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ABC MADRID 07-02-2017 página 3
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ABC MARTES, 7 DE FEBRERO DE 2017 abc. es opinion LA TERCERA 3 F U N DA D O E N 1 9 0 3 P O R D O N T O R C UAT O LU C A D E T E NA LA CONTRARREVOLUCIÓN DE TRUMP POR JOSÉ MARÍA CARRASCAL Si la democracia quiere sobrevivir tiene que experimentar una transformación a fondo. Se acabó lo del dinero del Estado El dinero es del contribuyente. Y tiene que repercutir en el contribuyente. Tendrá que ser una democracia mucho más frugal, mucho menos generosa. Una democracia presidida por el rigor y la eficacia, no por la ley del más listo o del que mejores conexiones tiene escrúpulos que le caracteriza. De los cuatro principios, el último es el más de temer. Nunca oirán a Trump alabar la democracia representativa. Al revés, siente hacia ella el recelo de los que intentan establecer un lazo directo con su pueblo, por encima de los partidos, asociaciones y cámaras. De ahí su afinidad con Putin, cuya relación con el pueblo ruso parece envidiar. Y aquí sí que empezamos a meternos en zona pantanosa. Porque buena parte del pueblo norteamericano, aquélla que le ha votado pese a todo lo que se ha dicho y escrito sobre él, se siente desilusionado con su clase política y, en el fondo, con su sistema. Un sistema que cree que no le protege, que no le ayuda, que le ha olvidado, que le tiene sólo para sacarle impuestos, que luego gasta sin que le llegue el más mínimo beneficio. Que es exactamente de lo que se quejan los europeos que votan al National Front en Francia, a Alternative für Deutchland en Alemania, al Freedom Party en Holanda o Austria y a tantos otros populismos en auge en el Viejo Continente. La democracia me decía un vecino estudiando su nómina en el ascensor sólo beneficia a NIETO los muy ricos, que no pagan impuestos, y a los muy pobres, que viven de los subsidios. Y a los políticos, naturalmente, que viven de guerras que no pueden ganarse, regueros de san- todos. Al resto solo nos toca trabajar y pagar Solo gre por doquier, billones de dólares en las armas entonces entendí a los votantes de Trump. más sofisticadas, la crisis económica más destructiva desde la de 1929 y el mundo más peligroso i esto ocurre en Estados Unidos, uno de los que nunca, con los occidentales no sintiéndose países más alejados del Estado Social de seguros ni en su propia casa. La guinda de todo Derecho ¿que no ocurrirá en Europa, donello: un presidente norteamericano dispuesto a de el Estados de Bienestar ha alcanzado hacer borrón y cuenta nueva de todo lo que ha cotas nunca alcanzadas en la historia? Cotas, adesido política interior y exterior USA, al estar con- más, inasumibles, pues ese Estado de Bienestar vencido de que no ha favorecido a su país, sino a nuestro está haciendo aguas por todas partes, y si los demás, empezando por sus propios aliados. las pensiones no podrán empezar pagarse en un Donald Trump representa un corte brutal de aque- futuro no tan lejano, los gastos por enfermedad llas cuatro premisas que Washington estableció acusan ya un enorme desequilibrio, junto a los de en 1945. Ni ayuda a los aliados America First educación, de desempleo, de asistencia y ese largo el resto que se las apañe como pueda) Ni forma- etcétera que constituyen los gastos sociales. Echación de bloques multinacionales, por lo que hay mos la culpa a los demás, a Trump últimamente, que aplaudir el brexit y fomentar que sigan otros pero las culpas son nuestras. La democracia repreestados miembros de la UE. Ni los tratados de li- sentativa sólo atrae a los que se aprovechan de ella, bre comercio, en los que EE. UU. salen siempre en esa extraña coalición de muy ricos y muy pobres, desventaja, sino acuerdos bilaterales, como los orquestada por la clase política de derechas e izque se hacen entre empresas. Por último, se aca- quierdas. El