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ABC MADRID 05-09-2017 página 13
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ABC MADRID 05-09-2017 página 13

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 5 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es opinion OPINIÓN 13 UNA RAYA EN EL AGUA MONTECASSINO HERMANN MENDIGANDO GUERRAS No puede haber un estado agresivo y expansionista en el noreste español D ICE Nikki R. Haley, la embajadora norteamericana ante las Naciones Unidas, que el presidente de Corea del Norte, Kim Jongun está mendigando una guerra Pero nadie se la quiere dar. La guerra ha de ser siempre la última razón, porque desde un principio entra en la lógica de lo irreversible, que es la muerte. Hay que aplicar insistía ayer Haley, todos los medios diplomáticos antes de que sea demasiado tarde Nadie sabe si no es ya demasiado tarde. Porque el gordito diabólico ha corrido mucho con su juguete favorito de las armas nucleares, y las tiene ya para causar multitud de muertes en Corea del Sur. Y quizá también en otras partes más lejanas. Pronto podría colocarle una bomba atómica en la cabeza a cualquiera, incluido por supuesto su enemigo favorito. ¿Cómo se permitió que alguien como Kim Jong- un tenga armamento nuclear? Como se llega a las situaciones extremas. Por falta de iniciativa para evitarlas cuando aún no se han producido. Este escenario se antojaba lejano para algunos. Pero ya está aquí. Ahora ya no hay aplazamiento posible para todas las medidas internacionales concebibles para disuadir al tirano norcoreano de seguir esta escalada hacia la guerra. Conscientes de que la retórica militar por parte de EE. UU. no es creíble por la matanza garantizada en ambas Coreas. Hay que intentar a toda costa evitar sangre, porque si comienza a fluir, en Corea serían mares. En España, en otras dimensiones, estamos ante un parecido dilema con un gobierno regional que mendiga una guerra con la Nación para justificar el fracaso de su delirante e inviable deriva separatista. Aquí también hay otros culpables, además de los provocadores que quieren destruir España y crear un estado disparatado, fundado sobre las mentiras más grotescas y una voluntad tribal, dictatorial, agresiva y expansionista que extendería rápidamente un conflicto violento por la península y fuera de ella. Si los pasados gobiernos de España tienen una grave responsabilidad, es especial la del actual, que asiste desde hace cuatro años con pasividad a un golpe de Estado. Y nada ha hecho por deshacer el terrible engaño de los convencidos por la Generalidad de que la destrucción de España es viable y además sin coste alguno. En su afán por evitar todo conflicto con un poder ya abiertamente delincuente, ha minimizado el problema y generado una nefasta sensación general de impunidad en las autoridades sediciosas. Ahora, ya en la fase final, lo que hace años pudo neutralizarse con un acto de autoridad, requerirá una operación dolorosa, amplia y contundente. Con mucha energía para gestionar la frustración resultante. Por lo que nadie puede excluir que el proceso de restablecimiento de la ley tenga capítulos dramáticos. Pero ya no hay margen de maniobra. Si el Estado no restablece el orden constitucional y la ley en su Cataluña, España puede entrar en un proceso de descomposición rápido, probablemente violento, y no solo por su extremo nororiental. Esto no pueden tolerarlo los españoles porque literalmente les va la vida en ello. Como el mundo no puede tolerar que un demente totalitario que tortura a sus súbditos y asesina a sus familiares someta con amenazas de aniquilación a los países vecinos. Cada situación en su contexto ha llegado al punto en que exige una acción decisiva para frustrar los planes del provocador fuera de la ley. El Gobierno de España tiene ante sí una gravísima responsabilidad en la que sobra la retórica de colegiala de la vicepresidenta. Oculte ella a Puigdemont lo que le plazca. Pero los españoles tienen derecho a saber, en Cataluña y fuera de ella, cómo y cuándo se va a acabar con la peor amenaza para su Nación, sus vidas y porvenir desde la Guerra Civil. IGNACIO CAMACHO RODILLA HERIDA En el país que exterminó a los indios han cancelado la fiesta de Colón por considerarlo culpable... de un genocidio C JM NIETO Fe de ratas OMO sabe cualquier lector de las novelas de El Coyote, la ciudad que los estadounidenses de hoy llaman L. A. (Éilei) fue fundada bajo el nombre original (en español) de Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles. Menos gente conoce que sus pobladores fundacionales eran mestizos y mulatos, cruce racial que en América sólo fue posible en el ámbito hispano porque los anglosajones optaron por exterminar a los pueblos indios del norte en un genocidio sistemático. Ello no obsta para que los representantes políticos de los angelinos contemporáneos también los de raíces latinas hayan decidido suprimir el Columbus Day con el único voto en contra de un concejal de origen... italiano. En lugar del execrable Colón han instituido un Día de los Pueblos Indígenas aunque de los primitivos habitantes norteamericanos no quede, vaya por Dios, nadie para conmemorarlo. Se conoce que los ediles de Los Ángeles no han leído Enterrad mi corazón en Rodilla Herida célebre best- seller de los años 70 que narra la aniquilación mujeres y niños incluidos- -de las tribus hedereras de Toro Sentado. Culpar a los españoles de genocidio en esos Estados Unidos que disecaron en reservas su masacrada diversidad antropológica no es un sarcasmo sino una canallada. Una vileza más ruin que indocumentada, porque saber lo que ocurrió lo saben. Pero la dictadura de la corrección política, trasladada también a Europa, se basa en la reescritura falaz y o sesgada del pasado, incluida la necesaria atribución de presuntos culpables. Lo triste es que esa mercancía trucada, tóxica, la esté comprando también, contaminada por la manipulación, la comunidad latina es decir, hispana de Los Ángeles. Que existe por la concatenación histórica que empezó cuando un tal Colón desembarcó en Las Antillas unos cuantos siglos antes. Esta enfermedad social de la ignorancia autoinfligida alcanzó hace tiempo a España con su venenoso debate. No sólo por la antigua leyenda negra, que nació de entre nosotros en buena parte. Cierta izquierda radical se viene sumando al revisionismo del Descubrimiento como una forma de impugnar la identidad española mediante una interpretación ideológica de la Historia propia de botarates. No hace falta señalar a Colau o a sus primos de las CUP, partidarios de retirar la estatua barcelonesa de Colón, aunque también haya soberanistas chalados que reivindican la catalanidad del almirante. Se trata de un estado de opinión relativamente extendido en ese sedicente progresismo que se atribuye la facultad adánica de reinventar el mundo según sus prejuicios mentales. Quizá no exista otro país tan ofuscado con su propia cultura, tan atormentado con su ser, tan incapacitado para hacerse justicia. Qué le vamos a reprochar a los americanos si somos los primeros en destruir nuestra autoestima. Si ésta es una nación que no pierde oportunidad de cuestionarse a sí misma.

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