Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 18-12-2016 página 64
ABC MADRID 18-12-2016 página 64
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 18-12-2016 página 64

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página64
Más información

Descripción

62 CULTURA DOMINGOS CON HISTORIA EN BUSCA DE UNA IDEA DE ESPAÑA DOMINGO, 18 DE DICIEMBRE DE 2016 abc. es cultura ABC FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR El cristianismo vivo de Juan XXIII Este Papa, de una lucidez valiente, bondadosa y humilde, iluminó el compromiso de los cristianos con los hombres ientras las corrientes intelectuales europeas comprometidas con la izquierda impregnaban la atmósfera de la sociedad española de estimulantes perspectivas, los primeros años sesenta hacían resonar también la conciencia de los católicos. Un nuevo Papa, de breve pontificado, de extraordinaria capacidad de comunicación y de una lucidez valiente, bondadosa y humilde, iluminó el compromiso de los cristianos con los hombres y las condiciones inviolables de su dignidad. La voz de Juan XXIII llegó justo a tiempo, cuando la crítica al régimen de Franco hallaba fácil anclaje en el espíritu de quienes heredaban una derrota completa o una victoria falseada en la Guerra Civil. Pero había de encontrar muchas más dificultades para abrirse paso entre los que vivían, inflexibles, en la ensoñación gloriosa de la cruzada la religión a tomar partido contra la prometerse con el bien común, lo únidictadura. co que les legitimaba de acuerdo con Como agua vivificante, como inspi- la doctrina política clásica del catoliración del Espíritu, las palabras de cismo. Por ejemplo, la advertencia de Juan XXIII sembraron ilusión y espe- que en las condiciones de trabajo, más ranza en los corazones de quienes ha- allá de la remuneración salarial, debían sido educados en el mensaje de bía asegurarse que le sea posible al Jesús. Provocaron contrariedad sola- hombre asumir la responsabilidad de mente en quienes habían extraviado lo que hace y perfeccionarse a sí missu fe en la encrucijada de la historia y mo en los que habían perdido la caridad Según Juan XXIII, el cristianismo en la dureza de las persecuciones su- era liberación sustancial del hombre fridas o en la muda indignidad de la de tal modo que la tarea de promoción injusticia tolerada. En 1961, la de la doctrina evangélica signiencíclica Mater et Magisficaba un verdadero acto de tra proclamó: La docemancipación: El homAGUA trina de Cristo une, en bre es necesariamenVIVIFICANTE efecto, la Tierra con te fundamento, cau Las palabras de el Cielo, ya que consa y fin de todas las Juan XXIII sembraron sidera al hombre instituciones sociailusión y esperanza completo, alma y les; el hombre, recuerpo, inteligencia petimos, en cuanen los corazones de y voluntad, y le orto es sociable por quienes habían sido dena elevar su mennaturaleza y ha sido educados en el te desde las condicioelevado a un orden mensaje de nes transitorias de esta sobrenatural Todos Jesús vida terrena hasta las allos creyentes estaban turas de la vida eterna Tal obligados a organizar su exigencia no implicaba nunca vida pública conforme a los lo ha implicado en el pensamiento ca- principios éticos proclamados y a tólico la despreocupación por lo que orientar siempre sus actos a la defensuceda en esta vida mortal, ni mucho sa de la dignidad humana. Y ello sumenos la demanda de conformidad de ponía una determinada concepción los humildes ante el sufrimiento. Lo del hombre como criatura de Dios, y que se recordaba con claridad era el fundamento de la condición humana: disponer de un alma eterna y de una conciencia moral basada en la trascendencia del hombre, en su universal y personal contacto permanente con el Creador. se fundamentaba en la existencia de un orden moral universal, contrario a toda manifestación de relativismo. Lo que defendía era una ley moral objetiva, superior a la realidad externa y al hombre mismo, absolutamente necesaria y universal y, por último, igual para todos Testamento doctrinal El incumplimiento de ese principio general había tenido consecuencias funestas en la conducta de tantos hombres, y tantos cristianos entre ellos, que dieron la espalda a sus obligaciones para con los demás. Tres meses antes de morir Juan XXIII publica la Pacem in terris su testamento doctrinal dirigido a todas las personas de buena voluntad comprometidas en la promoción de la paz y pronto convertido en la biblia de la oposición católica en España. Aquellos prodigiosos años sesenta devolvían al mensaje cristiano su primitiva frescura y su esencia liberadora empujando a los católicos a colocarse en una primera línea de combate por una verdadera reconciliación. No solo la de los españoles como ciudadanos, sino la de los hombres de España con los fundamentos de su civilización. Una civilización cristiana que no debía confundirse con el nacionalcatolicismo y que habría de dar sustancia ideológica y perfección moral a nuestra comunidad. M Nacionalcatolicismo Con Juan XXIII, el nacionalcatolicismo empezó a perder no solo el apoyo de algunos sectores de la Iglesia española, sino que sufrió el abierto rechazo y la misericordiosa reprobación del sucesor de San Pedro, cuya antipatía al franquismo era bien conocida desde tiempo atrás. El magisterio eclesiástico no se retractaba, en verdad, de ninguna de sus históricas manifestaciones sobre la cuestión obrera, la justicia social, la legitimidad de la propiedad privada, los derechos de los católicos o su responsabilidad en una vida terrenal que había de guiarse por la existencia de Dios. Era precisamente esa lealtad a lo que la Iglesia había proclamado desde la Rerum novarum de León XIII la que permitía ahora encauzar las tareas pastorales con la reafirmación de la doctrina y la repulsa de cualquier exégesis que pudiera ponerse al servicio de un proyecto nacionalcatólico. Desde luego, toda idea que vulnerara la universalidad de la persona, que legitimase su exclusión por opiniones políticas o que silenciara la violencia ejercida contra la dignidad sagrada del hombre, quedaba incursa en la condena del nuevo Papa. Así la Iglesia se desprendía del pesado fardo de su complicidad con situaciones heredadas de los años de incansables guerras, totalitarismos y vejaciones del individuo y reclamaba el derecho de Un mundo nuevo Un mundo nuevo había brotado setenta años después de la publicación de la Rerum novarum Pero las bases sobre las que se erguía la civilización cristiana y la ética del catolicismo seguían en pie, debiendo reconducirse tras el desaliento y la confusión de la décadas que siguieron a la Gran Guerra. Por ejemplo, la urgencia de denunciar la escandalosa distribución de la riqueza, cuando el impulso del progreso técnico ofrecía tantas opciones de bienestar. Por ejemplo, el requerimiento a los gobernantes a com-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.