ABC MADRID 04-03-2017 página 43

ABC SÁBADO, 4 DE MARZO DE 2017 abc. es cultura CULTURA 43 Estrella mundana Completísimo Tan a fondo escarba el archivo que incluso recupera un pasaporte de Lou (Lewis) Reed caducado en 1993 El archivo recoge infinidad de tiquets y facturas como las de sus visistas al legendario Max s Kansas neoyorquino Miradas al pasado El cariño de los fans A Lou Reed le llovían regalos como este jersey que un seguidor australiano tejió para él. Desde las primeras grabaciones de la Velvet a recortes del anuario escolar, los papeles de Reed cubren casi todos los flancos de su vida y obra. sitor en plantilla de Pickwick Records y firmaba delicias de pop gritón como ese Do The Oyster que grabaron The Primitives en 1964. De esa misma época es también una bufonesca versión del Don t Think Twice It s Allright de Bob Dylan, otra de las rarezas de un archivo cuyo principal pega es, según señalan algunos expertos, la carestía de referencias de la primera época dorada de Reed, la de la Velvet Underground. Sí que apa- rece, por ejemplo, una carta que Reed le envió años más tarde a John Cale informándole de la imposibilidad de salir de gira con Songs For Drella álbum de homenaje a Andy Warhol con el que Reed y Cale volvieron a trabajar juntos casi dos décadas después de tirarse los trastos a la cabeza, pero la mayoría del material relativo a la Velvet Underground se encuentra en manos de coleccionistas privados o en otro archivo en la Universidad de Cornell. Con todo, y atendiendo a esa imagen panorámica a la que hace referencia Anderson, el archivo cubre prácticamente toda la carrera de Reed, subraya periodos pocos conocidos como sus comienzos en The Shades, la banda que montó en el instituto, y desenterrando manuscritos originales de canciones como Tatters una de las piezas de ese Ecstasy con el que inauguró su dorado otoño creativo. Se necesita mucho tiempo para contemplar una vida y ahora que la primera etapa de la creación de estos archivos está acabada, podemos dar un paso atrás y apreciar algunos patrones deslumbrantes que Lou hizo durante su larga e intensa carrera como artista valoraba Anderson. En términos puramente físicos, el archivo de Reed equivale a más de 90 metros lineales de documentación, lo que lo mismo da voz al anuario escolar que recopila facturas de sus vistas al legendario Max s Kansas City, airea gastos durante las giras o exhuma regalos de los fans. Así, entre fotografías de época, apuntes al vuelo tomados junto a esbozos de letras y libretas con dibujos que reproducen las posiciones de ese taichi que practicó con fervor hasta su muerte, el archivo ahonda aún más en la personalidad musical de Reed e incluye una colección personal de discos que va de Roxy Music a Yo La Tengo y de A Tribe Called Quest a un single de los Byrds dedicado por Jimmy Page o una copia sin abrir de, ejem, su Metal Machine Music El rock asalta la academia BOWIE, PIEZA DE MUSEO Además de hacer de su carrera una obra de arte, Bowie ha conquistado museos de medio mundo con David Bowie Is exposición antológica que repasa toda su carrera. LOS PAPELES DE DYLAN Ahora hace un año, el esquivo Bob Dylan vendió su archivo personal de más de 6.000 objetos a la Universidad de Tulsa para uso y disfrute de académicos e investigadores. BOSS CUM LAUDE Springsteen no llegó a pisar la universidad, pero en enero la de Monmouth, en Nueva Jersey, transformó su archivo en material académico. MANUEL VILAS DÉJANOS VER TU ARMARIO H asta un tiquet de un sándwich pagado en el Tokyo Hilton forma parte del legado que la viuda de Lou Reed ha puesto en las manos de la Biblioteca de Nueva York. Más cosas se han hecho públicas del archivo del fundador de la Velvet Undergound: una carta de Martin Scorsese en la que le habla de Johnny Depp, una nota a mano de Jimmy Page, el pa- saporte caducado de Lou Reed, fechado en 1993, junto a un importante grueso de grabaciones, correspondencia y material fotográfico. Están las fotos que en los últimos años iba haciendo el músico neoyorquino entre gira y gira. Laurie Anderson quiere que la ciudad de Nueva York tenga acceso a la vida privada de uno de los más gran- des artistas que haya dado esa ciudad. Aparte del legado de valor histórico, espero que también la ropa, los zapatos, las gafas, incluso la máquina de afeitar, y por qué no los bañadores, o los albornoces, o incluso la ropa interior, tengan un destino público. Era famosa la colección de gafas de Lou Reed. Porque todos queremos saber cómo viven los ídolos. La cultura pop fabricó dioses, y esos dioses tuvieron vida privada. Lo que no ha trascendido a la prensa es el acuerdo económico. Lou no tenía hijos. El legado de los roqueros sin hijos es más fácil de gestionar. Laurie Anderson se está haciendo mayor. La idea de que la Biblioteca Pública de Nueva York se quede con los archivos de Lou Reed es novedosa en el mundo del rock. ¿Quién se quedará con los de Laurie Anderson? Hay melancolía en todo esto, sobre todo porque estamos hablando de Lou Reed. Imagínate contemplar los pantalones de cuero de Lou Reed. O los frascos de su colonia favorita. Es obvio que cuando murió el 27 de octubre de 2013, debió de dejar frascos de colonia a medio usar, o zapatos con la suela sin gastar, brillando aún. Queremos saberlo todo. En ese archivo habrá fotos que nos harán temblar. Estoy pensando en fotos de familia, fotos de Lou Reed con sus padres. Fotos de Lou con sus abuelos. Porque Lou Reed también fue un hombre normal.