar el precipicio. Se va a despeñar, pero antes de tirarse al vacío quiere presentarse como la víctima de un Estado opresor que le ha empujado donde no quería llegar. Pero claro que quería. Él y los suyos llevan años planeando este momento, tratando de hacer realidad la republica independiente cuyo momento muchos a su alrededor, quizás el también, piensan que ha llegado. Lo de permitirse una tregua de unas semanas no es más que un ataque de vértigo. Puigdemont sabe de sobra que el Estado no va a aceptar el resultado de su referéndum ilegal, ni se va a sentar a negociar la forma de que Cataluña se convierta en republica independiente. No es que sea tarde. Es que es imposible. Además, inútil para parar la maquinaria que el Gobierno y los tribunales están poniendo ya en marcha a estas horas. Se acabó.