ABC MADRID 16-09-2017 página 30

30 INTERNACIONAL SÁBADO, 16 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es internacional ABC Aunque no llegó a causar daños, este nuevo misil voló más que el disparado hace dos semanas. Tras aquel ensayo balístico, Kim Jong- un anunció que era solo el principio de unas operaciones militares en el Pacífico que luego continuaron con el ensayo nuclear del 3 de septiembre, el sexto desde 2006. Demostrando los avances de su programa nuclear, Corea del Norte detonó su artefacto más potente hasta la fecha, una bomba de hidrógeno (o termonuclear) que provocó un terremoto de magnitud 6,4 que se sintió en China, Rusia y Corea del Sur. Aunque el régimen norcoreano asegura que puede montar dicho artefacto en uno de sus misiles intercontinentales, que en teoría son capaces de recorrer hasta 10.000 kilómetros y llegar a Estados Unidos, los expertos dudan de que disponga ya de la tecnología necesaria para ello. Seguir en el poder Con este nuevo cohete, Pyongyang responde a las sanciones impuestas en la madrugada del martes por el Consejo de Seguridad de la ONU contra su última prueba atómica. Con dicho castigo, que reduce en un tercio las importaciones de petróleo de Corea del Norte y le prohíbe sus exportaciones textiles y la salida de sus trabajadores al extranjero, Naciones Unidas merma su suministro de combustible y pretende cortarle más de mil millones de euros para frenar su programa militar. Pero no parece probable que Kim Jong- un renuncie a su desafío por convertirse en una potencia nuclear. De hecho, el dictador surcoreano señaló anoche que el último lanzamiento tenía como objetivo calmar la beligerancia de Estados Unidos y establecer un equilibrio de fuerza real con Estados Unidos y hacer que sus gobernantes no se atrevan a hablar de opción militar Tras el lanzamiento, el presidente surcoreano, Moon Jae- in, convocó una reunión de urgencia del Consejo Nacional de Seguridad y ordenó probar dos misiles como advertencia. El Ejército disparó hacia el mar de Japón dos Hyunmoo- II, que tienen capacidad para llegar hasta Pyongyang. Vuelve a dispararse en Asia una tensión militar que lleva latente todo el año. Ciudadanos de Tokio pasan ante una pantalla que informa sobre el último misil lanzado por Pyongyang REUTERS Seúl responde con dos misiles al último desafío de Pyongyang Kim Jong- un dice que su último cohete busca establecer un equilibrio de fuerza con EE. UU. PABLO M. DÍEZ CORRESPONSAL EN PEKÍN Ni tres días ha tardado Corea del Norte en responder a las nuevas sanciones de la ONU contra su última prueba nuclear. Y lo ha hecho al único modo que sabe: disparando ayer un nuevo misil que sobrevoló Japón. Según informa la agencia surcoreana de noticias Yonhap, el lanzamiento tuvo lugar a las siete de la mañana (una de la madrugada en España) desde Sunan, a las afueras de Pyongyang y cerca del aeropuerto. A la espera de conocer más detalles, todo indica que se trata de un Hwasont- 12, un proyectil de rango intermedio. A tenor del Ejército surcoreano, voló 3.700 kilómetros y alcanzó una altura de 770. El régimen del joven dictador Kim Jong- un perfecciona así la capacidad de sus cohetes para salir al espacio y reentrar en la atmósfera sin desintegrarse. Además, demuestra que puede llegar hasta la isla estadounidense de Guam, a 3.400 kilómetros en el océano Pacífico. Dicha isla, que alberga una de las principales bases del Pentágono, ya fue señalado en agosto como objetivo por parte de Pyongyang, que anunció el lanzamiento de cuatro mi- siles hacia sus aguas pero, finalmente, no llegó a ejecutarlo. Las primeras estimaciones indican el ensayo de un misil balístico de rango intermedio anunció el Mando de Estados Unidos en el Pacífico, informa Yonhap. A su juicio, el misil balístico sobrevoló el territorio del norte de Japón antes de caer al este en el Pacífico pero no supuso una amenaza para Guam que está al sur, ni para Norteamérica. En cambio, donde hizo saltar todas las alarmas fue en Japón, ya que pasó por encima de la isla septentrional de Hokkaido. Al igual que ocurrió el pasado 29 de agosto, cuando el régimen estalinista de Pyongyang disparó otro misil de rango intermedio Hwasong- 12, el Gobierno nipón alertó a la población para que se escondiera en refugios y sótanos. Finalmente, el proyectil pasó de largo y cayó al mar a unos 2.000 kilómetros al este del archipiélago. Estas repetidas provocaciones por parte de Corea del Norte son intolerables y protestamos con las palabras más fuertes denunció el secretario jefe del Gabinete japonés, Yoshihide Soga, informa Reuters. Reacción surcoreana El Ejército de Seúl lanzó proyectiles Hyunmoo- II hacia el mar de Japón que podrían llegar a Pyongyang MANIFIESTA VIOLACIÓN DE LAS RESOLUCIONES La ONU condena el lanzamiento, pero no adopta más sanciones AGENCIAS NUEVA YORK Poco después de conocerse la nueva prueba balística realizada por Corea del Norte, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió anoche de urgencia y a puerta cerrada para condenar unánimemente el último lanzamiento de un misil por parte del régimen dictatorial de Pyongyang. Por ahora, no adoptará nuevas sanciones. En un comunicado, el máximo órgano de decisión de la ONU tachó el altamente provocador el lanzamiento y pidió que todos los países apliquen de forma completa e inmediata las medidas aprobadas el pasado lunes. El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la acción de Pyongyang como una manifiesta violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad. En su comunicado, recordó que este lanzamiento se produce días después de que Corea del Norte efectuara su sexta prueba nuclear Guterres hizo un llamamiento al régimen de Pyongyang para que acepte explorar la reanudación de un diálogo sincero sobre la desnuclearización en la región. El nuevo desafío norcoreano llega después de que el lunes pasado el Consejo de Seguridad aprobara un nuevo paquete de sanciones económicas contra el régimen de Pyongyang por el test nuclear del pasado 3 de septiembre. La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, anunció ayer que el bloque acelerará el trabajo para imponer nuevas sanciones contra Corea del Norte como respuesta a su nueva prueba balística.