Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 15-03-2017 página 13
ABC MADRID 15-03-2017 página 13
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 15-03-2017 página 13

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página13
Más información

Descripción

ABC MIÉRCOLES, 15 DE MARZO DE 2017 abc. es opinion OPINIÓN 13 EL RECUADRO UNA RAYA EN EL AGUA ANTONIO BURGOS VALORES DEL TOREO El Toreo es un conservatorio de valores que se han perdido en nuestra sociedad Para Andrés Amorós ALÍAMOS de almorzar en un restaurante de Sevilla, cuando un muchacho muy bien trajeado, de las mejores maneras posibles se acercó a Curro Romero y con todo respeto le dijo: -Maestro: me llamo Gonzalo Caballero, soy novillero, aún no he debutado aquí en Sevilla, y lo que más ilusión me haría es que usted quisiera hacerse una foto conmigo. ¿Me da su permiso para que mi novia nos tome una foto con el teléfono? El Faraón se prestó gustoso a la foto, en la que el novillero se puso como en un segundo plano, dando su sitio al maestro. Pero aquella misma tarde, metros más allá de donde Caballero había hecho honor a su apellido y pedido tan ceremoniosamente la foto a quien es Historia del Toreo, nos cruzamos con algo tan terrible como unos excursionistas de la tercera edad procedentes de algún pueblo de la España profunda, que al punto reconocieron al torero. Y empezó el manoseo: ¡Ven, Carmela, corre, que está aquí Currito y nos vamos a echar todos una foto con él! Ni permiso, ni de usted, ni nada. A pelo de mala educación. La que se está apoderando de España. En la que, por eso, cada vez me sorprenden más las maneras y modos no sólo de los toreros, sino especialmente de los alumnos de las Escuelas de Tauromaquia. En esta España donde a los maestros se les habla de tú en una enseñanza degradada, los alumnos de esas escuelas son un prodigio de educación, S de urbanidad, de respeto. Siempre con el usted por delante, con el maestro como tratamiento de veneración a los que han sido o son en el oficio que quieren aprender. ¿Un resto de la España gremial? Pues sí: ya no hay aprendices que valoren a sus maestros... más que en las Escuelas de Tauromaquia. Como un argumento más, y no menor, en defensa de la amenazada y denostada Fiesta Nacional yo diría que el Toreo es un conservatorio de valores que se han perdido en nuestra sociedad: el culto por las buenas formas, el respeto, el deseo de excelencia. Y un compañerismo entendido hasta el borde de la muerte, con renuncia a uno mismo. Impresiona el valor de los toreros, pero más cómo conservan sus valores morales y estéticos. Lo vi la otra tarde en Illescas. Ya retirado, volvía al toreo por una sola tarde quien fue El Niño de Pepe Luis en quien Sevilla tuvo puestas todas sus complacencias y esperanzas: José Luis Vázquez Silva. Morante y Manzanares lo acompañaban en el cartel que encabezaba. Entusiasmó Pepe Luis con la resurrección de la Gracia marca de la casa de su inolvidable padre, pero no cortó oreja. Mientras que Morante y Manzanares, con sus triunfos, tuvieron todas las necesarias para salir por la puerta grande. ¿Y qué ocurrió al final del festejo illescano? Que si hubiera sido en el competitivo mundo de los ejecutivos y con su código de valores de triunfar aunque haya que cortar cien cabezas, Morante y Manzanares hubieran salido por la puerta grande, como se ganaron con sus peludas, y Pepe Luis, en solitario, en el caballito de San Fernando, un ratito a pie atravesando el ruedo y otro andando al salir por la puerta de cuadrillas, más solo que la una. No pasó tal. Funcionó el Conservatorio de Valores que es el toreo, y Morante y Manzanares renunciaron a salir a hombros para no dejar que Pepe Luis se fuera en solitario andando del ruedo. Grandeza se llama la palabra. Grandeza perdida, que hallas en el Toreo. Y que no es nueva. Una tarde, en Jerez, Curro Romero cortó dos orejas de ensueño y Rafael de Paula armó tal mitin que hasta, enrabietado, se arrancó la castañeta como quien se corta la coleta. Curro no quiso salir a hombros por la puerta grande. Al final, se acercó a Paula y le dijo: Rafael, si a ti no te importa, yo no voy a salir a hombros para poder acompañarte a ti a pie en la salida, que sé las fatiguitas negras que estás pasando Óle el Conservatorio de Valores del Toreo. IGNACIO CAMACHO LA TRAMPA ESCOCESA Una vez reconocido el derecho de autodeterminación, la independencia se convierte en cuestión de tiempo, de fecha L JM NIETO Fe de ratas OS referendos de autodeterminación funcionan en todo el mundo bajo una regla no escrita que consiste en que, una vez celebrado el primero, deben repetirse periódicamente hasta que salga el resultado que los nacionalistas quieran. Naturalmente la serie se acaba cuando ganan ellos porque en ese momento proclaman la independencia y eso ya no tiene marcha atrás ni partido de vuelta. Y en realidad tienen razón porque el mero reconocimiento de su derecho a la secesión convierte un debate sobre la soberanía en una simple cuestión de fecha. Ni tres años han tardado los separatistas escoceses en exigir otra consulta para abandonar el Reino Unido. El pretexto es su intención de continuar en la Unión Europea tras el Brexit, lo que entre otras cosas está prohibido en los tratados comunitarios. Pero el asunto de fondo consiste en que son conscientes de que el demencial referéndum de Cameron en 2014 les abrió la puerta de salida en términos jurídicos. Y aunque entonces no la pudieron cruzar porque les faltó masa crítica por los pelos ya sólo tienen que encontrar, negociar o forzar las condiciones políticas para volverse a presentar al examen suspendido. Por eso es una ingenuidad pensar que el conflicto catalán puede resolverse aceptando esa clase de desafíos. Es probable que si se celebrase ahora una votación sobre la independencia de Cataluña la perdiese el separatismo. Pero lo esencial, que es el derecho de autodeterminación los nacionalistas lo llaman derecho a decidir un eufemismo quedaría meridianamente reconocido. Y el bloque soberanista no tendría más que esperar, trabajando en su hegemónica propaganda, a la reagrupación de las fuerzas necesarias para alcanzar su persistente objetivo. Sin respetar cláusulas cautelares a la canadiense ni ningún otro acuerdo previo, como jamás ha respetado los límites competenciales del autogobierno. Ese referéndum no se puede celebrar porque, a diferencia de Gran Bretaña, lo impide la Constitución. La soberanía española no es troceable. Sin embargo, las bienintencionadas fórmulas de terceras vías o de cambios del marco legal tienen en el ejemplo escocés el reflejo de sus márgenes de éxito. El nacionalismo nunca da por zanjada su aspiración de fondo; el error de Cameron, que demostró ser un dirigente de muy pocas luces, fue el de creerlo con ingenuidad de principiante. El Brexit, su segunda y más dramática equivocación, no es ahora más que una excusa, una de ésas estratagemas de victimismo que los secesionistas siempre tienen a mano para romper las reglas de juego. Porque el único juego al que aceptan jugar es el de su propio criterio. El juego de la continua deslealtad y del enredo eterno. El juego de encontrar un problema para cada solución y una coartada para ir más lejos. El juego de romper pactos y transformar cualquier compromiso en un leve paréntesis de tiempo.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.