ABC MADRID 08-06-2017 página 54

54 CULTURA JUEVES, 8 DE JUNIO DE 2017 abc. es cultura ABC Crece, pero es low cost Los coleccionistas latinoamericanos salvan el mercado español del arte N. PULIDO MADRID Jaime Botín, procesado por el presunto contrabando de un Picasso La pintura fue sacada de España pese a haberlo prohibido el Ministerio de Cultura MARCELINO ABAD MADRID Contrariamente a lo que ocurre en el mercado internacional del arte, que se contrajo en los últimos dos años, el español mantiene un crecimiento positivo por tercer año consecutivo, alcanzando el año pasado unas ventas de 385 millones de euros. Se comporta mejor que países como Alemania e Italia. Así se desprende del informe del mercado del arte en España en 2016, realizado por la especialista Clare McAndrew y auspiciado por la Obra Social la Caixa que fue presentado ayer en Madrid. Pero no todos los datos invitan al optimismo. La cuota de España en el mercado global del arte sigue siendo bajísima: menos de un 1 en 2016. Con el 2 del valor de las ventas en la Unión Europea, ocupa el quinto puesto. España es un mercado de precios bajos, por eso es pequeño advierte Clare McAndrew. La media es de 5.270 euros, muy por debajo de la media europea. Las galerías españolas vendieron obras por 310 millones de euros, un 80 del mercado. El 20 restante procede de las subastas, con 74,9 millones, que bajaron un 10 Las exportaciones alcanzaron en 2016 los 94 millones (una caída de un 6 mientras que las importaciones llegaron a los 80 millones (un aumento de un 20 La contribución fiscal del mercado del arte en España fue de 173,2 millones. McAndrew subraya la precaria situación económica de los artistas en nuestro país. El 78 de los 1.100 artistas encuestados tenía ingresos inferiores a 20.000 euros anuales. En cuanto al coleccionismo medio- alto español, cree que ha sido sustituido por coleccionistas latinoamericanos muchos residen en nuestro país que están salvando el mercado español del arte. No es la obra más representativa de Picasso. A decir verdad, es una de sus pocas pinturas que se enmarcan en el Gósol periodo temprano en el que el malagueño transitó por el arte ibérico pero Cabeza de mujer joven desplazó ayer al cubismo para convertirse en su lienzo más polémico. El magistrado del juzgado de instrucción número 4 de Alcorcón, Enrique Presa, ha decidido procesar al banquero Jaime Botín, expresidente de Bankinter y hermano del difunto Emilio Botín, por un presunto delito de contrabando al haber exportado la pintura pese a la prohibición del Ministerio de Cultura. Una decisión que lo coloca a un paso del banquillo de los acusados, situación a la que se acercará en los próximos diez días cuando el Ministerio Fiscal formule escrito de acusación contra él solicitando la apertura de juicio oral. La obra, valorada en 26 millones de euros, tenía un destino claro: la casa de subastas Christie s de Londres. Con tal fin, el banquero solicitó en 2012 la correspondiente autorización administrativa para sacarla de la madrileña urbanización La Finca, donde se encontraba, para su venta en el exterior. Lo que no se imaginaba Botín era que el Ministerio le iba a denegar la licencia. Poco antes de que le comunicaran la decisión, Juan Várez se puso en contacto desde Christie s con la di- El lienzo se entregó a las autoridades españolas el pasado mes de agosto rección general de Bellas Artes para indicarle que la petición de exportación era un error porque la obra siempre estuvo en el extranjero Y ello, pese a que durante la preparación de la solicitud administrativa la misma persona le había indicado que el cuadro se encontraba en Madrid, como también reconoció uno de sus amigos. EFE Nomadismo y peripecias Dos años después, en enero de 2014, se levantó acta notarial a propuesta de Botín haciendo constar que el cuadro estaba en el puerto de Valencia, a bordo del buque Adix, con bandera británica y propiedad de la empresa panameña Euroshipping Charter, cuyo principal accionista es el banquero. Sin embargo, cuando un año más tarde la Guardia Civil se dirigió al capitán del barco, Paul Fredererick Goss respecto del que se ha sobreseído provisionalmente la investigación para pedirle información sobre la pintura, este le comunicó que no se encontraba en la embarcación. Y ello pese a que tres amigos de Botín la habían visto allí durante sus estancias veraniegas en el buque. No fue hasta el 31 de julio de 2015 cuando la Guardia Civil tuvo noticia de que la pintura había sido localizada por el servicio de aduanas de Francia en el puerto de Calvi, en Córcega, a bordo del buque Adix y con destino a Suiza. Días más tarde, las fuerzas de seguridad la trasladaron a España, de donde nunca debió salir. Fuentes de la investigación han informado a ABC de que, durante todo este proceso, se pidieron hasta tres comisiones rogatorias para dar con el paradero de la obra: la declaración del capitán del barco, ciudadano australiano residente en Reino Unido; el plan de vuelo de un avión con destino a Suiza, en el que se pensó que podía viajar; e información a los tribunales galos, donde tuvieron lugar parte de las pesquisas. Y es que, como señala el magistrado, el Sr. Botín hizo caso omiso a la prohibición A día de hoy, Cabeza de mujer joven permanece en el Museo Reina Sofía. Procede del Museo de Zaragoza El Prado restaura un cuadro sin firma y lo atribuye a Goya R. PÉREZ ZARAGOZA La restauración de un cuadro en el Museo del Prado ha permitido hallar un nuevo Goya. El éxtasis de San Antonio Abad o Muerte de San Antonio Abad pertenece al Museo de Zaragoza. Lo compró en 1925. El lienzo no está firmado y se desconocía su autoría. Se creía anónima o atribuida a Francisco Bayeu. Ahora, la restauración a la que ha sido sometido en el Prado ha permitido atribuirlo a Francisco de Goya, según el equipo que dirige la conservadora Manuela Mena, especialista en la obra del pintor de Fuendetodos, que vio la obra en el almacén del Museo de Zaragoza. Mena y la restauradora Almudena Sánchez explicaron ayer en la presentación de la obra el proceso de análisis y restauración que el equipo del Prado ha llevado a cabo. Pintado entre 1777 y 1781, es un cuadro de devoción. Era un poco mayor y estaba enmarcado con una banda negra que se conserva en la parte inferior. Es muy posible que fuera un encargo o un regalo para uno de sus amigos, Martín Zapater, y para alguien estrictamente de su familia. El éxtasis de San Antonio Abad