ABC MADRID 29-11-2016 página 77

ABC MARTES, 29 DE NOVIEMBRE DE 2016 abc. es estilo GENTESTILO TV 77 TELEVERITÉ HUGHES EL AUDITOR Fin de semana disparatado en televisión Ainhoa Cantalapiedra No ha hecho aún oficial su candidatura, pero pujará por estar en Kiev Brequette Barei, nuestra última representante, firma su canción: No enemy María Villalón Para no quedarse fuera, la ganadora de Factor X envía dos propuestas Rafa Blas El heavy de La Voz participaría con un tema de autores suecos D Extriunfitos y amateurs copan la carrera para ir a Eurovisión Los malos resultados ahuyentan a los artistas consolidados y abren la puerta a nuevos talentos JAVIER ESCARTÍN MADRID Los ecos de los éxitos de Massiel y Salomé en Eurovisión suenan ya demasiado lejos. Reminiscencias de una época dorada que ahora parecen casi ficticias mientras España sobrevive a una tortuosa travesía por el desierto con casi medio siglo de amargos fracasos en el festival. En busca de un buen resultado que restaure su honor, TVE ha virado este año el rumbo y ha puesto sus esperanzas en los artistas amateurs sin sello musical que exponen su talento ante el mundo a través de Youtube y las redes sociales. Entre ellos, puede estar nuestro próximo representante en el concurso musical más famoso del mundo. El pasado mes de octubre, el ente público abrió una convocatoria para buscar nuevos cantantes de diferentes estilos musicales que tuvieran una canción competitiva para ser el abanderado de España en Eurovisión. Hubo efecto llamada más de trescientas personas han enviado hasta este pasado domingo, último día de plazo, sus propuestas. La inmensa mayoría de ellos son artistas desconocidos que buscan en el certamen su puerta de entrada a la fama. Los más experimentados apenas cuentan con otros trabajos colgados en internet pero, dado que los continuos fracasos cosechados en el festival ahuyentan a los cantantes consagrados, la baza de un artista anónimo cobra cada vez más fuerza en la carrera por Eurovisión. De entre todas las ofertas recibidas, TVE escogerá un máximo de treinta canciones que serán publicadas este jueves en su web y el público podrá votar por sus diez favoritas. Sin embar- Mireia Segunda eliminada en Operación Triunfo 1 la cantante ultima su candidatura para presentar a TVE Javián Competirá con el tema No somos héroes que saldrá a la calle de la mano de una compañía pequeña go, la cadena se garantiza un férreo control en todo el proceso: para evitar triunfos como el de Rodolfo Chikilicuatre en 2008, cuando los candidatos se elegían a través del extinto MySpace, el dedazo de TVE será clave en todo momento. Además de realizar la primera criba, la cadena también será la encargada de elegir las tres propuestas finalistas. Tras los pasos de Rosa El ganador de la selección online accederá a una gala final televisada en febrero donde se medirá a cantantes con cierta trayectoria musical a sus espaldas. En este grupo de artistas predominan los cantantes surgidos tras su participación en distintos talent shows. Es el caso de los extriunfitos Javián, Mireia y Verónica, que actualmente han vuelto a saltar a la palestra tras el sonado reencuentro por los 15 años del programa. Los tres pugnarán por llegar a Eurovisión, como ya consiguieron Rosa en 2002 con Eu- rope s living a celebration y Gisela representando a Andorra hace ocho años con Casanova Ainhoa Cantalapiedra, vencedora en la segunda edición del mismo concurso, también suena con fuerza para intentarlo con un tema compuesto por ella misma. Varios exparticipantes de La Voz como Angélica Leyva, Anael, Nicky Triphook o el primer ganador, Rafa Blas, también están en liza. Brequette, del mismo concurso de talentos y derrotada por Ruth Lorenzo en la preselección de 2014, perseguirá de nuevo su sueño eurovisivo con una canción firmada por Barei, última representante de nuestro país en el festival. Por su parte, la ganadora de Factor X María Villalón dobla su apuesta y ha enviado dos canciones para que el ente público elija una de ellas. Pero sólo será a mediados de enero cuando TVE anunciará la lista final de candidatos llamados a obrar un milagro: devolver a España el brío perdido en Eurovisión. urante el fin de semana parecía que se había muerto Errol Flynn. El tratamiento de la muerte de Castro fue un oprobio. Una información romantizada, inexacta, tendenciosa, y naïf, con un ternurismo infecto hacia el icono revolucionario. Más allá de toda comprensión lo de TVE, y lisérgico lo de las privadas con cima, as usual, en La Sexta, el Kilimanjaro de la inconsecuencia; por si no hubiera ya bastante con los Podemitas y Verstrynge (que cita siempre a Dolly Parton citando el Eclesiastés, algo maravilloso) incorporaron a Margallo, que puede ser el tertuliano que nos merecemos. El súper experto. Dios. Tras lo de Castro, y como guinda finísima, llegó la joyita de Évole. Se fue a Mercadona de auditor. De auditor moral. Con dos sentencias de despido, un ipad y el testimonio de un proveedor oscurecido como un testigo protegido. A ver por qué Mercadona vende barato. Hubo momentos delirantes. Évole iba por el súper (le faltaba el carrito) intentando, en realidad, un antipublirreportaje, pero todo el rato encontraba una impenetrable realidad empresarial. Más de 70.000 empleados fijos cobran puntualmente, los directivos contestaban imbuidos de filosofía organizativa y los consumidores parecían satisfechos. Mercadona es lo más importante de la vida dijo uno. ¡Tenía que haber gato encerrado! Cuanto más rascaba Évole más parecía el Inspector Clouseau dentro de un publirreportaje. En el colmo de lo gonzo, metido a inspector de trabajo, llegó a pedirle a un empleado que rajara delante de sus jefes. Se interesó por el convenio laboral y los acuerdos con proveedores, pero sus preguntas topaban con un lenguaje corporativo acorazado y el diálogo era imposible. Allí no había trabajo infantil, ni abuso hortofrutícola, sólo un genio empresarial dominando un sector. ¿Desde cuando es sospechoso ser competitivo? Su incomprensión del concepto de coste era medieval. Llegó a preguntarle a un directivo por el límite a las rebajas de precios, como si fueran algo malo. Enmarcado en un plano acusador, el empleado respondió: Cuando ya no se pueda bajar el coste Al final quedó la impresión de que Évole, contra todo esfuerzo de Juan Roig, quería subirnos el precio del turrón.