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ABC MADRID 11-01-2017 página 47
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ABC MADRID 11-01-2017 página 47

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MIÉRCOLES, 11 DE ENERO DE 2017 abc. es cultura CULTURA 47 haciendo la maleta para ir a trabajar, echa su ropa cuando no me doy cuenta. Cuando lo tomas así, no tiene nada que ver con que tu madre vea que le gusta el baile y te lleva al conservatorio. No es ni mejor ni peor; es diferente, es otra enseñanza Formación Habla Farruquito con vehemencia de la formación flamenca, de esa que no se puede enseñar en los conservatorios, de la que se vive Nosotros no nos ponemos el traje de flamenco como quien se pone la toga de abogado. Nosotros somos flamencos y vivimos como tales, con momentos de profesión y momentos de disfrute personal. Hemos tenido la suerte de vivir en una familia flamenca. Y esa formación es muy importante, muy valiosa. Uno no puede ser hippie de lunes a viernes. Uno es hippie porque su filosofía es ser hippie. Pues eso es ser flamenco: una persona que siente y vive de una manera en concreto. Y por muy diferentes que sean maneras Como el toreo laslos flamende Decía cos, cuando se Belmonte que juntan son de se torea como la misma mase es. Y el baile, nera. Ese es un el arte, es igual misterio que solo lo saben descifrar los que sienten así Conocemos completa Farruco a flamencos que no se dedican a cantar y bailar. Sin embargo, conocemos a profesionales que bailan flamenco pero no lo son. De forma de vida. Y eso es algo que se nota en el escenario Citan los dos hermanos una enseñanza de Manuel de Molina Todo sale por los altavoces y otra de Camarón El flamenco no tiene más escuela que transmitir o no transmitir se refieren a los dos como maestros y se lamentan de que al legendario cantaor nadie le llame maestro más que los flamencos. Y es que un bailaor puede aprender tanto o más de los cantaores y los guitarristas que de los bailaores. He estado cuatro años al lado de Paco de Lucía cuenta Farruco y he aprendido mucho: cómo bailar una música, cómo respetarla, cómo no bailarla... Aseguran que un bailaor tiene que conocer también la guitarra y el cante. Ha de ser aficionado al flamenco en general, al arte y pronuncian esta palabra al unísono El flamenco también hay que estudiarlo. Hay que estudiar a las grandes figuras, porque esa filosofía de respeto se te mete en los huesos y cuando sales a bailar lo haces de otra manera; te tienes que santiguar un millón de veces por lo menos para salir al escenario La británica Clare Hollingworth, en una imagen de juventud ABC Muere la periodista que dio la primicia de la II Guerra Mundial La británica Clare Hollingworth falleció ayer en Hong Kong a los 105 años LUIS VENTOSO CORRESPONAL EN LONDRES TR 3 S Flamenco Teatro Nuevo Apolo. Plaza Tirso de Molina, 1. Madrid. Del 18 al 21 de enero. Mil tanques se concentran en la frontera polaca. Diez divisiones están listas para una ofensiva rápida Esa información, considerada la exclusiva del siglo XX abrió la portada de The Daily Telegraph en 29 de agosto de 1939. Pero de acuerdo a la costumbre de la época, el diario londinense no la firmó con el nombre del autor. En este caso era una mujer, Clare Hollingworth, de 27 años, que llevaba solo una semana trabajando como periodista a tiempo completo cuando dio la campanada. Tres días después, contó la entrada de los tanques nazis en Polonia. La periodista inglesa, que admite el sobado adjetivo de legendaria ha muerto en Hong Kong a los 105 años, ciega, pero todavía con ganas de guerra. Siempre tuvo sus zapatos a pie de cama, por si suena el teléfono Hollingworth, nacida en Leicester (centro de Inglaterra) en una familia de clase media, no se perdió conflicto en su siglo: la Segunda Guerra Mundial, Argelia, Palestina y Vietnam. En 1973 llegó como corresponsal a Pekín, su último destino. Se retiró en 1981 y el resto de su vida discurrió en Hong Kong. A los 79 años todavía se pasó cinco noches durmiendo en el suelo de su apartamento, para irse amoldando en la esperanza de que la llamarían para cubrir la Guerra de Irak. Pero su tiempo ya había pasado. Asqueada ante la perspectiva de una vida de ama de casa rural, estudió cultura eslava a las universidades de Londres y Belgrado y se empleó como secretaria en la Sociedad de Naciones, precursora de la ONU, donde se casó con un diplomático. En 1936 fue destinada a Varsovia y se le reconoce que salvó a miles de personas que huían de los nazis en Checoslovaquia, facilitándoles visados para el Reino Unido. A finales de agosto de 1939, tomó prestado el coche de un cónsul británico y recorrió la frontera polaca con la Union Jack ondeando, en teoría comprando viandas. De regreso, observó una extraña y enorme pantalla de arpillera. Al levantarse el viento, quedaron al descubierto los tanques y tropas alemanas. Ya tenía su exclusiva. Tres días después vio entrar a los tanques y telefoneó a la embajada británica en Varsovia. Habló con el secretario, pero no la creyó, le dijo que bri- Otra gran exclusiva También contó antes que nadie la deserción del espía Kim Philby, que huyó a la URSS en 1963 tánicos y alemanes estaban negociando y era imposible. Cogí el teléfono y lo colgué por la ventana, para que pudiese escuchar la invasión Pequeña y corta de vista, Clare era una mujer de hierro. Aprendió a volar, saltaba en paracaídas y en los frentes hasta adoptó la chisposa costumbre de desayunar con cerveza. Su estilo era objetivo, claro, sin barroquismos. Montgomery, que prohibió las mujeres corresponsales, la echó en Libia y acabó cubriendo el resto de la guerra con las tropas estadounidenses. En 1946 estuvo a punto de morir en el atentado sionista contra el hotel Rey David de Jerusalén, que costó la vida a 91 soldados ingleses. Siempre se negó a chocar la mano manchada de sangre del jefe terrorista, el futuro primer ministro israelí y Nobel de la Paz Begin. En 1963, en Beirut, dio la segunda gran exclusiva de su vida: descubrió que Kim Philby, el célebre topo del servicio secreto inglés, había huido a la URSS en un carguero de Odessa. El cobardón director de su periódico de entonces, The Guardian guardó la exclusiva tres meses en un cajón y al final la dio perdida en páginas interiores. Un diario rival lo retomó abriendo en portada y el Gobierno hubo de reconocer la deserción. Casada dos veces, la sobrevive una hijastra. El pasado octubre celebró sus 105 años. Cayó un último sorbito de champán.

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