ABC MADRID 05-07-2017 página 41

ABC MIÉRCOLES, 5 DE JULIO DE 2017 abc. es familia FAMILIA 41 das suelen preferir improvisar y en un viaje 100 programado no se sienten cómodas. Sin embargo, llevarlo todo controlado es la única forma de que las personas introvertidas se sientan seguras Si hay intereses contrapuestos en este sentido recomienda negociar para alternar actividades y elegir para ello un ambiente idóneo, muy parecido a una cita. Si planeo mis vacaciones a las diez de la noche, cansado después del trabajo y con la tele puesta lo más fácil es que se generen encontronazos con la pareja Así que es mejor elegir un espacio tranquilo, silencioso o con una música que invite a la relajación. Si además en lugar de decir que destino preferimos, procuramos decir qué esperamos de las vacaciones, todo irá sobre ruedas Es decir, mejor formular: quiero descansar, tomar el sol y no visitar grandes ciudades que imponer: quiero ir a Formentera Savín explica que es mucho más fácil llegar a un acuerdo de esta forma porque se pueden encontrar destinos que satisfagan los intereses de ambos Claves de un verano sin riñas Comunicación El diálogo ayuda a reforzar los lazos de la pareja y a conocer cuáles son las preocupaciones de cada uno. El periodo vacacional es el idóneo para conversar, ya que se dispone de mucho tiempo libre en un ambiente relajado. Flexibilidad sin reproches Se debe desterrar la idea de las vacaciones como un tiempo para mi cuando se viaja juntos. Hacer un ejercicio de empatía y reparar en las necesidades y gustos del otro reducirán las tensiones y aumentará poco a poco la complicidad entre ambos. No imponer destinos Los expertos recomiendan concretar qué se espera de las vacaciones y no imponer un destino, en especial si se trata de realizar un viaje con la familia política, ya que puede generar tensión y frustración si no se logran ajustar las preferencias. Y si además hay niños... El perfil típico de parejas que rompen su relación en esta etapa son matrimonios de entre 35 y 45 años con hijos, según los expertos. Por lo que los menores también acaban sufriendo las consecuencias de las grescas de los progenitores pero, en opinión de Ángel Terrón, no es en el periodo vacacional cuando más padecen los niños esta situación, porque desarrollan formas de desconexión para pensar más en sí mismos. Es a la vuelta cuando empiezan a entender que esas discusiones pueden repercutir en la salud familiar El conflicto es sano y los niños deben aprender a gestionarlo explica Raúl Padilla, pero una pareja que mantiene fuertes y cotidianas discusiones delante de sus hijos puede hacer que se desarrolle como un adolescente y adulto problemático. Sufren la visión de una pareja no sana y aprenden patrones relacionales que repetirán al identificarse con su progenitor Tampoco deben sentirse responsables de que la relación entre sus padres funcione, esa no es su misión en la familia aclara Padilla. Es habitual pensar que los hijos pueden mantener viva una pareja, ya que la creación de una familia pasa, irremediablemente por los hijos. Pero esto no es del todo cierto: los niños son consecuencia de la pareja, pero no su solución ¿Todo juntos o a ratos? Esto depende mucho de los valores de cada uno pero, en general, disfrutar de un tiempo para cada miembro como persona individual puede fortalecer el vínculo. La diversión y la pasión pueden volver a florecer en el reencuentro. Es importante escoger destinos que ayuden a priorizar el descanso ABC Expectativas realistas Una de las causas de discusión durante las vacaciones es la expectativa del viaje perfecto. Cuando se comparte tanto tiempo es normal que surjan discusiones y choques de intereses que no tienen por qué ser motivo de preocupación. den con el periodo vacacional podemos llegar a desarrollar la sensación de que la pareja es un completo desconocido Prevenir el fracaso ¿Se puede vencer al desamor posvacacional Lamentablemente no existe una fórmula infalible, pero los expertos coinciden en que seguir algunas pautas ayuda a prevenir del fracaso a la pareja. Lo primero que aconseja Xavier Savín es programar el viaje con tiempo. Aunque, cuidado, si nos lo tomamos con demasiada calma esto tiene un inconveniente: disponemos de mucho tiempo para barajar demasiadas alternativas sin tomar decisiones, lo que puede generar ansiedad anticipatoria Esto quiere decir que el estrés no lo produce la situación en sí, sino la expectativa, un factor determinante que deteriora mucho a la pareja y sobre el que cada vez tenemos menos reajuste coincide Ángel Terrón. A diario estamos sometidos a fuertes periodos de estrés y tendemos a idealizar las vacaciones con la pareja como momentos de absoluto descanso. Sin embargo, lo que advierten los psicólogos es que los periodos vacacionales no siempre suponen una relajación total, y se tiende a culpar de ello a la otra parte de la pareja Para enmendar esta situación: diálogo. Ambas partes están sometidas a una convivencia tan intensa que puede actuar como amplificador de las diferencias explica Terrón. Esto puede empezar incluso en el mismo momento en que arrancan los preparativos del viaje, enquistarse y originar problemas posteriores Hay que consensuar deseos y ajustarse a la personalidad de cada uno. Por ejemplo, las personas extroverti- Cuestión de actitud Lo que sí puede evitar la ruptura es una buena predisposición, poder entender unas vacaciones nefastas a nivel amoroso como una oportunidad de mejora Savín concluye que no se deben tomar decisiones apoyadas únicamente en un componente emocional, porque cuando el estrés desaparece, la decisión queda A pesar de todo, y aunque parezca una tarea complicada, la clave está en que las dos partes quieran mantener una actitud conciliadora. Cambios de rutina Las condiciones sociales y culturales actuales nos han hecho seres de costumbres, egoístas y muy frágiles ante la frustración Sentimientos encontrados Los hijos no deben sentirse culpables de que la relación entre sus padres vaya mal, porque esa no es su responsabilidad