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ABC MADRID 27-07-2017 página 27
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC JUEVES, 27 DE JULIO DE 2017 abc. es internacional INTERNACIONAL 27 DE LEJOS El fiscal general de EE. UU. se resiste a presentar su dimisión Trump redobla sus ataques a Jeff Sessions, a quien defienden varios republicanos J. ANSORENA NUEVA YORK PEDRO RODRÍGUEZ JEFF SESSIONS FISCAL GENERAL DE EE. UU. Azote de la inmigración Perfil Cuando Trump todavía era un showman de las primarias a quien nadie creía, Jeff Sessions, se convirtió en el primer senador que le respaldó. Sessions es un conservador duro, azote de las políticas migratorias laxas, militarista, con un punto populista y que ha mostrado escepticismo respecto al cambio climático. Las acusaciones de racismo le habían impedido cualquier carrera política fuera de Alabama, el estado que representó durante dos décadas como senador. El ascenso de Trump al poder le colocó como fiscal general, con el objetivo, entre otras cosas, de endurecer la persecución a los inmigrantes ilegales. Jeff Sessions, el fiscal general de EE. UU. cuya permanencia en el cargo está en la cuerda floja, acudió ayer por la mañana a la Casa Blanca a lo que su equipo calificó como una reunión rutinaria A esa misma hora, desde algún lugar de la residencia presidencial, quizá desde la misma sala en la que se encontraba Sessions, Donald Trump reanudó los ataques en su contra. No se lo dijo a la cara, sino a través de Twitter. ¿Por qué el fiscal general Sessions no sustituye al director del FBI interino Andrew McCabe, un amigo de Comey el exdirector del FBI, al que Trump fulminó esta primavera que estaba a cargo de la investigación contra Clinton, pero que obtuvo mucho dinero (700.000 dólares) de Hillary Clinton y sus representantes para la carrera política de su mujer? El ataque contra el fiscal general no tiene mucha sustancia Trump tiene la potestad de despedir a McCabe por sí mismo pero eso es lo de menos. La diatriba es otra vuelta de tuerca a la presión que el presidente de EE. UU. somete a Sessions en los últimos días para forzar su salida. Sessions, uno de los aliados más po- tentes de Trump durante la campaña, se ha convertido en un muñeco roto para el presidente. El fiscal general tuvo que recusarse en la trama rusa tuvo contactos con Moscú antes de las elecciones lo que permitió a su segundo nombrar un investigador especial Robert Mueller para desentrañar el supuesto complot entre el equipo electoral de Trump y Rusia para dañar a Hillary Clinton. La salida de Sessions permitiría a Trump nombrar a un fiscal general sin limitaciones para defenderle de la trama rusa y con capacidad para destituir a Mueller. Sessions no ha abierto la boca sobre su futuro, pero no piensa marcharse voluntariamente. Así se lo dijo su jefa de gabinete, Jody Hunt, al jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, según The Washington Post Las presiones de Trump al fiscal general tampoco han ganado muchos partidarios en el entorno presidencial. Pesos pesados como Steve Bannon, estratega jefe de la Casa Blanca, o el asesor Stephen Miller le han recomendado dejar en su sitio a Sessions, un conservador duro bien visto por sus bases. En el Congreso, muchos senadores republicanos han salido en su defensa. Entre ellos, Lindsay Graham que aseguró que los ataques del presidente muestran debilidad Desde el otro lado de la bancada, el demócrata Al Franken aseguró que la salida de Sessions para echar al investigador de la trama rusa supondría una crisis constitucional BERTOLT BRECHT Y LA CASA BLANCA ¿Qué significa la bronca del presidente de Estados Unidos con el fiscal general Sessions? la hora de intentar explicar lo que pasa cuando se cuestionan los cimientos liberales de una democracia y se experimenta con el populismo, el nacionalismo o el autoritarismo está triunfando una irónica cita atribuida a Bertolt Brecht. Según el requiebro del dramaturgo y poeta alemán, qué tiempos serán los que vivimos, que es necesario defender lo obvio El presidente Trump lleva buena parte del mes de julio cargando las tintas contra Jeff Sessions, fiscal general que dentro de la burocracia federal de Estados Unidos sería equivalente a ministro de Justicia. A su juicio, Sessions le ha traicionado por haberse recusado en la decisión que finalmente ha terminado con el nombramiento de un fiscal independiente encargado de investigar el Rusiagate Se da la circunstancia de que Jeff Sessions fue el primer senador republicano en respaldar la candidatura presidencial de Trump. Además de aportar al magnate toda una espinosa pero efectiva narrativa conocida como White Nationalism excluyente visión de la identidad nacional americana basada en el protagonismo de la población blanca. A pesar de estas credenciales en materia de ansiedad identitaria, lo tremendo es que Sessions hizo lo correcto cuando se recusó en la decisión de nombrar un fiscal independiente porque él era parte interesada al haber mantenido contactos con representantes de Rusia durante la campaña. Sus ideas pueden resultar repugnantes pero el fiscal general ha dejado el listón ético del Departamento de Justicia bastante alto. Por supuesto, Trump no se lo perdona por el grave riesgo que la pesquisa abierta plantea tanto para él como para su círculo más cercano. Al mismo tiempo se da cuenta de que no puede cesar a Sessions, como hizo con el director del FBI, sin multiplicar la percepción de que el abuso de poder forma parte rutinaria de su gobierno. Y en ese dilema, se olvida de lo obvio: que la Casa Blanca no es la Trump Tower y que el fiscal general Sessions no es exactamente un empleado más al que se pueda contratar o despedir. A tal del Obamacare La mayoría republicana en el Senado es corta (52 legisladores, frente a 48 demócratas) por lo que solo se puede permitir dos defecciones. Pero esta propuesta contó con hasta nueve votos en contra de republicanos. Algunos son del ala más conservadora del partido, para quienes esa reforma deja en pie demasiadas cláusulas del Obamacare como Mike Lee (Utah) o Rand Paul (Kentucky) también se opusieron legisladores centristas, como Dean Heller (Nevada) o Susan Collins (Maine) que están en contra del impacto en la cobertura médica que tendría la propuesta en sus estados. Siguientes pasos Enmiendas Las enmiendas se presentan y se votan en el Senado durante sesiones de debate de hasta veinte horas. Votación Los senadores estudiarán y votarán individualmente cada una de las enmiendas propuestas para pronunciarse finalmente sobre un proyecto de conjunto. Otra votación Con este panorama, ayer se sometió a votación otra opción: la revocación total del Obamacare sin una nueva reforma sanitaria que la sustituya. Era una opción que defendía Paul. El plan supone retrasar la revocación del Obamacare dos años y utilizar ese perio- Acuerdo Cuando el Senado tenga su proyecto debe alcanzar un acuerdo con la Cámara de Representantes. Trump quiere un acuerdo antes del receso del verano. do de tiempo para elaborar una normativa alternativa. Según el análisis de la Oficina Presupuestaria del Congreso, la medida dejaría a 32 millones de estadounidenses sin cobertura médica, y varios senadores republicanos ya habían mostrado su oposición. Como era de esperar, la votación también acabó con derrota para los republicanos, en este caso con siete defecciones en sus filas. Lo que queda por delante es tratar de alcanzar un consenso, aunque sea aguado para continuar las negociaciones. Es lo que han llamado una derogación flaca del Obamacare que después se llevaría a una conferencia con la Cámara de Representantes para buscar un texto definitivo. La distancia entre algunos republicanos, sin embargo, se antoja demasiado amplia para cerrarla a contrarreloj como quiere McConnell.

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