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ABC MADRID 04-12-2016 página 71
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ABC DOMINGO, 4 DE DICIEMBRE DE 2016 abc. es deportes Análisis DEPORTES 71 El clásico NADAR ENTRE TIBURONES BLANCOS POR DAVID GISTAU La zona Ramos A El cabezazo de Sergio Ramos que dio el empate al Madrid EFE jal realizaba una peineta por la que luego pediría perdón públicamente. El líder mantuvo los seis puntos de margen. Queda mucha Liga, no hay nada decidido advertía Ramos. Reconoció que el Real Madrid no supo dar el golpe en el primer tiempo: Ha sido un partido bastante disputado, con dos equipos queriendo mantener la posesión. En la primera parte hemos tenido más ocasiones y nos ha faltado eficacia. Pero el trabajo te acaba dando recompensa El central era feliz. Brilló de nuevo en el puesto que desea. Es un central con aura de goleador. Mano de Carvajal antes del descanso Poco antes del descanso, Jordi Alba atacaba por la banda izquierda del Barcelona. Un centro suyo desde el lateral impactó en el brazo de Dani Carvajal cuando estaba dentro del área. El árbitro no pitó nada lrededor de los goles de vacic y sobre todo Modric, multiúltima hora de Sergio plicado para estar en todas parRamos terminará por tes y para agregar a su juego creaconsagrarse toda una tivo un temperamento vietnamicultura providencialista relacio- ta de resistencia. Hizo un partido nada con los cirios petitorios pren- grandioso que contribuyó al aisdidos en los templos del Real Ma- lamiento de la tripleta ofensiva drid. Terminaremos por creer, en del Barcelona, en la que Neymar cualquier circunstancia adversa proclamaba necesitar sólo un par de la vida, ya se trate de un despi- de balones decentes para armar do, de una novia que nos deja o de el taco. la inminencia de una derrota exisEmpieza a dar la impresión de tencial cualquiera, que siempre que a este Real Madrid le aburren queda tiempo para que voltee el mucho los días rutinarios de ofidestino un cabezazo de Sergio Ra- cina, pero que en cambio acude mos. Es la adaptación a estos tiem- lleno de estímulos a las exigenpos de los ya fatigados minutos cias de las grandes citas. Salva de molto longos es decir, la muta- modo precario las fechas oscuras, ción contemporánea de una le- pero surge en su mejor expresión yenda irreductible que a menudo en el Calderón, en Dortmund y en es sólo retórica pero que a la pa- el Camp Nou. La diferencia de inrroquia de Chamartín siempre le tensidad es significativa. Es como gustó interiorizar como una seña si el Real Madrid hubiera hecho, de identidad colectiva. en el juego, la misma destilación En esta ocasión, Sergio Ramos jerárquica que esos hinchas que no precipitó la salvación agónica deciden que, a lo largo de una temen una final, sino en un clásico ex- porada, sólo merece la pena ir al traordinario, disputado, peleado campo en media docena de parmetro a metro, más propenso al tidos: para los restantes alcanza fútbol de compromicon saber el resultaso que al de virguería. do. La famosa pegaLeyenda Los que somos, de da salva las tardes inTerminaremos dolentes y el equipo, alma, tropa de choque por creer, en disfrutamos enormeen cuanto a energía cualquier mente en estas tardes. coral, surge en las deE incluso en este Bar- adversidad, que terminantes. No está celona superviviente, siempre queda mal. Sería peor lucirfajado, encontramos tiempo para que se contra medianías un reconocimiento voltee el destino y desaparecer contra mayor que en el de la Hay un cabezazo de los grandes. arissuficiencia guardiolacomo un desdén Sergio Ramos tocrático por las ocana. Sumando a los dos equipos, las únicas desiones pequeñas que serciones de un partido tremen- se convierte en mandíbula apredo fueron la de Benzema, que pa- tada en cuanto delante hay un enerecía que venía de comerse un co- migo íntimo. cido, y la de Messi, que no apareció El más íntimo de todos, el Barpara ganarlo ni siquiera cuando celona, acudió ayer a un recurso Iniesta y sus constantes vitales que jamás necesitó cuando el hipotensas alteraron por comple- mero juego lo hacía intocable: la to las tendencias de juego y el do- raza. Por más que Luis Enrique minio en el medio campo. Esto úl- insista en que en otoño no existimo es importante. De los clási- ten desenlaces, el Barcelona pacos traumáticos de la época de recía saber que una victoria maGuardiola, uno guardaba sobre dridista habría destruido hasta todo el recuerdo de lo achicado y las conjeturas más optimistas en menor que se veía al Real Madrid Liga. Ya no juega como antaño, e cuando perseguía fantasmas en incluso se le nota cierto desamel centro del campo y las posesio- paro, como si hubiera perdido un nes del Barcelona eran tan sobo- superpoder del que vivió muchos nas que de ellas regresaba la pe- años. Pero en el Clásico lo comlota embarazada. Eso ya cambió. pensó con temperamento incluEl centro del campo del Barcelo- so cuando el Real Madrid se aprona es territorio conquistable. Ayer, pió de los santuarios del tiquitapor tramos largos, ejercieron una ca, emplazados en la medular. Con hegemonía abrumadora los dos eso pudo haber ganado, pero hacroatas de la máquina de inter- bía cirios prendidos en la zona ceptar pases del Real Madrid, Ko- Ramos.

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