ABC MADRID 09-12-2016 página 14

14 OPINIÓN POSTALES VIERNES, 9 DE DICIEMBRE DE 2016 abc. es opinion ABC JOSÉ MARÍA CARRASCAL A los cuatro vientos Época de pactos POSIBILISMO IMPOSIBLE La debilidad del actual Gobierno central da alas al independentismo La era del deshielo en las relaciones Gobierno- PNV Mariano Rajoy quiere cuidar al máximo las relaciones con el PNV, socio, por ahora potencial, que podría erigirse en el salvador de la legislatura con el voto de sus cinco diputados en el Congreso. Desde hace unas semanas, el ritmo de interlocución crece y los contactos se suceden a una velocidad hasta ahora inédita. La fluidez en el intercambio de opiniones es alta y el deshielo entre el Gobierno y los nacionalistas vascos podría desembocar en una negociación fructífera sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Rajoy habla de forma regular con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y Soraya Sáenz de Santamaría hace lo propio con Josu Erkoreka. Portada de ABC de ayer L O sorprendente del nacionalismo catalán, y no digamos del vasco, es que sólo puede tener éxito con el apoyo del nacionalismo español, ya que por sí mismos nunca alcanzarían su último objetivo: la independencia. Gobernando desde comienzos de la democracia sus respectivas comunidades, no han sido capaces de promover su riqueza, de conseguir la cohesión de sus ciudadanos, de alcanzar la estabilidad de su liderazgo ni de elevar la moral de su sociedad. Al revés, su diferencial con el resto de España ha ido disminuyendo a medida que aumentaban sus atribuciones, hasta el punto de ser superados en algunos terrenos, y el Gobierno central ha tenido que acudir más de una vez en apoyo de una Cataluña en bancarrota, mientras el País Vasco ha sido escenario de los desmanes de una banda de asesinos que han causado más de ochocientas víctimas inocentes, vascas muchas de ellas. En cualquier otro país y circunstancias hubiera bastado para quitar toda autoridad moral y política a quienes directa o indirectamente hubiesen presidido tales tropelías, pero resulta que siguen gobernando ambos territorios. Se lo deben no a lo bien que lo están haciendo, sino a lo mal que lo han hecho los gobiernos centrales. No me refiero a los abusos, saqueos, persecuciones y desmanes que hayan podido cometer allí, como claman los nacionalistas en su victimismo patológico, sino a todo lo contrario: a la dejación de autoridad, a la tolerancia del delito, a las concesiones a la delincuencia, que sitúan a ambos territorios al margen de la ley. O por encima de ella, como se jactan de proclamar. Treinta y ocho años, ochocientos muertos y el mayor escándalo al incluir la familia de todo un presidente autonómico más tarde, nadie puede aducir que desconoce la realidad de una Cataluña y un País Vasco que retroceden en prácticamente todos los terrenos respecto al resto de España, excepto en el de alejarse de ella. La debilidad del actual Gobierno central da alas a su independentismo, pese a que sus gobiernos son tanto o más débiles. Pero Madrid ve posibilidades de entendimiento y la vicepresidenta se ha trasladado a Barcelona para explorarlas. Esperemos que no ocurra como las veces anteriores, que los nacionalistas se guardaron las concesiones del Gobierno, sin ceder lo más mínimo, e incluso las utilizaron para avanzar en su agenda independentista. A Puigdemont y Urkullu no hay que darles más privilegios de los que ya tienen para que nos hagan el favor de seguir siendo españoles. Hay que mostrarles las alternativas que tienen: la CUP y Bildu. O Podemos, si no son la misma cosa. A lo mejor eligen a estos. Sarna con gusto no pica. Pero no creo que hasta ese punto llegue la demencia nacionalista, cuya principal característica es un egoísmo inversamente proporcional a su sentido común. A no ser que Rajoy se esté cargando de razones para demostrar que negociar con ellos es un imposible político, siendo la política el arte de lo posible. Con este hombre nunca se sabe. Al oído Documentos secretos EL LEGUINA DEL PP A algunos dirigentes socialistas no les ha pasado inadvertida la profusión con la que García- Margallo, una vez que ha dejado la cartera de Exteriores, frecuenta las tertulias televisivas, donde no para de acá para allá. Con él ya fuera del Ejecutivo, los socialistas se solazan esperando que se convierta en el Leguina del PP depurando las estrofas que adornan a un verso suelto. Currículum tiene insisten los maledicentes. Amplio eco de la exclusiva de ABC La primera entrega de ABC sobre documentos históricos secretos, en la que se ofrecían papeles inéditos del espionaje franquista que revelaban que Francisco Franco conocía al detalle la conspiración monárquica que quiso derrocarle en 1948, tuvo ayer amplio eco en medios nacionales e internacionales, con independencia de su línea editorial y adscripción ideológica. Una demostración de que los documentos publicados por nuestro periódico, por su indudable interés, han merecido la atención general, incluida la del diario digital de extrema izquierda Público que le dedicó generoso espacio en su web. CARTAS AL DIRECTOR Debilidades contraproducentes El trabajo de diplomacia doméstica que acometen ahora el Gobierno y sus aliados coyunturales para mantener en el redil patrio a los catalanes, y por extensión a vascos y hasta a gallegos, valencianos, aragoneses, etcétera, es un esfuerzo baldío y hasta contraproducente. Al menos en el caso de catalanes y vascos. Jamás aceptarán los más ruidosos y fanáticos nada que nos los lleve, más pronto o más tarde, a la secesión. En cuanto al caso catalán, la secesión dejaría todo Levante y Baleares en sus manos. En el fondo, todo se reduce a Reforma de la Constitución A falta de otros argumentos de más consistencia y realidad, los partidos del corte de Podemos, nacionalistas y separatistas, se aferran al clavo ardiendo de la reforma de la Constitución; eso sí, sin definir cuáles son los puntos que deberían ser cambiados. Desconocedores tanto de la trascendencia que ello comporta como de las exigencias necesarias para lograrlo, se lanzan a ese discurso de demagogia y con desconocimiento de las verdaderas inquietudes del ciudadano. Es posible que muchas de las propuestas fueran no solo la supresión de las autonomías, siempre discutible, sino el resquebrajamiento del Estado, y en esto se debe ser absolutamente inflexible como defensa de su unidad. Nuestra Carta Magna de 1978 puede ser suceptible de cambios, pero nos ha deparado un largo periodo de estabilidad y progreso y nos exige la máxima sensibilidad para proceder a cualquier modificación. Es inevitable recordar que la Constitución de los EE. UU. de 1788, sigue vigente en un país cuyos dirigentes, en sus actos oficiales, llevan prendida en la solapa su única bandera. JESÚS SANCHIDRIÁN MADRID