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ABC MADRID 10-01-2017 página 27
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ABC MARTES, 10 DE ENERO DE 2017 abc. es internacional INTERNACIONAL 27 DE LEJOS PEDRO RODRÍGUEZ DIVIDED STATES OF AMERICA Entre Obama y Trump, el gran problema de EE. UU. es su profunda polarización L Trump saluda a su yerno, Jared Kushner, la noche electoral tras concer su victoria AFP nado ratifica o no los nombramientos. En medio de un ambiente hostil, los demócratas han puesto sus ojos en tres candidatos miembros de la Administación Trump. El hasta ahora senador Jeff Sessions, aspirante a Fiscal General, tiene tras de sí un pasado considerado racista por los demócratas, cuando ocupó el mismo cargo en Alabama. Los demócratas aspiran, incluso, a que miembros del Black Caucus, grupo de su partido representado en el Congre- so, declaren en su contra. El futuro secretario de Estado, Rex Tillerson, no ha podido desembarcar de forma más ruidosa. Su conocida amistad con el presidente Putin, que forjó durante su etapa de director ejecutivo de la petrolera Exxon Mobil, ha coincidido con el escándalo del espionaje ruso a la elección presidencial, para ayudar a Trump y derrotar a Hillary Clinton, según los servicios secretos. El tercero en discordia, el llamado a ocupar el departamen- to de Comercio, está en el ojo del huracán demócrata. Wilbur Ross, un multimillonario de la élite financiera neoyorquina, ha sido cuestionado después de que Trump asegurase que iba a defender a los trabajadores y no los intereses de Wall Street. Videoanálisis de los nuevos nombramientos de Donald Trump La expectación en su Chicago natal es considerable. Aunque el acceso es gratuito, la adquisición de las obligadas entradas para asistir al evento ha provocado largas colas en torno al centro de convenciones, formadas por seguidores que han desafiado estos días a las bajísimas temperaturas de la ciudad de los vientos. El discurso de Obama renueva la tradición que abrió el primer presidente del país, George Washington, cuando en 1796 se dirigió al pueblo estadounidense, a punto de cumplir su mandato. Y pone punto final a una carrera política que inició en 1997, con su elección como senador demócrata por el estado de Illinois. Obama saluda en el jardín de la Casa Blanca EFE os mejores tiempos para el populismo y los peores para las élites. A una decena de días de que Trump asuma la presidencia de EE. UU. la progresía de Hollywood ha aprovechado la gala de los Golden Globes para exhibir con la ayuda estelar de Meryl Streep sus frustraciones postelectorales e ilustrar más allá de las urnas el profundo cisma político, social y económico que sufre en estos momentos la democracia más veterana de Occidente. Resulta difícilmente discutible que EE. UU. es fruto de un debate y una tensión permanentes. Desde sus orígenes como república independiente, su historia ha sido un choque de puntos de vista e intereses encontrados. Los Estados grandes y los pequeños. Los del sur y los del norte. Los que querían un gobierno federal fuerte y lo que desconfiaban de la centralización de poderes. Los que favorecían una sociedad rural y los que aspiraban a una economía moderna. Parte fundamental de la historia de éxito que representa EE. UU. se encuentra en la capacidad de compromiso iniciada en la Constitución de 1787. Y una baza decisiva de su construcción nacional no es otra que su enorme diversidad. Elementos clave para entender una nación creada no en virtud de una cultura común sino de una serie de ideales planteados en la Declaración de Independencia y perfeccionados en más de dos siglos de historia. Entre Obama y Trump, el gran problema de EE. UU. es que todas esas diferencias hasta ahora enriquecedoras se han enquistado en una polarización destructiva que ha terminado por eclosionar en el último pulso político por la Casa Blanca. Durante los dos mandatos de Obama, el partidismo no ha hecho más que multiplicarse en Washington con la consiguiente parálisis institucional; el furor populista ha terminado por contagiarse con viralidad entre votantes tanto republicanos como demócratas; y el reloj del problema racial intenta retroceder medio siglo. En una nación enriquecida por el optimismo y el afán de superación; tanto enfrentamiento tóxico no hace más que alejarla de su ideal revolucionario: E Pluribus Unum.

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