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ABC MADRID 12-08-2017 página 62
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  • EdiciónABC, MADRID
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62 ABCdelVERANO SÁBADO, 12 DE AGOSTO DE 2017 abc. es estilo ABC Modigliani El príncipe vagabundo de Montparnasse Ángel caído, el artista italiano bajó a los infiernos en el París de la bohemia antes de reinar en el paraíso del arte. Su amigo André Salmon recuerda en un libro sus días de furia, ahogados en alcohol NATIVIDAD PULIDO MADRID La vida le jugó una mala pasada. Amedeo Modigliani (Livorno, 1884- París, 1920) tenía tanto talento como belleza todo lo necesario para triunfar pero también tan mala salud (padecía desde la infancia una lesión pulmonar) y tanta afición al alcohol, las drogas y las mujeres que la muerte le sorprendió a los 35 años, justo cuando se empezaba a reconocer su trabajo y le sonreía, también al fin, el amor. La envidiosa suerte no fue su aliada. El artista italiano se bebió a tragos el París de la bohemia en noches de furia, borracheras, juergas, visitas a la comisaría y la frustración de ver que las musas pasaban de largo al llegar a su estudio. Vivió en la miseria. Hoy, Modigliani es uno de los artistas más cotizados y codiciados del siglo XX. También de los más falsificados. El pasado mes de julio fueron incautados 21 cuadros en una exposición del artis- La apasionada Atormentado vida de ta en el Palacio Ducal de GéNo perteneció a su círculo Modigliani nova por dudosa autoría. Autor: André El bello Amedeo, siemde amistades no me va el Salmon. rollo de Picasso y el cubispre fiel a su traje de pana, Ed. Acantilado. mo le dejaba frío) ni frees uno de los dioses del 432 páginas. cuentaba los populares Laolimpo artístico. Un des 22 euros pin Agile y el Moulin de nudo recostado se subastó en 2015 en Nueva York la Galette Culto, seductor, por 170 millones de dólares. Habría solitario y atormentado, con pinta de soltado una carcajada al saberlo y ha- extravagante pequeñoburgués, tenía, bría brindado con ron. Sus pinturas y según su colega Maurice de Vlaminck, esculturas se hallan en los mejores una mirada autoritaria y unas mamuseos del mundo y en las coleccio- nos inteligentes. Nunca le vi falto de nes de los grandes coleccionistas. El grandeza y generosidad Pero no en 29 de noviembre, la Tate Modern de cajaba en ese ambiente bohemio donLondres le dedicará una gran retros- de reinaba el pequeño gran Toulousepectiva con un centenar de obras. Lautrec. Modigliani dudaba una y otra Pero, ¿cómo fue su vida en el París vez de su talento. Vendía a un franco de principios del siglo XX? Nos lo cuen- dibujos que esbozaba en un café. Suta, de primera mano, uno de sus ami- fría y se refugiaba en el vino, el ron, la gos, el poeta y crítico de arte André absenta, el hachís. Y en brazos de GilSalmon, en La apasionada vida de berte, Lola, Marcela, Gaby, Lulu... JóModigliani (Acantilado) Quien lea venes que hacían cola para posar ante esta biografía comprobará que no es él... y algo más. Alguna incluso dijo una exageración el adjetivo apasiona- haberse quedado embarazada de él. da. Se apasionó por la vida, la pintu- Entre sus pocos amigos, Maurice Utrira, las mujeres, el alcohol, París, Dan- llo, Manuel Ortiz de Zárate, Tsuguhate y su Divina Comedia que se sa- ru Foujita y Chaim Soutine, célebre bía de memoria... Pero pagó por ello un precio demasiado alto. El pequeño Dedo (así le llamaban) era el menor de cuatro hermanos. Su padre, un comerciante de carbón y pieles en Livorno. Su encuentro con los grandes maestros en Roma, Florencia y Venecia, amén de su amor por los etruscos y los prerrafaelitas, despertaron en Modigliani las ansias de pintar. En 1906 puso rumbo al París de Durand- Ruel, George Petit, Ambroise Vollard, Clovis Sagot... los marchantes que dictaban los gustos de la época. La timidez del joven Amedeo no le impidió abordar en la calle al dios Picasso e incluso tomarse un trago con él. Fue el malagueño quien le sugirió que se instalase en Montmartre. Allí, en el Bateau Lavoir, dio vida Picasso a sus Señoritas de Aviñón Le hizo caso. También siguió otro de sus consejos: Nunca se dibuja lo suficiente Bohemios en París Modigliani, Picasso y André Salmon (autor del libro) en París. Vivían, pintaban, amaban y bebían en Montmartre y en Montparnasse en todo París por su aversión al agua y el jabón. Hastiado de Montmartre, se trasladó al Montparnasse del Dôme y la Rotonde. Tras años buscándose a sí mismo, el príncipe vagabundo de Montparnasse, en apenas cinco años (1915- 1920) desarrolló una corta pero deslumbrante carrera. El coleccionista y marchante Paul Guillaume apostó por él y no se equivocó. Gracias a Brancusi, Modigliani había coqueteado con la escultura era un maestro del dibujo que pensaba en piedra pero se consagró como un grandísimo pintor, con sello propio, reconocible a primera vista: alargaba en exceso el cuello de sus modelos. Crea una paleta propia, inventa formas... Sólo se parece a sí mismo. Es inimitable advierte André Salmon, quien lo define como el pintor de la purificación Antimilitarista convencido

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