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ABC MADRID 20-12-2016 página 5
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ABC MADRID 20-12-2016 página 5

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES, 20 DE DICIEMBRE DE 2016 abc. es ENFOQUE 5 Los abogados de Lagarde, a su llegada ayer al tribunal de París que condenó a la directora gerente del FMI REUTERS Los últimos directores gerentes del FMI RODRIGO RATO JUNIO 2004O CTUBRE 2007. INVESTIGADO POR FRAUDE FISCAL Y BLANQUEO DOMINIQUE STRAUSS- KAHN NOVIEMBRE 2007 MAYO 2011. DIMITIÓ POR UN CASO DE AGRESIÓN SEXUAL CHRISTINE LAGARDE DESDE JULIO 2011. CONDENADA POR NEGLIGENCIA Christine Lagarde, condenada La experiencia es un tercer grado JESÚS LILLO En las pruebas de selección que cada cinco años organiza el Fondo Monetario Internacional, su consejo directivo valora tanto la experiencia de los candidatos como su pasado en la gestión pública, tradicionalmente como ministros de Economía de un gran país de la UE. Dicha experiencia suele ser de un tamaño inabarcable y estar cronológicamente ligada a la época de las vacas gordas y locas, cuando por Europa circulaba el dinero con la misma alegría que ahora censura más reformas, más ajustes el propio organismo de Washington. Considerado como un premio extraordinario fin de carrera, el puestazo que ahora ocupa Christine Lagarde se lo reparten por turnos unos ministros cuya hoja de servicios resulta vulnerable, por hache o por be, a cualquier investigación judicial, que es ahora la vara de medir el talento político. Es cierto que a Rodrigo Rato le abrieron los discos duros de su casa y su despacho cuando ya estaba de vuelta en Madrid, y que Dominique StraussKahn cogió el camino de en medio y abrevió su mandato con una infame noche de hotel, epílogo de una carrera de depredador sexual favorecida por el poder que tuvo entre manos, pero ninguno, como ahora Lagarde, podría haber escapado al escrutinio de esa forma de hacer política que, a la contra, se basa en el peso de la sospecha. Declarada ayer culpable por négligence, que es una hermosa palabra francesa para denominar lo que en español se conoce como hacer la vista gorda, Lagarde es víctima del sistema electivo, muy meritorio, de unos organismos internacionales en cuyos consejos se prejubilan los ministros europeos de Economía y Finanzas. Como Marina d Or, pero con el frío que hace en Washington. Sin consecuencias penales, a Christine Lagarde han terminado por condenarla por su pasividad en un zigzagueante proceso empresarial que terminó por costarle al Estado francés más de cuatrocientos millones de euros, calderilla de entonces, cuando en Europa se criaban, junto a las vacas locas, los exministros y autoridades que se reparten las direcciones generales del mundo. Que no decaiga. Y si dimite Lagarde, que pongan a un italiano de su quinta, por probar, a ver qué pasa. ECONOMÍA

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