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ABC MADRID 23-09-2017 página 12
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ABC MADRID 23-09-2017 página 12

  • EdiciónABC, MADRID
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12 OPINIÓN LLUVIA ÁCIDA PUEBLA SÁBADO, 23 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es opinion ABC DAVID GISTAU ICH BIN PERIQUITO Los insurgentes catalanes podrían contratar a Bilardo como asesor para técnicas con las que desquiciar a la Guardia Civil E N lo que se refiere a la actividad de masas, el fútbol y el nacionalismo poseen técnicas intercambiables. No en vano, el fútbol fue el depositario incruento del nacionalismo, casi su desahogo lúdico pendencias ultras aparte en tiempos políticos más estables en los que el nacionalismo estuvo mitigado por el escarmiento de las guerras y remitió como metástasis mental típicamente europea: en la actualidad vivimos un rebrote apoteósico que coincide con dos decadencias simultáneas, la del 45 y la del 78. Este papel del fútbol, que en Yugoslavia se distorsionó hasta convertir los clásicos de Estrella Roja de Belgrado y Dinamo de Zagreb en preludios bélicos, permitió a Vázquez Montalbán hablar del Barsa como ejército desarmado de Cataluña papel romántico, muy jaleado por los rapsodas progresistas, con el cual el club acabó emborrachándose hasta dejarse abducir por esa militarización de la vida pública en Cataluña por la cual el Español acaba de convertir en gesta la pretensión de no ser más que un club ¡Ich bin ein Periquito! Al hablar de técnicas intercambiables, nos referimos, por ejemplo, a las caceroladas en los lugares de descanso del equipo rival para no permitirle descansar. En esto, el fútbol lleva cierta ventaja al nacionalismo. Diríamos incluso que los insurgentes catalanes podrían contratar a Bilardo como asesor para técnicas subterráneas con las que desquiciar a la Guardia Civil, incluyendo las agujas escondidas en la media, el desgaste psicológico obtenido mediante el recordatorio al guardia de todos los adulterios que su mujer comete mientras él está desplegado muy bilardiano esto último y el bidón de agua envenenada como el que usaron para drogar al medio campo brasileño en el Mundial 90. Ayer circuló el vídeo de la memorable respuesta que un guardia alojado en Calella dio a la cacerolada de la hinchada nacionalista cuando asomó al balcón y cantó un fandango. Habrá que atribuir a los reflejos culturales condicionados el hecho de que los nacionalistas cesaran como embrujados de dar el coñazo y no pudieran evitar la liberación de unos cuantos olés que obraron el milagro de su españolía delatada. Mira que si hubiéramos sabido antes que el pucherazo parlamentario se evitaba introduciendo en el Hemiciclo, en el momento de la votación, un coro rociero que recordara a todos los presentes que sus infancias son recuerdos de un huerto claro donde madura el limonero. Con una parte de la sociedad catalana reducida a la condición de hinchada en acción de escrache, lo que no podía tardar es una identificación, entre los de la otra parte, de más Enemigos del Pueblo. Estigma con el que ya empezaron a ser marcadas inteligencias culturales como la de Marsé, con lo cual estamos ya a cinco minutos de las hogueras de libros. Querría decir, por acabar la columna frívolamente, que esto último también es típicamente bilardiano. Pero no, me temo que es típicamente hitleriano. El Gobierno, mientras, propone premios de consolación para los golpistas. HORIZONTE RAMÓN PÉREZ- MAURA LA PELA A Oriol Junqueras todavía no le ha tocado poner un céntimo de su bolsillo. Para eso está la clase de tropa 92.000 euros diarios es la suma de las sanciones que ha impuesto el Tribunal Constitucional a veinticuatro miembros de la llamada Sindicatura Electoral de Cataluña y las sindicaturas de las cuatro provincias que integran esa autonomía. A ocho de ellos 12.000 euros diarios y a otros dieciséis 6.000 al día. Lo que de hoy al 1 de octubre hubiera sumado 1.728.000 euros que no va a pagar la Generalidad. Escasas horas después de la aparición en el BOE de la decisión del TC, el Gobierno catalán se apresuraba a destituir a José María Jové, no fuera a ser que siga detenido a las 10 de la mañana de hoy, no haya podido dimitir y tenga que pagar. Vade retro, Satana. Desde ese momento podía anticiparse el inevitable goteo de dimisiones. Porque no creo yo que estos secesionistas que integran esos órganos ilegales sean tan patriotas y tengan tanto suelto que estén dispuestos a ver cada día cómo sus cuentas corrientes que más les vale que estén bien colmadas van pagando al odiado Estado jornales de 12.000 ó 6.000 euros según sea el grado del honor que han atribuido a su hacienda Puigdemont y el nonato estado catalán Cabe imaginar que los consortes de esos síndicos tendrán idéntico entusiasmo por la causa para arrostrar las incomodidades que implica gastar esa cantidad de dinero sin recibir a cambio más que los ánimos de su jefe Junqueras al que todavía no le ha tocado poner un 1 céntimo de su bolsillo. Para eso está la clase de tropa. A ver si saliendo cada día esas cantidades de sus cartillas de ahorro pueden seguir pagando la hipoteca, el alquiler del piso, el renting del automóvil, las cuotas de aquella operación de cirugía estética... la vida misma. No hacía falta ser muy perspicaz para llegar a la conclusión de que la pela podía ser un factor decisivo en el intento de secesión de una parte de los catalanes. Porque la cuestión no es la macroeconomía sino la microeconomía. El nacionalismo como movimiento populista no se molesta en discutir sobre el coste que puede tener para una sociedad este tipo de movimiento. Ya lo vimos en un país tan solvente como el Reino Unido, donde las incontestables cifras del verdadero coste del Brexit fueron ignoradas por la mayor parte del electorado. En esas circunstancias la actitud que prevalece suele ser la de bueno, eso ya lo resolveremos cuando llegue Pero es que aquí el coste iba a llegar hoy mismo directamente a las cuentas de estas personas. Y eso ya es harina de otro costal. Habrá quien intente promover una colecta popular para afrontar el coste. Mas conviene recordar que todavía están intentando acopiar los más de 5 millones de euros con que fueron sancionados Artur Mas y su equipo por la anterior patochada en las urnas. Claro que, como sabe todo cazador, no es lo mismo disparar a una pieza en movimiento que a una parada. Y el objetivo de la anterior multa está quieto. No ha variado desde el día que se anunció. Mientras que lo que ahora les llega a los síndicos electorales no deja de moverse hasta que se hace efectivo la renuncia. Nadie duda ya que lo que han buscado Puigdemont y Junqueras ha sido el choque para presentar a la Guardia Civil llevándose las urnas y dando mamporros. Por ahora, los empujones y codazos más bien se los han llevado los agentes del benemérito cuerpo en funciones de policía judicial. Y el heroísmo de los mártires de la independencia saliendo esposados va a ser sustituido por el de los héroes de la secesión viendo cómo se drenan sus cuentas corrientes. Algo muchísimo menos poético. Pobres sediciosos. Ya no les queda ni la épica.

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