resto son, simplemente, paganos. Y bó lo de building nations lo de montar nacio- han dicho basta. nes democráticas en zonas que nunca han conoSi la democracia quiere sobrevivir tiene que excido la democracia, con tradiciones incluso opues- perimentar una transformación a fondo. Se acatas a ella. Cada cual debe arreglar sus asuntos bó lo del dinero del Estado El dinero es del concomo crea conveniente y, desde luego, los Estados tribuyente. Y tiene que repercutir en el contribuUnidos no están para derribar regímenes e ins- yente. Tendrá que ser, por tanto, una democracia taurar otros a su imagen y semejanza, como han mucho más frugal, mucho más escueta, mucho venido haciendo, con suerte varia y, a menudo trá- menos generosa. Una democracia presidida por gica, como estamos viendo en los distintos esce- el rigor y la eficacia, no por la ley del más listo o narios en que se ven envueltas sus tropas. del que mejores conexiones tiene. Una democraComo ven, mayor cambio imposible. La contra- cia en bancarrota no es una democracia. Es una rrevolución de Trump representa un vuelco en la estafa piramidal. En este caso, ya sabemos lo que escena internacional, que podemos criticar o aplau- nos espera: Putin por el Este, Trump por el Oeste dir, aceptar o rechazar, pero lo que no podemos es y África por el Sur. Sin escape. ignorar, porque este hombre está dispuesto a llevarlo a la práctica con la dureza, decisión y falta de JOSÉ MARÍA CARRASCAL ES PERIODISTA C UANDO se cumple el centenario de la Revolución Soviética, aquélla que iba a crear el paraíso del proletariado y el nuevo hombre lo que estamos teniendo es justo lo contrario: una contrarrevolución a cargo de un multimillonario que no quiere dejar rastro no ya del comunismo, sino también de cuanto huela a izquierda, sea el socialismo, sea la socialdemocracia y, puestos a barrer, de la democracia liberal. Un cambio, no de siglo, sino de edad, puede incluso de era. Pero vayamos por partes. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, sus vencedores, Estados Unidos y las URSS, se repartieron el mundo bajo un equilibrio del terror en una guerra nuclear, no habrá vencedor, sólo vencidos y los primeros ordenaron su esfera de influencia (el llamado mundo occidental) bajo cuatro principios: No podía repetirse el error de la Primera Gran Guerra, aplastar con reparaciones a los vencidos, so pena de que cayeran en manos de un demagogo y buscaran revancha. Había que ayudarles a reconstruirse. Pero no para volver a los nacionalismos anteriores, sino para formar bloques de naciones afines cultural e históricamente. Fomentar el comercio que, junto a la industrialización, es uno de los principales motores de la riqueza de los pueblos. Junto a la democracia que, con su libre intercambio de ideas, ofrece el mejor campo para el progreso y desarrollo. Así fueron surgiendo las nuevas instituciones, Mercado Común, OTAN, Tratados de Libre Comercio, bajo la mirada paternal de Washington, que protegía tierras y mares con un despliegue de fuerzas nunca visto, mientras Europa occidental se convertía en un emporio de bienestar, libertad y convivencia civilizada. Demasiado hermoso para ser realidad. La primera grieta en tan idílico panorama la trajo el desplome del muro berlinés, que arrastró a la Unión Soviética, incapaz de mantener la carrera no solo de bienes de consumo, sino también armamentística (los misiles antisimiles) acabando con el equilibrio nuclear e hizo creer a algunos ilusos que la historia se había acabado, con la democracia como única forma política y el mercado como única norma económica. Únanle un presidente norteamericano más corto de inteligencia que de ambiciones y tendrán lo que siguió: un conflicto de civilizaciones (o religiones, si quieren) y los Estados Unidos atacados por primera vez dentro de su territorio. Como consecuencia, S

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