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ABC MADRID 22-01-2017 página 19
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ABC MADRID 22-01-2017 página 19

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO, 22 DE ENERO DE 2017 abc. es PRIMER PLANO 19 CONTRA TRUMP Las feministas temen a Donald Trump, pero también al vicepresidente Mike Pence por su postura antiabortista res como su motivación para manifestarse. Buena parte de las conversaciones y de los carteles tenían que ver con la defensa de Planned Parenthood, una red de clínicas con financiación pública que ofrece cobertura sanitaria asequible en matera reproductiva desde abortos a técnicas contraceptivas y cuyos fondos federales podrían estar en peligro. Mi compromiso es que nuestras puertas seguirán abiertas dijo Cecile Richards, su presidenta, en el mitin que precedió a la marcha. ¡Que le jodan a Mike Pence! cantaba un grupo de manifestantes. El nuevo vicepresidente evangélico devoto es considerado el mayor riesgo para el retroceso en derechos sociales. Él ha rechazado la dignidad de las mujeres y de muchas minorías: gays, lesbianas, discapacitados, musulmanes aseguraba Ron, un jubilado de Washington, junto a su esposa, Laura. ¿Que si esto tendrá impacto? ¡Por supuesto! Fuimos capaces de parar la guerra de Vietnam, hay que escuchar a la gente mayor recomienda y advierte que, si Trump actúa como se espera, la gente va a bloquear esta ciudad durante semanas, durante meses DAVID GISTAU FOCOS DE RESISTENCIA na vez dispersado el gentío después de la jura de Trump, algunos moteros hicieron bramar las Harleys en las calles al norte de la avenida Pensilvania, donde hubo choques entre policías y manifestantes. Éstos permanecieron concentrados en la Franklin Square, donde se yergue la gigantesca sede del Post, y aventaron con sus hogueras un olor penetrante a plásticos derretidos. En un escenario donde había una ilustración de Trump fálico con un misil erecto en las partes, lo mismo tocaban grupos punk que subían native american o sea, indios a emitir la triste salmodia de sus cánticos. Mientras pasaba casi rasante un helicóptero que proyectaba sobre los sospechosos haces de luz como los de un artista en el escenario, todo lo miraban hieráticos algunos efectivos de la 1 era División de Infantería, la mítica Big Red One que pisó arena en Omaha Beach y ahora estaba abocada a una función de antidisturbios. De pronto, del humo emergían parejas impecables de smoking y vestido de noche que iban hacia algunos de los Inauguration Balls La de Franklin Square era la acepción más violenta de un movimiento anti- Trump que ha ido congregándose alrededor del concepto de Resistencia Su expresión masiva fue la Marcha de las Mujeres de ayer sábado en el Mall, con la punta del Obelisco perdida entre la niebla y la desapacible llovizna. La afluencia de gente fue enorme, seguramente mayor que la del trumpismo la víspera, aunque esto sólo es una impresión basada en los ataques de agorafobia del cronista. De un día a otro, y en el mismo escenario del Mall, fue posible contemplar dos Américas distintas y últimamente antagónicas. No hace falta explicar que la de la Marcha era U leada al acto histórico de Trump: los usuarios del sistema de metro de Washington hasta las 11 de la mañana de ayer habían sido 275.000; el día anterior, 193.000. Los permisos para aparcar autobuses en la investidura de Trump fueron 200; ayer se dispararon a 1.200. La percepción visual desde el Mall es que había muchos más asistentes que en la víspera. Esto representa a la gente, no el discurso de Trump de ayer aseguraba Katie, una maestra venida desde Michigan, mientras apuntaba a la masa manifestante. Estamos preocupados por el extraordinario poder que va a tener con las mayorías republicanas en el Congreso añadía Alex, de Washington. Olivia, la más pequeña de tres generaciones de mujeres que acudieron juntas a la protesta abuela, madre e hija citaba con timidez la defensa de los derechos de las muje- Incidentes en la víspera Figuras como Madonna, las actrices Scarlett Johansson y Ashley Judd o la feminista Gloria Steinem se dejaron ver en la marcha, que transcurrió sin incidentes, al contrario de lo que se vivió la víspera en las calles de Washington. Por la noche, hubo cierta tensión en Franklin Square, un centro neurálgico de la capital estadounidense. La Policía realizó algunas cargas contra los manifestantes, en ocasiones utilizando gas pimienta y sus bastones para desalojar zonas de la plaza. También había seguidores de Trump: algunos, enfrascados en conversaciones políticas con quienes protestaban; otros, amagando reyertas. Hubo lanzamientos de objetos contra la Policía. Quienes lo hacían eran muy jóvenes y se escurrían con sus bicicletas hacia otras calles. La jornada acabó con más de doscientas detenciones. más mestiza. Había ancianas de aire hippiesco como conservadas en una burbuja temporal dentro de Berkeley, que parecían dichosas y rejuvenecidas por el hecho de que el Mall vuelva a ser el espinazo de marchas como las de los sesenta, los derechos civiles y Vietnam. Había feministas rudas, calzadas con Doc Martins, que se decían ansiosas por combatir la guerra desatada contra la mujer por el patriarcado capitalista (alivia saber que estas cosas también se dicen fuera de España) Había hippies con el cliché de la flor en el pelo y con esas caras de bondad profundísima que siempre me recuerdan la de la monja de Aterriza como puedas que le sacaba la vía a una niña enferma golpeándola con la guitarra. Había drags votantes de Hillary que aún no asumieron su derrota y exquisitos liberals de la burguesía de Georgetown que viven en un barrio que se resistió a que le pusieran estación de Metro para no ser invadido ni extraviar su singularidad. El uso de las pancartas es curioso en USA: cada uno lleva la suya y se esfuerza por escribir en ella una frase corta e ingeniosa. Un tweet. Make America Think Again es un ejemplo. Muy popular entre las feministas es una que parece un jeroglífico. Se conmina a Trump a sacar sus sucias manos de... y ahí aparece el dibujo de un gato, pues el de gatito no es el único significado de la palabra Pussy Las lesbianas de la Pussy Patrol, por cierto, directamente caminan en formación militar, sin asperjar tanto amor como las hippies a lo California. Llegaba la gente y de vez en cuando se escuchaba el bramido de las Harleys, como si los moteros patrullaran un perímetro alrededor de la casa de merengue a la que se ha mudado el contenido de la Trump Tower de Gotham. Viena Alrededor de 2.000 personas participaron en la Marcha de las Mujeres contra Donald Trump en la capital austriaca, aunque las bajas temperaturas pronto hicieron que los manifestantes quedaran reducidos a unos centenares REUTERS París Unas 2.000 personas se manifestaron ayer en el centro de París convocadas por los movimientos feministas de izquierda, bajo el lema Atrévete a ser Feminista para protestar contra la llegada de Trump a la Casa Blanca ABC EFE

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