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ABC MADRID 05-07-2017 página 13
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ABC MADRID 05-07-2017 página 13

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MIÉRCOLES, 5 DE JULIO DE 2017 abc. es opinion OPINIÓN 13 EL RECUADRO UNA RAYA EN EL AGUA ANTONIO BURGOS MANOLETE, MITO Y COPLA España lloró dos veces a Manolete. Lloró su muerte y lloró al oír lo malos que eran muchos de los romances a lo de Linares Q UÉ ganas tengo de que llegue octubre había dicho Manuel Rodríguez antes de la tarde de Linares. No sabía que poco después, Beni de Cádiz había de cantar una copla por alegrías en la tristeza funeral de España: Nos tenemos que acordar del año cuarenta y siete: la catástrofe de Cai, la muerte de Manolete Manolete se quedó en agosto y se quedó en la memoria de España, a la que Andalucía le prestó el cordel del pliego de tañido de coplas, poemas, romances, sonetos. España lloró dos veces a Manolete. Lloró su muerte y lloró al oír lo malos que eran muchos de los romances a lo de Linares. Manuel Rodríguez Sánchez Manolete era un endecasílabo a la medida de los versos de Foxá en el homenaje de Lhardy. Del mismo modo que ay, Manuel Rodríguez Sánchez era el octosílabo perfecto para la riada de romances malos que inundó España. Sonaban las notas sentimentales del pasodoble Manolete Manolete, Manolete, de la tierra los Califas gran torero Y el mundo acompañaba la pena de la madre, Angustias Sánchez: Doña Angustias presentía que un peligro te rondaba y aquel peligro fue Islero, toro de malas entrañas Lola Flores la cantaba, en el pasodoble de Guardón y Báez: Angustias Sánchez, qué pena, pena, malhaya el toro que lo mató Con la cornada en el triángulo de Scarpa, Islero había roto la vida de Manolete, pero también los lados del triángulo amoroso de su vida. Su novia Lupe Sino nunca pudo entrar a verlo morir en el hospital de Linares. Pero también se quedó fuera del ciclo de las coplas de su muerte porque en aquella España nacional y católica no tenía un anillo con una fecha por dentro. Era el amor del pecado, y Manolete había ido al cielo. Solamente El Príncipe Gitano se acordó de ella, en la copla del maestro Solano: La novia de Manolete ya no lleva más collares porque Manolete ha muerto en la plaza de Linares Si ni en el centenario de su nacimiento sabemos la causa médica de la muerte del torero, menos aún sobre su gran amor. La madre del torero y la novia del torero. Triángulo perfecto, si Manolete se hubiera casado, por la Iglesia, naturalmente, y su amor no hubiera sido una larga, apasionada relación con Lupe Sino, que lo entendía mejor que nadie, que lo amaba más que nadie... aunque no la dejaran entrar en el cuarto de la agonía de Linares. Apenas se recuerda el nombre real de Lupe Sino: Antoñita. Dicen que actriz, dicen que cantante. Dicen que olvido. Manolete quizá tenía ganas de que llegara octubre para retirarse para siempre con Lupe Sino. Había dicho: He ganado ya más dinero que cinco generaciones de mis antepasados juntas, pero no he podido disfrutar de ese dinero. Quiero retirarme cuando todavía estoy entero. Y Antoñita, que lo acompañaba, que escuchaba, que sabía, había dicho, como una sentencia: No lo dejarán que se retire hasta que no lo vean muerto. Antoñita no lo pudo ver muerto. Por encima de la leyenda del triángulo amoroso, en aquella terrible cama del hospital, en el amanecer de agosto, Lupe Sino no estuvo en las siete palabras del calvario del Califa. Dijo: Ay, Pelu, hoy duele mucho la ingle Dijo: Pepe, ¡qué susto he pasao! ¿Ese sitio es muy malo? Dijo: Me encuentro muy mal Dijo: ¿Maté al toro de la estocada? ¿Y no me han dado ni una oreja siquiera? Dijo: Dios mío, qué malo me encuentro. Dijo: Doctor, que no veo Dijo: Alvaro, tráeme mis medallas Dijo: ¡Qué disgusto se va a llevar mi madre! Dicen que le dijeron que estaba allí Lupe. Y no contestó. El más terrible romance de la muerte de Manolete es que nunca dijo en el hospital: Que entre Antoñita... Y por la orillita del Guadalquivir de Córdoba irá cantando la copla: Angustias Sánchez, qué pena, pena... IGNACIO CAMACHO LA HORA DE LOS CATALANES La sociedad catalana no puede seguir pasiva ante el extremismo revolucionario que ha secuestrado su vida política E JM NIETO Fe de ratas STO va a acabar mal. En Cataluña, como en los peores años de la Segunda República, la izquierda extremista radical se ha apoderado de la vida política. Se lo ha permitido el nacionalismo antes llamado moderado y ahora simplemente desnortado o desaparecido, atropellado por su propia deriva soberanista. Las CUP, un grupúsculo antisistema, han asumido el liderazgo de la estrategia de secesión y conducen el proceso por una vía revolucionaria ante la que la sociedad catalana no puede seguir adoptando una actitud pasiva. Ya no se trata del referéndum. Es un proyecto de independencia unilateral, a la brava, de hechos consumados, que pretende arrastrar a Cataluña a un régimen de corte bolivariano. Sin hipérbole: los legisladores han extrapolado del chavismo los conceptos de poder popular y de proceso participativo asambleario. Eso no es sólo un desafío contra España, como pretenden sus autores, sino un intento de secuestro de la propia soberanía catalana. Si se han atrevido a ponerlo en marcha es porque se saben dueños de la iniciativa ante una comunidad adormecida, resignada. La presunta Ley de Autodeterminación es inconstitucional desde el título. Pero lo peor no está en la violación flagrante del marco legal, sino en la manera en que impone a los catalanes la obligación de sumarse a su delirio. Los independentistas ignoran a los conciudadanos que no comparten su modelo político. Están dispuestos a pasarles por encima incluso con un porcentaje de participación mínimo. El referéndum no les importa porque saben que no podrán celebrarlo; lo que anuncian es su voluntad de proclamar la secesión al margen de cualquier obstáculo jurídico. Se han quitado las caretas: lo suyo es puro autoritarismo. Por supuesto que el Estado tiene la responsabilidad indeclinable de impedir el desafío, imponiendo su autoridad democrática incluso, si menester fuera, bajo apremio físico. Pero antes deberían ser los catalanes quienes desenmascaren este desvarío. Es a ellos a quienes compete en primer lugar la oposición al aventurerismo, a la ruptura de la convivencia que les plantea este órdago literalmente subversivo. Es a la sociedad de Cataluña, culta y dinámica, a la que afecta en su desarrollo, en su estructura y en su cohesión civil este desatino. A ella le toca demostrar su madurez ante la evidencia de que su sistema político se ha autodestruido. Se ha acabado el tiempo para la indiferencia, el encogimiento y el narcisismo. Y tiene el argumento servido en bandeja por los propios secesionistas: si ellos desobedecen también pueden y deben ser desobedecidos. Si esa reacción de sensatez no se produce a tiempo en el cuerpo social catalán va a ser difícil encontrar una salida indolora al conflicto. A tiempo significa antes de que España, su Estado, su Gobierno y su sistema judicial tengan que apelar a la defensa legítima de su soberanía y de sus principios.

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