ABC MADRID 23-05-2017 página 15

ABC MARTES, 23 DE MAYO DE 2017 abc. es opinion OPINIÓN 15 Moción de censura Cambio de cromos El pasado viernes registró en el Congreso su moción de censura, el sábado organizó en la Puerta del Sol un festival para explicarla por si no había quedado clara su finalidad y ayer mismo mostró su disposición a retirarla. El juego parlamentario de Podemos sigue girando alrededor de un PSOE al que trata de poner contra las cuerdas de sus contradicciones internas y cuyos votos quiere convertir en botín. De nuevo envenenada, la última oferta del partido de Pablo Iglesias consiste en dejar atrás su moción de censura, vista y no vista, a cambio de que Pedro Sánchez decida presentar la suya propia, un cambio de cromos que vuelve a poner de manifiesto la instrumentalización, cada vez más frívola, que Podemos hace de las instituciones y de las herramientas que el sistema democrático pone a disposición de los partidos políticos para servir a la sociedad. El teatrillo de la formación populista alcanza una nueva cima con una subasta de mociones parlamentarias cuyo único objetivo es aprovecharse de la debilidad del PSOE. La excusa, para variar, son los ciudadanos. L instituciones para la configuración de estos valores son los culpables de su desfiguración. La lógica del DANIEL click, el voto o la opinión espontánea harían innecesarios cualquier instrumento para elaborar las opinioINNERARITY nes y las decisiones; periódicos, regulaciones, partidos, sindicatos y parlamentos serían igualmente innecesarios e incluso enmascaradores de la realidad o de la voluntad del pueblo. Este es, a mi juicio, el contexto más apropiado para Necesitamos la mediación de los pensar la actual crisis del periodismo y para defender medios como instrumento de su valor en una democracia. El discurso acerca de la nos está distrayendo de algo orientación en entornos poblados posverdad intencionada distorsión de la más preocupante que la realidad por de mentiras, datos irrelevantes parte de algún malvado: la propia incapacidad de los y estados de ánimo confusos sujetos para hacerse cargo de la complejidad informativa del mundo. Si estamos en una época de creciente A la memoria de Germán Yanke incertidumbre no es porque alguien este deliberadamente creando confusión, sino porque carecemos de A actual fascinación por las redes sociales, la instrumentos que organicen los datos, ponderen los participación o la proximidad, pone de ma- juicios y ofrezcan una visión coherente de la realidad. nifiesto que la única utopía que sigue viva es Necesitamos esta mediación de los medios como insla de la desintermediación. Una desconfiantrumento de orientación en entornos poblados de za ante las mediaciones nos lleva a suponer mentiras, por supuesto, pero todavía más automáticamente que algo es verdadero de datos irrelevantes y estados de ánimo cuando es transparente, que toda repreconfusos. Esta defensa de las mediacioCada martes, sentación falsifica y que todo secreto es nes no supone rendirse a la autoridad de una firma invitada ilegítimo. No hay nada peor que un inalgún mediador privilegiado, entre otras celebra el periodismo termediario. Por eso nos resulta de encosas porque hay muchas mediaciones con motivo del XV trada más cercano un filtrador que un que compiten entre sí; es un reconocianiversario periodista, un aficionado que un profemiento de que nuestras limitaciones cogsional, las ONGs que los gobiernos y, por nitivas no proceden de que sea escasa la de Vocento eso mismo, nuestro mayor desprecio se diinformación sino de que no andamos sobrarige a quien representa la mayor mediación: dos de instrumentos para hacer frente a la comcomo nos recuerdan las encuestas, nuestro gran proplejidad del mundo y orientarnos en él. blema es... la clase política. Las sociedades avanzadas reclaman con toda razón Hay una lógica de fondo que conecta el desinterés un mayor y más fácil acceso a la información. Pero la hacia el periodismo (porque en las redes uno ya se in- abundancia de datos no garantiza vigilancia democráformaría y expresaría sin necesidad de autorización tica; para ello hace falta, además, movilizar comunidaalguna) la preferencia por los mercados escasamen- des de