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ABC MADRID 01-09-2017 página 12
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12 OPINIÓN POSTALES VIERNES, 1 DE SEPTIEMBRE DE 2017 abc. es opinion ABC JOSÉ MARÍA CARRASCAL A los cuatro vientos Cazados en la mentira ESPERPENTO Rajoy emergió de la trampa que le habían tendido como el único que defiende la integridad de la nación española Puigdemont, Forn y Trapero deben dimitir Cazados en una mentira flagrante en un asunto tan sensible como es negar la existencia de una alerta de la CIA sobre posibles atentados en Las Ramblas, allá por el mes de mayo, Carles Puigdemont, Joaquim Forn y Josep Lluís Trapero deben presentar su dimisión. No les queda otra salida pues tanto el presidente de la Generalitat, como el consejero de Interior y el mayor de la Policía autonómica han venido negando estos días la existencia de ese aviso que ayer, tras publicar la prueba El Periódico de Cataluña hubieron de reconocer para dejar finalmente el asunto en que no dieron credibilidad a la alerta. Con la sociedad aún recuperándose del shock de los atentados del 17- A, tan grosero embuste es inadmisible en un asunto de tanto impacto como la seguridad de todos ante una de las más graves amenazas que conoce el mundo. Desde un primer momento, los tres se han esforzado en instrumentalizar el atentado, volcando los fallos o deficiencias en la gestión de los momentos previos al ataque en fantasmagóricos fallos de coordinación la información no fluye que siempre atribuían al Ministerio del Interior, con lo que a la vez cebaban la queja victimista contra el Estado que, a su juicio, justifica la independencia de Cataluña. Todos los posibles errores o eran de Interior o no lo eran. Para todo encontraban excusa: para no atender los avisos de Bélgica sobre el imán de Ripoll, para los cientos de bombonas de butano halladas en la casa de Alcanar y que tampoco levantaron sus sospechas... Por no hablar de los mezquinos distingos entre víctimas catalanas y españolas Y todo ello barnizado con ataques a la prensa con inaceptables acusaciones de manipulación para hacer daño al Cuerpo autonómico. Nada E L aviso de la CIA del atentado en las Ramblas fue descartado por las autoridades catalanas. Un error parecido costó al PP perder el gobierno y ocho años de ostracismo. ¿Dimitirá siquiera el jefe de los mossos? Puede que no. Pero no hablo de ese esperpento, sino del debate parlamentario que convirtió un rancio caso en epicentro de la política española. ¡Con la que está cayendo! diría un tertuliano. En realidad, fue una muestra de impotencia de la oposición que, incapaz de derribar a Rajoy en las urnas o el Congreso, intentó un sucedáneo de moción de censura con el caso Gürtel, más visto que la Chelito. Aparte un boomerang. Y no porque Rajoy se les escapara vivo, sino porque todos ellos quedaron retratados. El editorial de El País nada sospechoso de pepero, lo clavó: La oposición se desgastó más que el Gobierno al que quería derribar A la cabeza, el PSOE, cada vez más brumoso su objetivo ¿derribar a Rajoy o la integridad de España? con una portavoz que hizo buenos a todos sus predecesores, actuando como si aún fuese magistrada, dueña y señora de la sala, cuando es una diputada más, que ni siquiera había preparado bien su intervención. No sé lo que durará en el cargo. Quien había aprendido de los vapuleos anteriores era Iglesias, que llevaba incluso escrita su intervención. Pero Rajoy lo ignoró olímpicamente, como quien sabe que su principal interlocutor es Sánchez, ausente por fortuna para él. Rivera volvió a ser el equilibrista en el alambre, presentándose como chico para todo, cuando en este final de la partida hay que elegir: se está con el sistema que nos hemos dado o contra él. Lo que debilita el proyecto de Ciudadanos. Aunque fue Tardá, de Ezquerra Republicana, quien, con su brutal sinceridad, dio a Rajoy la baza definitiva: Las instituciones españolas no tienen derecho