Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 30-06-2017 página 14
ABC MADRID 30-06-2017 página 14
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 30-06-2017 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página14
Más información

Descripción

14 OPINIÓN POSTALES VIERNES, 30 DE JUNIO DE 2017 abc. es opinion ABC JOSÉ MARÍA CARRASCAL A los cuatro vientos Cerco a la prensa no adicta EL GRAN AUSENTE Quienes quieran ver en ello una grieta entre padre e hijo no conocen a Don Juan Carlos ni, posiblemente, a Don Felipe. A ellos sólo les interesa España Hacia el totalitarismo ideológico en Cataluña No se les cae de la boca a los separatistas catalanes la palabra libertad para exigir el referéndum ilegal y, sin embargo, caminan con paso firme a una especie de totalitarismo ideológico. La última hazaña ha sido imponer a los medios privados una especie de compromiso de publicitar la consulta si quieren acceder a ayudas públicas. Puestos a poner pegas a los no adictos al régimen también se facilita a la Generalitat la posibilidad de denegar ayudas a los medios privados si no se atienen a un presunto código ontológico social en el que el guardián, naturalmente, es la administración catalana. Lo último que le quedaba a la cruzada era intentar secuestrar la libertad de prensa. Un jubilado en un parque de Córdoba E N el homenaje, multitudinario, festivo, emocionante, a la Transición, se echó en falta quien había sido motor del cambio como se llamó en aquel momento a Don Juan Carlos, quedándose cortos pues fue, además, el parachoques, el embrague, el mando a distancia del coche. En una palabra: sin Don Juan Carlos no hubiera habido Transición. El Rey fue toda una sorpresa. Recuerden que se le apodó el Breve y resulta que su reinado fue el más largo en la historia de España tras el de Felipe II. Resultando ser también el gran desconocido Y, en cierto modo, sigue siéndolo hoy. La educación que recibió fue de las más duras que puede recibir un Príncipe. Desde muy niño tuvo que vivir en un país donde no se educaba a nadie para ser monárquico excepto a él. Entre la lealtad a su padre y al régimen que le había elegido para su continuidad, creció obligado a vivir en la cuerda floja. Sus profesores fueron exigentes, sus compañeros, escasos, su libertad tan limitada o más que la del resto de los españoles. Las academias militares fueron para él una cierta liberación, pero no tuvo en ellas el menor privilegio: los arrestos y envíos a la cofa en El Elcano, frecuentes. Todo ello lo superó gracias a su carácter abierto, a su simpatía personal, al instinto de supervivencia que guía a los acosados, al tiempo que le sirvió para conocer a sus compatriotas y la dificultad de guiarles. Sabía que si no era el Rey de todos los españoles su reinado iba a ser efímero, así que buscó desde el primer momento la forma de serlo. La consigna era de su padre, pero sabía que la realidad imponía sacrificarle si quería conjugarse pasado y futuro. El pasado sólo podía servir como recuerdo de lo que no debíamos hacer los españoles: matarnos con saña durante tres años. Tenía que comenzar una etapa completamente nueva. Y comenzó. Su padre, que como tantos tuvo sus dudas, al comprobarlo, renunció a sus derechos, se cuadró ante él y gritó ¡Vida el Rey! ¡Viva España! La monarquía, a fin de cuentas, es eso: continuidad. La historia, que gusta de las ironías, hizo que casi cuarenta años después, ocurriera la misma ceremonia. El último gran servicio que Don Juan Carlos hizo a España fue darse cuenta de que todo lo que podía hacer por ella lo había hecho, y renunció a sus derechos reales, además, sin vacilaciones ni reservas, como ha hecho siempre todo. En adelante, sólo está para lo que le manden para representar al Monarca allí donde no pueda estar y gozar de la jubilación. Seguro que le hubiese gustado estar en el homenaje rendido a la Transición en el Congreso, pero por las razones que fueran, se decidió que no estuviese. Quienes quieran ver en ello una grieta entre padre e hijo no conocen a Don Juan Carlos ni, posiblemente, a Don Felipe. A ellos sólo les interesa España. V. MERINO Al oído Para afrontar la paga extra UNFOLLOWER EN LA ASAMBLEA Va a más el distanciamiento que se han tomado el PP y Ciudadanos, que tienen firmado un acuerdo para que los populares gobiernen en la Comunidad. Más allá de los plantones, desde hace semanas Cristina Cifuentes, tan activa en internet, ha dejado de seguir en las redes sociales a Ignacio Aguado, líder del partido naranja en la Asamblea. No tiene pinta de que, por ahora, le devuelva la condición de follower. Enfado duradero. Nuevo tajo a la hucha de las pensiones El Consejo de Ministros aprobó ayer la concesión de un crédito de 10.192 millones por parte del Tesoro Público a la Seguridad Social con el que asegurar el pago de las pensiones y, en concreto, poder hacer frente a las pagas extraordinarias. Se ha elegido esta modalidad, la del crédito, para no mermar aún más el Fondo de Reserva, que aún así pierde otros 3.500 millones. Cada paga extra nos recuerda que no se pueden dilatar más las reformas necesarias para garantizar el futuro de las pensiones. Se trata de una de las labores más acuciantes y no parece que haya ánimo alguno de abordar asunto de tan trascendental importancia. CARTAS AL DIRECTOR La nueva izquierda Van cogiendo fuerza en Occidente distintas formas de reivindicación popular. Resulta cómico, pero a la vez preocupante, ver cómo en manifestaciones, por ejemplo, del lobbie LGBTQI (parece ser que acabarán cogiendo todas las letras del abecedario) los propios manifestantes que están a favor de la homosexualidad portan una bandera del orgullo gay y a la vez una bandera con la cara del Che Guevara, que precisamente mandaba a los homosexuales a campos de concentración. Pero ese es un ejemplo de muchos, en los cuales se evidencian los intereses marxis- La ausencia de Don Juan Carlos Para cualquiera que conozca la Historia de España es incomprensible la ausencia del Rey Juan Carlos en el acto de conmemoración de los 40 años desde las primeras elecciones democráticas. Aún aceptando los argumentos líquidos que atribuyen el mérito a todos los españoles es de ciegos ignorar que fue el líder y el legitimador del proceso que nos condujo a superar la dictadura sin revanchismo ni excesos. Se ha equivocado gravemente la Casa del Rey. Sobre todo porque ha puesto a Felipe VI en un lugar que no le corresponde y le ha hecho aparecer como un usurpador de méritos que son de la institución, pero no suyos. Parece que desde la propia Casa se pretende borrar el enorme impulso social, político y económico y el peso internacional que su figura ha dado a España. La pueril excusa de que el Protocolo no sabía qué lugar asignarle en la ceremonia insulta nuestra inteligencia. Se han deslegitimado cuantos han participado en esta bochornosa omisión. ELENA PÉREZ FERRARO MADRID

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.