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ABC MADRID 11-06-2017 página 17
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 11 DE JUNIO DE 2017 abc. es opinion OPINIÓN 17 ALGO TRAE EL POTOMAC ÁLVARO VARGAS LLOSA ESENCIAS POPULISTAS La vulgaridad, la fealdad, son en el populismo una forma de deshumanizar al ciudadano, recortándole su capacidad crítica U N grupo de liberales de ambos lados del charco hemos pasado unos días diseccionando el populismo en Madrid. Retomo aquí la (infinita) discusión. ¿Es el populismo actual diferente al de otros tiempos? Hay quizá dos diferencias principales. Una es la viralización del fenómeno, en el triple sentido: velocidad, simultaneidad, globalidad. El populismo es ahora un igualador de la vida política de países ricos y pobres, poderosos o enclenques. La segunda diferencia es que hoy son muchos los intelectuales que rechazan el populismo, mientras que en el pasado era al revés. No siempre lo hacen desde una perspectiva liberal, socialdemocráta o conservadora. A veces es un repudio básicamente tribal por ejemplo, cierto populismo de izquierda (parte de Hollywood) odia al de derecha (Trump) y cierto populismo de derecha (la prensa británica que apoyó el Brexit) odia al de izquierda (Jeremy Corbyn y su cohorte) ¿Qué tienen en común los populismos, ese pavo real de infinitas plumas y colores? Por lo menos estas cuatro cosas. La primera: el sentido de raza elegida. Esta característica es la que lleva al nacionalismo populista, en España, a despreciar la transacción constitucional y legal que hizo posible la democracia liberal y la convivencia en este país diverso desde finales de los 70. La segunda es la construcción de un pasado mítico y un futuro utópico para mesmerizar al ciudadano con un pase de prestidigitación perfecto, pues nunca resulta posible comprobar si ese pasado existió tal y como se lo cuentan o si ese futuro es materializable. La decimonónica gloria bolivariana que el Socialismo del Siglo 21 pretendía recuperar es un ejemplo de pasado REUTERS mítico y el nacionalismo económico de Steve Bannon, el ideólogo del trumpismo, que promete un país en el que una economía cerrada esté al servicio de una nación con una identidad cultural única, es un ejemplo de utopía a la que nunca se llega. La tercera cosa en común es la pugna entre el pueblo y la élite. Hay distintas variantes de este pugilato: en países tercermundistas el relato populista propugna una lucha clasista de pobres contra ricos; en otros países, como la Italia del Movimiento 5 Estrellas, propugna una rebelión de clases medias contra políticos, y en la España de la izquierda indignada representa el odio de la casta que aspira a serlo contra la casta establecida. En Estados Unidos, el pueblo es la clase media alejada de las costas que desconfía de la élite bienpensante porque ve en ella una amenaza a su cultura tradicional (incluyendo industrias obsoletas o emigradas) La cuarta cosa en común es el culto a la fealdad. No necesariamente la física: puede ser la oral, la gestual, la intelectual u otra. El populismo utiliza el efecto fascinante de la fealdad. Cuando Trump aparta de su camino de horrible manera al presidente montenegrino como si fuera un florero mal colocado, o Maduro invita al secretario general de la Organización de Estados Americanos a meterse sus informes sobre la dictadura allí donde escasea el sol, o Duterte le pregunta a Chelsea Clinton cuál era su reacción cuando su padre copulaba con la celebérrima pasante, todos ellos están aplicando al público un electroshock de fealdad. La vulgaridad, la fealdad, son en el populismo una forma de deshumanizar al ciudadano, recortándole su capacidad crítica, reduciéndolo a espectador estupefacto, sometido. Hay otros vasos comunicantes entre los diversos populismos, pero estas son sus esencias. Entender las esencias del populismo es protegerse contra la tentación de poner la puntita del pie en esas aguas para probar su temperatura. Empieza por beber agua bendita y acabarás creyendo, escribió Pascal. Also similar Donald pasa con el populisTrump mo. fidelidad y constancia en las relaciones conyugales. También soy consciente de la existencia, en menor número, de las uniones homosexuales frente a las heterosexuales. Hago dos preguntas a la Redacción de ABC: ¿ven deseable la ruptura frente a la felicidad duradera en las relaciones conyugales? ¿ven deseable el aumento de parejas homosexuales frente a las heterosexuales? En caso de que no vean deseable ninguna de las dos, ¿por qué intercalan un artículo que tan apasionadamente ensalza las relaciones homosexuales efímeras? In memoriam Fernando Medina Pueden dirigir sus cartas y preguntas al Director por correo: C Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid, por fax: 91 320 33 56 o por correo electrónico: cartas abc. es. ABC se reserva el derecho de extractar o reducir los textos de las cartas cuyas dimensiones sobrepasen el espacio destinado a ellas. cia, también se transmite a la opinión publica una imagen que no es la correcta La fe de un héroe El asesinato en Londres, hace una semana, de Ignacio Echeverría, cuyo heroísmo le llevó a ofrecer su propia vida en defensa de otra víctima del terrorismo islamista, ha sido el argumento de numerosas columnas de opinión, comentarios en los que, considera MIGUEL ÁNGEL LOMA, no se ha abordado una cuestión fundamental. Entre los datos biográficos José Manuel Molina, exalcalde de Toledo L. REVENGA publicados sobre Ignacio Echeverría señala en su carta muy pocos incluían que se trataba de un joven católico, comprometido y practicante de su fe, según acreditan quienes le conocían bien. Quizás alguien piense que este dato no fue relevante para que Ignacio actuase con el arrojo y valentía con que actuó; pero bastantes de los que han testimoniado su condición de católico sí que otorgan transcendencia a sus creencias. Dicen que sus férreas convicciones religiosas siempre le llevaban a defender a quien veía más débil Amores correctos La ideología de género es el argumento del mensaje que nos remite JUAN MARÍA LÁZARO, que se detiene en una información titulada David Delfín, hecho de arte y amor: sus tres grandes relaciones Supongo dice el lector que es el pago obligado a lo políticamente correcto, pero echo en falta algún artículo en el que destaquen el amor duradero, sencillo, y no por ello menos apasionado, de alguna pareja heterosexual. No me escandalizo ni me sorprendo. Soy consciente de que hoy es más frecuente la ruptura que la Sobre otro fallecimiento, el de su padre, hombre del tiempo de toda una época, nos envía una nota MYRIAM MEDINA. Escribo para agradecer, en nombre de toda la familia y en especial de mi padre, Fernando Medina Isabel, que en paz descanse y que todas las mañanas leía su periódico, la emotiva reseña que publicaron el pasado 2 de junio con motivo de su fallecimiento. Yo, y todos los que tuvimos la enorme suerte de tratarle tan de cerca, estamos muy emocionados, sobre todo porque mi padre siempre quiso pasar muy desapercibido. Mi padre, procedente de Toledo, fue una persona muy querida y entregada a la comunicación. Un saludo y me despido como él solía decir: que seáis buenos, honrados y trabajadores Agravantes Nos corrige MIGUEL DE ENTREMARES por referirnos de forma errónea a los agravantes penales. Sólo Ignacio Camacho, que no es jurista, usa el vocablo acertadamente. Hablamos, en femenino, de las agravantes, las atenuantes y las eximentes. ¿Tan difícil es de entender?

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