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ABC MADRID 29-09-2017 página 12
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  • EdiciónABC, MADRID
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12 OPINIÓN LLUVIA ÁCIDA PUEBLA VIERNES, 29 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es opinion ABC DAVID GISTAU ¡DICTADURA! A la calle sólo sale quien Podemos diga, de igual forma que es Podemos quien reparte la credencial de Gente E NCONTRÉ el otro día un relato de Medardo Fraile sobre un universitario de los años sesenta que se hacía pasar por comunista en la clandestinidad para gustar a las mujeres. Llevaba sus citas a un bar frecuentado por sospechosos habituales y hacía como que los saludaba a distancia con un discreto código de entendidos. A la larga, la chica que de verdad le gustaba terminaba yéndose con un revolucionario auténtico. Algo había en ese personaje del Pijoaparte, pero más entrañable e inocente. A un tipo como yo, que es un aburrido europeísta que devuelve las películas rebobinadas y además ya está en edad de impresionar sólo con el resultado de sus análisis clínicos, le da igual. Pero me dio por pensar que las democracias contemporáneas rara vez conceden espacio para la fotogenia de gabán revolucionario que en España ha llevado hasta Ramiro Ledesma, con su pinta de motero. Está la clandestinidad del terrorismo, sí. Pero hace falta una capacidad fantasiosa casi delirante para adjudicar a una democracia europea contemporánea una naturaleza dictatorial ante la cual gustar uno a las mujeres pretendiéndose un heroico desfacedor de entuertos de la libertad. En España hay ahora mismo políticos en activo que se han sumergido hasta extremos patológicos en esta fantasía. La del franquismo vigente y la lucha por erradicarlo. La de los presos políticos. La de la dictadura que pega zarpazos en su agonía y la de la alegre muchachada que le aplicará el golpe final y luego hará la Transición. La de las tropas africanistas despedidas en el muelle. La de los ¡nazis! con los que Monedero se sube a una silla como si hubiera visto un ratón porque su vocación es la de aplastar cualquier pueblo empoderado que no lo haya sido por ellos: a la calle sólo sale quien Podemos diga, de igual forma que es Podemos quien reparte la credencial de Gente más allá sólo hay nazis Este delirio, que por desgracia tiene su predicamento entre la obtusa generación más preparada de la historia preparada para creerse cualquier cosa por la ignorancia de toda representación del pasado es la que permite a Rufián y Guardiola decir sandeces como que su lucha es en realidad por la democracia, y por lo tanto es por España entera (a mí, aprovecho para decirlo, no vengan ustedes a hacerme favores ni a salvarme la vida) Y es también la que compone el escenario falaz urdido por Pablo Iglesias para encontrar una tercera coartada con la que obtener lo único que de verdad ansía: el colapso del ciclo histórico y su refutación general. Lo intentó con la alarma social por la crisis, con las colas de leprosos en el programa de Ferreras, y fracasó. Lo intentó con la corrupción del PP y fracasó. Lo intenta ahora con este golpe que ha propiciado la creación reciente de un personaje de ficción: la dictadura española en 2017. Si hasta el monstruo del lago Ness existe para muchos, temo que también la dictadura española en 2017 encontrará fanáticos endogámicos dispuestos a creérsela. MONTECASSINO HERMANN DE TINTÍN A GUINDOS Tiene razón Valls, la ruptura de España es el fin de Europa F ÍJENSE lo lapidario y exacto que ha sido Manuel Valls, el que fuera primer ministro socialista de Francia: La independencia de Cataluña sería el fin de Europa No le den más vueltas. Es así. Y no se dejen marear por la grotesca caza de papeletas y urnas, declaraciones, amenazas y pretensiones, patéticas admoniciones del gobierno de Madrid y desafíos macarras de los aprendices de pistoleros del separatismo callejero. El nacimiento del tintinesco reino del Cetro del Ottokar acabaría en una inmensa tragedia continental con muchas lágrimas y mucha sangre. Como acabó el proceso de anexión hitleriana de Austria y los Sudetes que describía Hergé en sus tiras por entregas en 1938. La farsa actual solo ha sido posible por la debilidad y los complejos de la democracia española y la mediocridad y cobardía de sus gobernantes. Corrompidos por las disfunciones de la Constitución, han alimentado sin cesar y por conveniencia propia a los enemigos del Estado. Aún hoy no quieren derrotarlos. Valls está en lo cierto. Europa ha entrado ya las eleciones alemanas lo confirman, las austriacas el día 15- O lo ratificarán en una era de inestabilidad y quizás definitivo adiós a su proyecto unitario. Surgirán incontables frustraciones, agravios y peligros para la convivencia y la paz. Todo ello sin necesidad de que una de las regiones más mimadas del continente como Cataluña, aupada al tigre maldito del nacionalismo, condene a todos los europeos a un proceso de descomposición e incen- dio generalizado. Para único beneficio del gran fracasado oriental, Rusia, que fomenta con interés y mucho dinero estos movimientos, también el catalán, para hacer fracasar a la fuente de su eterno agravio, Europa. Si un movimiento sedicioso encabezado por Puigdemont logra por medio de una rebelión romper un Estado Nación como España y arrebatarle una parte de su territorio, nadie en Europa estará ya seguro. La legalidad y los estados nacionales podrían empezar a disolverse como azucarillos. La paz sería de nuevo imposible. El mito de la separación pacífica con el que los separatistas han engañado a los catalanes ya se ha resquebrajado. Ahora la única posibilidad de los enemigos de España está precisamente en el comienzo de un proceso general de desintegración política y social. Que haga de la destrucción de España uno de sus primeros capítulos. Por eso el pulso del referéndum es mera carnaza para el macarrismo callejero revolucionario. Salvo que se les vaya de las manos y algunos tengan la primera sangre que buscan. Lo que quieren los golpistas es sobrevivir en impunidad y con más poder económico. A partir del 2 de octubre el Gobierno de España se convierte en otro peligro para la unidad de España. Con su miedo al conflicto y su búsqueda de armonía por la concesión y la obsequiosidad vergonzosa. Como las ofertas de Luis de Guindos a tres días del mayor desafío a España desde la Guerra Civil. Si el Gobierno cediera y no castigara la sedición, la ruptura de España sería un hecho en pocos años. Porque el colapso de la autoridad precedería a la independencia. Rajoy parecería recomendar el golpismo como forma de presentar demandas. Para evitarlo es necesario otro golpe distinto, el golpe de timón a la nación que tantos españoles creen ya inaplazable. Por desgracia, no parece que hoy tengamos a nadie a la altura del momento histórico. En la Casa Blanca, ante cientos de periodistas, el presidente tuvo la ocasión de su vida de proclamar al mundo la vitalidad, historia y proyección de una nación antigua y unida como España cuya grandeza y épica tan bien se puede entender en EE. UU. Solo acertó a decir que no había referéndum porque todo es un lío y no había papeletas

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