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ABC MADRID 27-09-2017 página 3
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ABC MIÉRCOLES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es opinion LA TERCERA 3 F U N DA D O E N 1 9 0 3 P O R D O N T O R C UAT O LU C A D E T E NA O DEFENSA DE LA UNIDAD, O DESASTRE POR RAMÓN RODRÍGUEZ ARRIBAS El anunciado referéndum secesionista de Cataluña, para el primero de octubre, marca el punto de no retorno, porque es la fecha señalada por las enloquecidas autoridades autonómicas de aquella comunidad, para perpetrar la más grave agresión que puede sufrir un Estado: el ataque a su soberanía y la mutilación de su territorio nacional El anunciado referéndum secesionista de Cataluña, para el primero de octubre, marca el punto de no retorno, porque es la fecha señalada por las enloquecidas autoridades autonómicas de aquella comunidad, para perpetrar la más grave agresión que puede sufrir un Estado: el ataque a su soberanía y la mutilación de su territorio nacional. Por eso no es posible aceptarlo, ni por las instituciones democráticas de España, ni por los españoles que creen en su Patria. Y que abandonen la esperanza, que parece alimentar los ingenuos partidarios de hacer política, de que pueda pararse el golpe de Estado con un diálogo rechazado de antemano, referéndum sí o sí es más, aunque se tolerase un referéndum inconstitucional y ganara el No también sería inútil, porque los separatistas exigirían su repetición una y otra vez hasta lograr la secesión. Pero es que, además, hasta un impensable consentimiento a la separación de Cataluña (ya fuera por la vía directa o la indirecta de crear una relación bilateral de aire puertorriqueño) tampoco resolvería nada. En efecto, dejaríamos de tener un problema interno, que debemos resolver entre nosotros y habríamos creado un problema internacional, porque los nacionalismos acaban siendo imperialistas y enseguida empezarían las reclamaciones territoriales sobre Aragón y la pretensión expansionisNIETO ta hacia Valencia y Baleares; y mientras tanto, habríamos cometido la inmensa injusticia de dejar solos a los millones de ciudadasiones que están sufriendo los contemporáneos. nos que quieren continuar siendo catalanes y De lo que no cabe duda es de que, si se quie- españoles, condenándoles a un futuro de dere establecer en España cualquiera de estas fór- samparo, lo que aparte de ser una traición a mulas, será preciso reformar los artículos pri- esos compatriotas, es ya una realidad visible; mero y segundo de la Constitución que, respec- basta observar lo que han sido capaces de hativamente, consagran la soberanía nacional, cer los separatistas insultando al Rey en Barresidenciada en el conjunto de los españoles y celona, cuando iba a acompañarles en la trala unidad de la Nación, en su doble condición gedia, para advertir lo que sucedería con otros de única y unida. En esta página, el que fuera españoles en el día a día en una Cataluña sepapresidente de la comunidad autónoma de Ma- rada de España. drid, Joaquín Leguina, lo puso de manifiesto, reproduciendo los preceptos citados y el Art. todo ello sin contar con que el sepa 168 de la Constitución y con impecable rigor juratismo también es contagioso y más rídico, más elogiable si cabe porque son otros pronto que tarde surgirían nuevas presus saberes profesionales, hizo visible, con potensiones de autodeterminación por derosos argumentos, la imposibilidad practica todas las regiones y acabaríamos regresando de articular esa reforma. a los tiempos de la Primera República, de trisPero lo que ahora empieza a preocupar no te recuerdo y vida breve, y hasta salpicaría a es que se intentara una reforma constitucio- Europa, desestabilizándola. Verdaderamente nal imposible de aprobar, con la consiguiente no hay alternativa: o la defensa de la unidad y frustración, sino que se intentara soslayarla, la soberanía de España, o el desastre; por eso, mediante interpretaciones imaginativas o es necesario mantener la serenidad y la firmecon la aprobación de Leyes Orgánicas incons- za, confiando en y apoyando a nuestras instititucionales, que no se impugnarían con efica- tuciones. cia suficiente para su inmediata suspensión Afortunadamente, consuela releer la Histo (art. 161.2 CE que solo el Gobierno puede acti- ria y comprobar que todos los que intentaron var) convirtiendo la Constitución en papel mo- acabar con España, fracasaron siempre. jado, es decir, usando el mismo procedimiento que sufrió la Constitución alemana de WeiRAMÓN RODRÍGUEZ ARRIBAS FUE VICEPRESIDENTE mar, de trágico recuerdo. DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL D URANTE décadas el concepto de España como Nación fue objeto de amores o de odios, pero no fue un concepto discutido. Tampoco lo fue en el ámbito del Derecho Internacional y menos aún en la doctrina constitucional. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, han aparecido términos que están abriendo brechas en aquella concepción indiscutible de Nación, como comunidad humana, social, territorial, histórica y sobre todo con proyección hacia un futuro común; así han aparecido términos como nación cultural nación de naciones y Estado plurinacional La nación cultural está pretendiendo convertirse en la única formulación políticamente correcta, cuando la realidad es que podrá integrar uno de los elementos nacionales, pero nunca el único y, sobre todo, el que haya más de una cultura no ha impedido que existan naciones bien asentadas y políticamente fuertes. Esta concepción, que se presenta como inocua, sin embargo puede resultar destructiva, porque las culturas suelen asentarse sobre el idioma y construir una nación sobre una lengua conduce a una batalla con las demás, cuando hay un ejemplo de nación única con varias lenguas y ninguna dominante, como es el caso, verdaderamente espléndido en la historia y en el presente, de Suiza que, a pesar de titularse Confederación, su Constitución siempre habla de Federación, sin más nación que Suiza. En definitiva, lo importante es vivir en una civilización común y tener los elementos necesarios para vivir juntos, como tenemos en España y si es posible, en grandes agrupaciones territoriales, como Europa, porque ahora la única posibilidad de supervivencia es precisamente la unión frente a los enemigos de nuestra civilización, de raíz cristiana, como han demostrado, en nuestra propia carne, los atentados de Barcelona y Cambrils. El concepto de nación de naciones es difícilmente entendible, porque supondría que dentro de una nación y sin dejar de serlo, existían otras, lo que sociológica y jurídicamente sería un galimatías territorial y los ciudadanos no sabrían a que nación pertenecían o si pertenecían a todas. Lo de Estado plurinacional sí es posible y de hecho los ha habido; así eran el Imperio Austro- Húngaro, la Unión Soviética y Yugoslavia y así pueden considerarse Reino Unido, Canadá y Bélgica; aunque sea incómodo recordar como acabaron los tres primeros ejemplos y las ten- Y

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