Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 04-09-2017 página 14
ABC MADRID 04-09-2017 página 14
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 04-09-2017 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página14
Más información

Descripción

14 OPINIÓN POSTALES LUNES, 4 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es opinion ABC JOSÉ MARÍA CARRASCAL A los cuatro vientos Caída del negocio crediticio PLURALIDAD ANTINACIONAL Si no hay proyecto común y compromiso cotidiano, no hay nación a pluralidad de la nación española con la que el PSOE intenta resolver el problema territorial de España, y los suyos, no lo resuelve. Al revés, lo complica aún más. Diría incluso que lo hace irresoluble. En su sentido moderno, nación es una comunión de esfuerzos, afanes y objetivos de un pueblo. Un plebiscito diario la definió Renan. Ortega: Un proyecto sugestivo de vida en común Si no hay proyecto común y compromiso cotidiano, no hay nación. De ahí que Suiza y Estados Unidos sean dos de las naciones más sólidas que existen, pese a ser Estados federales. Pero sus habitantes comparten un destino común y están dispuestos a defenderlo con su vida, pese a las diferencias de todo tipo que hay entre ellos. Resumiendo: la nación plurinacional es como la cuadratura del círculo: una entelequia. El proyecto plurinacional que Pedro Sánchez propone para España, sin embargo, marcha en dirección contraria: quiere convertir las diferencias que existen entre los españoles en rasgos diferenciales que los encuadren en distintas naciones y, por si ello fuera poco, dando a algunas de ellas prerrogativas sobre las demás, apoyándose en peculiaridades adquiridas a lo largo de los siglos, incorporadas sin problemas a la historia común española, pero que ahora surgen como fronteras entre ellas. Inevitablemente, pues la nación moderna, como queda dicho, es un recinto cerrado de sentimientos y afanes comunes. Para resumir: plurinacionalidad y nacionalidad se excluyen y nunca podrán conjugarse. Nada de extraño que Pedro Sánchez no supiera, o quisiera, contestar qué es una nación, cuando Patxi López le inquirió sobre ello en el debate que sostuvieron. Se invoca como excusa que solucionaría nuestro problema territorial, al buscar un nuevo encaje de Cataluña en España. Basta un vistazo a las previsiones, para darse cuenta de que es exactamente lo contrario: Se profundizará el autogobierno de Cataluña y ejecutarán las transferencias pendientes, aportando los recursos necesarios Se trata, como ven, de lo de siempre: comprar a los catalanes para que se queden, con más dinero y atribuciones, algo que ya han rechazado, no se contentan con menos que la independencia. Si se le añade que, para evitar el agravio comparativo, se da barra libre a las demás comunidades para convertir su hecho diferencial en nacional, tendremos la fórmula para la voladura, no ya de la nación española, sino del Estado español. Ya lo intentamos alguna vez con resultados catastróficos. Como no puedo concebir que el actual liderato del PSOE sea tan lerdo como para ignorarlo, sólo puedo atribuirlo a una política de corto vuelo: sacar a Rajoy de la Moncloa. Para eso necesitan a los nacionalistas que hay en todas las comunidades, empezando por la catalana y vasca. Los antisistema ya están en el saco. Les falta sólo convencer a su vieja guardia de ignorar la E de sus siglas. Es la incógnita del día, del año, del siglo puede. Y nosotros, en Babia. La banca, congelada por el invierno demográfico Las consecuencias de la baja natalidad y el envejecimiento de la población son múltiples, pues no solo se circunscriben al ámbito social, sino también al económico. El sector financiero observa con preocupación cómo el invierno demográfico puede llegar a hundir hasta un 37 por ciento la facturación de la banca, según un informe de la AEB. Sus principales vías de negocio, el crédito hipotecario y la financiación al consumo, se pueden ver seriamente afectadas, ya que la pérdida de población perjudicará al crecimiento económico y la actividad empresarial, al caer la demanda interna y depreciarse los activos. O sea, que cuanto más viejos, más pobres. L Aficionados de España en el Bernabéu IGNACIO GIL Madrid, con la selección Al oído Toda una lección de sano patriotismo El público que asistió el sábado al Santiago Bernabéu para presenciar el encuentro que enfrentó a la selección española de fútbol contra Italia ofreció toda una lección de comportamiento. El sano apoyo al equipo nacional contrasta con las actitudes mezquinas exhibidas en otros terrenos de juego contaminados por lo peor de la política. No se trata de hacer comparaciones, siempre odiosas, sino de subrayar la reconfortante naturalidad con la que miles de aficionados celebraron el triunfo de España en un ambiente festivo en el que los gritos de apoyo fueron una constante desde el principio al final. UN POCO HUÉRFANOS Pasado el efecto de la proclamación de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE, en el partido preocupa que este no tenga presencia en el Parlamento. Sánchez, defenestrado por los suyos hace casi un año, emergió con fuerza y ganó después las primarias, pero antes renunció a su escaño en el Congreso. Un dirigente socialista lo resumía así hace unos días: Es verdad que tenemos un problema: estamos un poco huérfanos CARTAS AL DIRECTOR Soy militar, pero también un ciudadano con opinión Soy militar en la reserva sin destino, de empleo general de división. Después de reflexionar sobre los límites del derecho a la libre expresión y el deber de neutralidad política que me atañen, deberes que comparto y asumo, he decidido enviar esta carta. Como ciudadano tengo derecho a expresar públicamente mi pesar y enorme preocupación por la deriva hacia la ruptura a la que está sometida nuestra Patria. Nunca creí que algún día me vería redactando este texto. Es cierto que a lo largo de mi vida he visto como nuestra identidad y unidad como españoles han sido cuestionadas y atacadas muchas veces, incluso con las armas como en el caso del terrorismo etarra, pero hasta ahora pensaba que los lazos que nos unían eran más fuertes que los intentos de disolución y que al final conseguiríamos mantener unido lo que tanto esfuerzo, pasión y sangre nos costó forjar a lo largo de nuestra historia. Hace ya más de quinientos años que España, y algo después, las Españas supusieron una realidad política formidable en el mundo de la que nos podemos sentir muy orgullosos por la labor civilizadora realizada. Como ciudadano español asisto perplejo a los tremendos desafíos que está sufriendo esa unidad, perplejidad causada por las diferentes respuestas que quienes pueden dar una solución, nuestros representantes, ofrecen a los ciudadanos. Me gustaría confiar al cien por cien en que el Estado sabrá dar la réplica adecuada en estas horas tan críticas, pero reconozco que, pesar del empeño, no lo consigo. Me parece que poco a poco cunde el desánimo entre los que creemos que hay que mantener la unidad y el estado de derecho con toda la fuerza de la ley que nos dimos los españoles en un acto soberano allá por 1978. No quiero alargarme más, sólo se trata de una carta. Este asunto es muy serio y de consecuencias impredecibles.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.