ABC MADRID 02-09-2017 página 69

ABC SÁBADO, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es estilo GENTESTILO TV 69 Álbum de familia DE DINASTÍA TORERA ÁNGEL ANTONIO HERRERA Álbum familiar Las hijas de Dámaso González, Marta, Sonia y Elena, arropan a su madre Felisa Taruella, el día del funeral, el 27 de agosto, en Albacete. Sobre estas líneas, el matrimonio, sus tres hijas y su yerno Juan Peña en la boda de Miguel Ángel Perera y Verónica Gutiérrez en 2013. A la izqda. Dámaso con su hija Marta el día de su boda con Miguel Palomo, en 2007 un gran padre que les honra y que demuestra que, por encima de todo, está el respeto. Padrazo entregado y de férreos principios, Dámaso también apoyó a su hija Sonia cuando se enamoró del cantante Juan Peña, que hoy llora su pérdida y lo expresa en emotivas cartas Vetada en el velatorio de despedida que ha publicado en sus Más tarde tuvo que asumir otro trago redes sociales. González siempre le amargo, al enterarse de un nuevo des- puso las cosas fáciles a su casi yerno, plante hacia su hija. Cuando Marta se y fue seguramente quien más disfrupresentó en el velatorio de Palomo Li- tó del hijo que tuvo la pareja, el prinares el diestro falleció el pasado 24 mer nieto en la casa, quien pasaba de abril, al no superar una muchas tardes junto a operación de corazón se sus abuelos en la finca. Nueva etapa encontró con el rechazo Tu familia está destroLos hijos del frontal de su exmarido, zada, mi Soni, tu niña, quien impidió su entrada diestro se volcarán la has dejado muerta ahora en la a la sala donde se velaba en vida... tus hijos, tu explotación de la mujer... Mi niño, tu el cuerpo de su padre, en el madrileño Tanatorio de finca Los Prados, único nieto, su Lalo... Tres Cantos. Finalmente, cómo se le cuenta en Albacete Miguel decidió salir de la ahora a un niño que sala en compañía de Carno tiene ni dos años la Sánchez Zurdo, su nueva pareja, y y que no para de repetir que quieeso permitió que Marta diera el pésa- re ser como Lalo... se duele Peña. me al resto de familiares. Una escena Muchos cambios son los que que el propio Miguel no se habría en- ahora se avecinan en la familia contrado de haber querido dar el pésa- González con esta penosa ausenme en el tanatorio de San Isidro a la viu- cia. De entrada, serán los hijos los da e hijos de su exsuegro. En un gesto que tengan que dedicarse por enque tampoco se entiende, Miguel deci- tero a la explotación de la finca, algo dió ausentarse, al contrario que sus dos que ya hacían, aunque siempre tutehermanos, Sebastián y Andrés Palo- lados por el cabeza de familia. Hoy, vimo Danko, quienes sí acudieron a abra- ven su duelo en silencio y con la miszar a la familia González. Una actitud ma elegancia que el torero tuvo en vida. se de su montura favorita. Sin embargo, una vez más Dámaso demostró un temple digno de elogio al evitar escenas que podrían haber sido muy desagradables. Simplemente, arropó a su hija y optó por pasar página. l torero, por lo común, tiene dos, y hasta esperando bebé, como alta percha en los papeles del Cayetano. Pero en Ronda, cuando Caamor, o amorío, pero hay to- yetano tomó la alternativa, las ninfas reros a los que le viene de li- minifalderas se agolpaban repartidas naje la gracia y el gancho, para los rue- entre fanes de uno y fanes del otro, dos que no son el ruedo. Quiero decomo las que van a un conciercir que hay príncipes del to, mitad Bisbal, mitad FAENAS escalafón de las portadas que, Bustamante. Aún pasa, MAYORES además, son matadores, y cuando torean. El toreLos hay que, les viene la condición exóro siempre ha estado en su vida tica de familia. Los Rivera ahí, entre mujeres, que sentimental, Ordóñez, Francisco y Cayees como decir con un se mueven tano, por ejemplo, vienen de pie en el toreo de las pormuy poco maestro ilustrísimo, Paquirri, tadas, a su pesar, o quizá y divina del cuché, Carmen Orno tanto. El torero, para el dóñez, con genealogía taurina de oro. escaparate, ha sido el futbolista anHan alternado las verónicas del amor tes del futbolista. o el desamor con la espada de las cinHoy nos ocupan los de dinastía sosco en punto de la tarde. Ahora están tenida, y ahí los hay de faenas mayofijos en un amor, pacíficamente casares, y los hay que no dan un susto, como José Mari Manzanares, hijo y nieto de toreros, quieto siempre en su matrimonio. Sólo se mueve, y poco, para que le haga algún retrato Bruce Weber, que es el fotógrafo que eterniza a los guapos de la moda mundial. De algún modo, Bosé es otro torero que viene de dinastía sonorísima, los Dominguín, sólo que torero de lo suyo, entre el bandido de escenario y el apolo de pareo. E Hijo pertinaz Hace poco, hemos tenido de copa de noticia a Manuel Díaz, El Cordobés que echó a rodar la demanda de paternidad, con mucho trueno de polémica, y enseguida la ganó, con lo que vimos lo que ya sabíamos: que es su padre Manuel Benítez, un rolling de los ruedos. Manuel Benítez, El Cordobés, ha resultado, en la vida, un pirómano del plan, y un trapecista del toro, y de los otros toros biográficos que vengan, incluso un hijo pertinaz y optimista. Manuel Benítez tenía una avioneta con lo que a veces iba a torear, de piloto él mismo. Hizo tres portadas de la revista Life como un Jagger de lo suyo, como un quinto Beatle del estoque. Con María Martina Fraysse Urruty, nueve años más joven que él, se casó en 1975, y tuvo cinco hijos. Son Martina y él, hoy, divorciados de anteayer. Manuel, el hijo, trabajó de lavacoches en una gasolinera de Córdoba, entre otros oficios de inclemencia, y se hizo matador de toros por llamar la atención de su padre. Hoy es dueño de una finca, porque los grandes se compran una finca o los mata el toro, y está casado con una dulce venezolana, Virginia Candia Troconis, que no da un ruido. RAFAEL CARM ONA Arriba, el diestro José Mari Manzanares y su hijo José María en 2003; debajo Manuel Benítez El Cordobés y Julio Benítez en 2007