alguno en Cataluña dijo, antes de dar la bienvenida a la República Catalana ¿Qué aspirante a gobernar España puede aliarse con gente así, aparte de Podemos, en la misma onda? Resultado: Rajoy emergió de la trampa que le habían tendido como el único que defiende la integridad de la nación española. Entre otras cosas. Fuera del Congreso, las cosas están más enredadas que nunca, con unos secesionistas sin decidir cuándo van a poner en marcha la independencia, un gobierno sin revelarnos cómo va a detenerlos, una economía en marcha pero con serios problemas, un otoño tormentoso y todo el mundo confuso y preocupado. Buena ocasión para pescadores en río revuelto. El gobierno haría bien en estar preparado para todas las eventualidades. Nadie va a acudir en su ayuda en la traca final. Los independentistas por estar desesperados al fallarles todo, lo que les hace peligrosos. La oposición porque cada cual piensa en su beneficio particular y el español medio porque ha perdido la confianza en los políticos. Tal vez el lema de Theodore Roosevelt hablar suave y llevar una gran estaca sería un buen consejo. Carles Puigdemont y Joaquim Forn EFE tiene que ver su infame utilización partidista de la tragedia con el ejemplar comportamiento de los integrantes del Cuerpo de los Mossos D Esquadra, esos que se juegan vida cuando es necesario y a los que la sociedad catalana y española reconocen su esfuerzo y encomio en favor de la seguridad. Ellos, los agentes, son también damnificados de tan nefasta y sectaria dirección política. El lamentable comportamiento de Puigdemont, Forn y Trapero contrasta con la prudencia con la que el Ministerio del Interior ha pilotado tan complicado asunto, sin responder a las múltiples provocaciones que llegaban desde la Generalitat, ofreciendo en todo momento colaboración de Policía y Guardia Civil, implementando los mecanismos antiterroristas previstos, no echando gasolina al fuego de la polémica y centrando toda la gestión en lo importante: primero atender a las víctimas y luego intentar ayudar a detener a los culpables. Es la diferencia entre la política cabal y la que manipula y se embosca en la mentira. CARTAS AL DIRECTOR Preocupación por Cataluña No soy, ni pretendo ser un analista político. Mi opinión por, tanto, es la de un ciudadano de a pie. No soy ni más ni menos español que otros. En su día, de lo que me siento orgulloso, hice el servicio militar y juré bandera y fidelidad a España, mi patria. Soy español por andaluz y andaluz por sevillano. Igual que europeo por español. Y la verdad, siento preocupación por el tema de Cataluña (me surgen más preguntas que respuestas) ¿Puede un grupo de políticos con poder transitorio adueñarse de un parte de España dictando Ojalá la incredulidad no sea inconsciencia Lo que está ocurriendo entre Corea del Norte y EE. UU. o mejor dicho entre Kim Jong- Un y Trump, seguramente nos preocupa, pero no nos lo creemos. Pocos creen que la isla de Guam será bombardeada con misiles nucleares y pocos creen que EE. UU. arrasará Pionyang al más puro estilo Hiroshima. Ojalá nuestra incredulidad no se convierta en inconsciencia. Menos catastrófico es el problema entre Cataluña y el resto de España, entre Rajoy, Puigdemont, Sánchez, Iglesias y muchos más. Seguramente nos preocupa, pero tampoco nos los creemos. Pocos creen que el 2 de octubre estas personas nos obliguen a revisar qué nacionalidad tenemos, si somos ciudadanos de un país diferente al actual o si las leyes por las que nos veníamos rigiendo se aplican o no. Y si no nos creemos todo esto ¿qué pantomima estúpida estamos alimentando? Ojalá los ciudadanos recuperemos nuestra soberanía e ignoremos a aquéllos políticos que nos asustan con cosas que, casi seguro, no deseamos ni tampoco van a ocurrir. Kim Jong- Un, Trump, Puigdemont, Rajoy, Sánchez, Iglesias y muchos más no son nada sin nosotros. Ojalá esto sí lo creamos. ROBERTO MENCHÉN MADRID

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