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ABC MADRID 27-09-2017 página 14
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14 OPINIÓN POSTALES MIÉRCOLES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es opinion ABC JOSÉ MARÍA CARRASCAL A los cuatro vientos García Molina, inversor Vargas deja la presidencia CHOQUE DE LEGALIDADES La Generalitat se defiende con cuanto tiene a su alcance, sin importarle si es legal o no, pues se atiene sólo a la suya No es persecución, sino opacidad A José García Molina, líder de Podemos en Castilla- La Mancha y vicepresidente del Gobierno regional, le hubiera bastado ayer con reconocer la información publicada por ABC sobre la ocultación a las Cortes autonómicas de sus fondos de inversión, 60.000 euros que quizá le afeaban el perfil político y que no declaró como diputado. García Molina niega la mayor y se hace la víctima y el perseguido, papel que resulta más llevadero para quien trata de compatibilizar la revolución con el estudio, muy activo, de los mercados financieros y la opacidad. Nueva etapa en AENA y una oportunidad perdida José Manuel Vargas presentó ayer su dimisión como presidente de AENA. Se abre una nueva etapa en el operador aeroportuario tras el regreso de la compañía a la rentabilidad y al récord de beneficios. Pero ese despegue se ha quedado a medias, pues no se ha completado su privatización y no se ha dejado al gestor aeroportuario pujar por Abertis y evitar que la empresa de autopistas española caiga en manos italianas. Los recelos de Economía y de Hacienda, su poca ambición de país, han frustrado la oportunidad de tener otro campeón español en la economía mundial. A cuatro días del 1- O, podemos decir que habrá choque de trenes. Mejor dicho: ya lo ha habido. El secesionismo catalán desafía abiertamente al Estado español tras secuestrar su Parlament y actuar como si fueran independientes, violando las leyes españolas y propias, para crear una nueva legalidad. Lo que nos lleva a una situación en la que conviven dos legalidades, algo imposible en un Estado de derecho. Una de ellas tiene que prevalecer, ¿cuál? Nos lo dirá, dicen, el referéndum. Dos de los poderes estatales, el ejecutivo y el judicial, han unido fuerzas para impedirlo. La Generalitat se defiende con cuanto tiene a su alcance, sin importarle si es legal o no, a fin de cuentas, se atiene sólo a la suya, y hemos visto a Puigdemont jugar al ratón y al gato con los servicios informáticos estatales abriendo páginas web para promocionar el referéndum prohibido y a los mossos invocar la doble lealtad, pero obedeciendo a su señor Y van a ser claves, si se les encarga impedir que se vote, pero prefieren no mojarse. Las unidades de la Policía Nacional y Guardia Civil que han llegado para reforzarlos no bastan para cubrir toda la geografía catalana, aunque serán decisivas en las ciudades. Más difícil lo tienen los secesionistas con Hacienda: sus multas por desviar ilegalmente fondos públicos son, como las de tráfico, ineludibles. Y se trata de millones. El pulso, llámenle desobediencia, alzamiento o rebelión, continuará hasta el domingo, con ambas partes esperando ganar: Rajoy, que no haya referéndum, o tan mínimo que resulte ridículo. Puigdemont, que se celebre no importa cuántos voten ni que haya sido de forma irregular, como por voto electrónico o, sencillamente, en la calle, que esperan tomar a partir del viernes. Estamos ante un proceso revolucionario en una democracia, situación extraordinaria que suele dar paso a regímenes autoritarios. A Puigdemont no le importa. No tiene alternativa. Si se incendia Cataluña, pasará a engrosar la lista de sus héroes- mártires. Y si se incendia España, que es lo que buscan sus socios de la CUP, mejor todavía. Me tacharán de alarmista, pero la situación es exactamente ésa, enciendan la tele, y lo verán. El nacionalismo es un potro desbocado. Si se le añade el espolonazo de los antisistema no hay quien lo pare. Todas las llamadas al diálogo que se hacen son grititos de damiselas asustadas o proclamas de ventajistas. Lo que tendrían que hacer Iglesias y Sánchez es exigir la desconvocatoria del referéndum, en vez de culpar a Rajoy de provocarlo. Ya sé que sería mucho pedirles que imitaran a Donald Trump alabando a España, pero escuchar al presidente norteamericano defendiendo la unidad de España les advierte que los millones de dólares que se han gastado los secesionistas catalanes en Estados Unidos para hacer creer sus sueños y mentiras sin lograrlo tendría que ser una advertencia para ellos. CARTAS AL DIRECTOR A mis amigos catalanes Viendo las noticias mi corazón se llena de pena. Se llena de pena porque veo a mi pueblo sufrir de males de corazón. Veo a mi pueblo sentirse incomprendido, olvidado, necesitado y que no se siente escuchado. Y, maldita sea, cómo os digo que se nos comprende. Que se nos recuerda. Que se nos necesita. Que se nos escucha. Cómo deciros que la fuerza de la sangre de Wifredo está a la par de dos gotas de sangre y un rayo de sol. Cómo deciros que somos España. ¿Os acordáis de ETA? ¿Os acordáis de Barcelona, teñida de rojo en el 87? ¿Os acordáis de las Ramblas barajadas con gritos y sufrimientos imprevistos? Cuando Cataluña sangró, España lloró. Y un día nos despertamos por la mañana y nos encontramos con esteladas, tumultos y gritos en contra de lo más básico que supone la democracia. Y no entendemos el porqué de tanta saña. Juntos, Castilla, Aragón y lo que luego supuso España, creamos una patria grande y respetada. Luchamos juntos para expulsar al romano, al musulmán y al francés. Sangramos juntos y lloramos juntos. Crecimos juntos y entre discusiones y concesiones nos convertimos en uno. Y ahora, nuestra compañera de baile, de canto, de vida, de risa, de amor, de arte, nos quiere abandonar. Yo no votaré el día 1 Haya muchas o pocas urnas, el próximo día 1 no iré a votar. Por muchos motivos. Porque en un país democrático avanzado y reconocido internacionalmente como España no se pueden saltar todas las leyes del Parlament y Estatut para hacerse un referéndum a la medida del que lo organiza. Esta es una actitud totalitaria. Las motivaciones de este referéndum unilateral no se justifican ni por el derecho de autodeterminación que solo existe para colonias o países ocupados, que no es nuestro caso ni por el derecho a voto (que nunca puede pasar por encima de lo que permitan las leyes, pues eso sería el libre albedrio) Sobre otras motivaciones político- históricas- económicas, el proceso ha emitido muchas falsedades o medias verdades en la opinión pública catalana. El proceso soberanista está teniendo una actitud antisistema que nada tiene que ver con una sociedad democrática avanzada donde el respeto al contrario es el primer pilar, nunca la imposición. La propaganda del proceso es descomunal, circulan miles de mensajes e informaciones sin ninguna veracidad que inundan las redes sociales. No se respeta la intimidad de nadie. Se impone el pensamiento único y se impulsa el fanatismo. Nada diferente de lo que pueda hacer cualquier régimen totalitario. Y se está generando una enorme división social. Banderas de España y Cataluña O. C. No olvidamos que nos disteis a Dalí. A Tarraco. A Verdaguer. No olvidamos que España sin Cataluña es una tierra a medias y que juntos somos capaces de hacer grande lo que separados no son más que sueños de dos tierras hechas a medias. Cataluña sin España no es nada. Y España sin Cataluña no es nada. Menos gritar, menos pedir, menos quejarse. Más amor, más entender, más hablar. No estás sola Cataluña. Pero tampoco lo está España. ALFONSO MASOLIVER SAGARDOY MADRID

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