intérpretes capaces de darles un contexto, un te regulados (suponiendo que la mera agregación es- sentido y una valoración crítica. Separar lo esencial de pontánea de los intereses produce los mejores resul- lo anecdótico, analizar y situar en una perspectiva adetados) y el desprecio hacia la política (dado que los ar- cuada los datos, exige mediadores que dispongan de tificios de la representación no servirían más que para tiempo y competencia. En este trabajo de interpretafalsificar la verdadera voluntad de la gente, que se ha- ción de la realidad también son inevitables los perioría valer mejor cuanto más directa o plebiscitaria fue- distas, cuyo trabajo no va a ser superfluo en la era de ra la democracia) En estos tres casos, que caracteri- internet, sino todo lo contrario. zan muy bien el modo de pensar dominante de nuestra época, late la idea de que el mundo (es decir, la DANIEL INNERARITY ES CATEDRÁTICO DE FILOSOFÍA verdad, la justicia y la democracia) está inmediataPOLÍTICA E INVESTIGADOR IKERBASQUE mente a nuestro alcance y que los procedimientos e EN LA UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO MEDIOS QUE MEDIEN puedo subir a la niña en su silla porque hay otra en el interior y sólo se admite una. Hasta ahí, vale; las normas hay que respetarlas. Pero cuando me doy cuenta de que la otra silla es de las que están tan de moda para pasear a perros, mi indignación ha llegado al límite. Después de llamar al Ayuntamiento para asegurarme de si, verdaderamente, un perro tiene el mismo derecho que una niña en un autobús, me dicen que sí, que, efectivamente, en Madrid los perros y los niños son iguales. Me gustaría que esto lo conocieran muchos madrileños, a los que les resultará, sin duda, una norma que atenta contra el derecho de las personas. ¿Y si la persona fuera minusválida? ¿Tampoco podría subir con silla porque ya había dentro un perro? ÁUREA ACHA MENDOGUTÍA MADRID Dejar de fumar tras un infarto Lucía, llamémosla así, 52 años, infarto de miocardio hace dos semanas, fumadora de un paquete hasta el día del ingreso, ese día en que creyó morir. Doctora, ayúdeme, sé que no debo volver a fumar, pero ayer no pude aguantar y pedí un cigarro en la calle Lucía es uno de tantos pacientes que después de un evento de riesgo vital se enfrenta al reto de dejar de fumar. No hay falta de voluntad, hay un síndrome de abstinencia que es físico, real, y que supone la principal barrera al cese y el principal motivo de recaída. Hay tratamientos que han demostrado seguridad y eficacia para paliar este síndrome, pero no están financiados. ¿Y cuál es el motivo? ¿Acaso no financiamos los fármacos para reducir el colesterol y los que regulan la tensión arterial? La mitad de los fumadores vuelven a fumar después del infarto, y su riesgo de tener otro infarto se multiplica por dos si persisten en el hábito. Lucía es solo un ejemplo de tantos y tantos pacientes cuyo pronóstico depende de que consiga superar su abstinen- cia a la nicotina, pero los fármacos no están al alcance de su bolsillo y es muy fácil pedir un cigarro en la calle. REGINA DALMAU PRESIDENTE DEL COMITÉ NACIONAL PARA LA PREVENCIÓN DEL TABAQUISMO Insultar al adversario Anteanoche, en Cibeles, se escucharon insultos y otras faltas de respeto hacia jugadores y aficionados de otros equipos. Ya sé que es una práctica muy extendida, pero ello no es motivo para que lo aceptemos sin más o para simplemente decir que no se puede hacer nada para cambiarlo. Los medios de comunica- ción y las directivas de los clubes implicados (en este caso la del Real Madrid) deben condenar este tipo de actitudes. La rivalidad es bonita, pero solo si se vive con respeto y concordia. El deporte debe servir para hermanar a los seres humanos, no para enemistarlos; debe servir para sacar lo mejor de nosotros, no lo peor; debe acercarnos a la paz, no a la violencia. ÁNGEL ANDRÉS JIMÉNEZ BONILLO EXÁRBITRO DE FÚTBOL Pueden dirigir sus cartas y preguntas al Director por correo: C Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid, por fax: 91 320 33 56 o por correo electrónico: cartas abc. es. ABC se reserva el derecho de extractar o reducir los textos de las cartas cuyas dimensiones sobrepasen el espacio destinado a ellas.